En particular, para academias, universidades e instituciones de educación superior, reorganizaremos y reestructuraremos las instituciones de educación superior; fusionaremos y disolveremos las instituciones de educación superior con deficiencias; eliminaremos los niveles intermedios, garantizaremos una gestión ágil, unificada y eficaz, estudiaremos la fusión de institutos de investigación con instituciones de educación superior y transferiremos algunas universidades a la gestión local. Se espera que esta política genere avances significativos que permitan a la educación superior vietnamita competir y proyectarse a nivel internacional.
Foto ilustrativa: VNA
Prepárense para la "gran reorganización".
Actualmente, el país cuenta con más de 300 instituciones de educación superior, entre ellas 11 universidades (2 universidades nacionales, 3 universidades regionales y 6 universidades elevadas a la categoría de universidad según la Ley de Educación Superior de 2018); 173 universidades y academias públicas (excluidas las escuelas miembro de universidades nacionales y regionales); 62 universidades privadas y 5 universidades extranjeras; 8 escuelas de formación con actividades de educación superior; 31 escuelas en el sector de defensa y seguridad; 40 institutos de investigación que imparten formación a nivel doctoral; y 5 centros adicionales que imparten formación de máster y doctorado.
En la reciente Conferencia de Educación Superior 2025, el Ministro de Educación y Formación, Nguyen Kim Son, declaró: «Nos estamos preparando para una importante reorganización de las instituciones de educación superior, algo inevitable, similar a la fusión de unidades administrativas. El objetivo del Ministerio de Educación y Formación es superar la fragmentación, el reducido tamaño y la falta de desarrollo entre las instituciones, especialmente aquellas cercanas en cuanto a áreas de especialización. El Comité Directivo del Ministerio ha elaborado un plan, que ha presentado al Primer Ministro, y está a la espera de instrucciones para su implementación. La intención es fortalecer las instituciones, no simplemente reducir su número».
En lo que respecta a la gestión estatal de las instituciones de educación superior, el Ministerio de Educación y Formación aboga por ajustes que reduzcan la intervención directa e impulsen una mayor descentralización, delegación y autorización. El principio es «mantener el control sobre lo que se debe controlar y delegar lo que se debe delegar». Se otorga mayor autonomía a las instituciones en materia académica, financiera, científica y formativa, pero también deben definirse con mayor claridad las responsabilidades administrativas.
Respecto a este tema, el Dr. Nguyen Thanh Chuong, Profesor Asociado y Presidente del Consejo Universitario de la Universidad de Transporte, afirmó que la fusión de universidades es necesaria en el proceso de desarrollo. Las instituciones que ya no atraen estudiantes deberían cesar su actividad, mientras que aquellas con buenas condiciones formativas y una matrícula efectiva deberían aumentar su cupo. Esta es una norma inevitable y las instituciones deben seguir el procedimiento correcto.
Compartiendo la misma opinión, el Dr. Nguyen Duc Son, profesor asociado y rector de la Universidad Nacional de Educación de Hanói, afirmó: «Tener demasiadas universidades dispersa los recursos. Hay instituciones con apenas unos cientos de docentes, lo que significa que los recursos son insuficientes, pero aun así intentan formar estudiantes. Esto genera un círculo vicioso: la lucha por atraer estudiantes para sobrevivir se traduce en una baja inversión de recursos y, por consiguiente, en una baja calidad educativa. Esta dispersión y fragmentación no propician una educación de calidad».
Según el Dr. Nguyen Duc Son, profesor asociado, la reorganización y reestructuración de las instituciones de educación superior se considera un paso fundamental para que las escuelas adquieran mayor prestigio, competitividad y proyección internacional. Sin embargo, junto con este prestigio surge la cuestión de cómo gestionar los recursos humanos y optimizar eficazmente la estructura, lo cual representa el siguiente paso. Las grandes instituciones de gran envergadura podrán utilizar recursos comunes, como personal docente y laboratorios, de forma similar a como se hace en la agricultura: cada lugar cuenta con su propio terreno, lo que impide que esta se convierta en una agricultura de subsistencia.
Concentrar los recursos, mejorar la calidad y la competitividad
El profesor Dr. Nguyen Dinh Duc, ex presidente del Consejo Universitario de la Universidad de Tecnología - Universidad Nacional de Vietnam, Hanoi, enfatizó que este es el momento adecuado, una oportunidad sin precedentes para reformar audazmente el sistema de educación superior vietnamita y compartió: "Reestructurar las instituciones de educación superior para satisfacer mejor los requisitos de formación de recursos humanos altamente calificados y de alta calidad, así como enfocarse en el desarrollo de la ciencia y la tecnología, mejorar la transformación digital y promover la innovación".
Al analizar el contexto actual, el profesor Dr. Nguyen Dinh Duc afirmó: La fusión de universidades surge de la necesidad de concentrar recursos para que la educación superior vietnamita pueda lograr avances significativos y despegar en la nueva era con grandes expectativas.
En primer lugar, la fusión ayudará a evitar la dispersión y duplicación de titulaciones y programas, especialmente en instituciones pequeñas y con baja eficiencia, y al mismo tiempo contribuirá a aumentar la competitividad internacional. Fruto de esta fusión, se formarán universidades multidisciplinares de tamaño suficiente, con un ecosistema de investigación e innovación, lo que incrementará las oportunidades de figurar en los rankings y atraer a académicos y estudiantes internacionales.
La fusión también fomentará la autonomía y la rendición de cuentas, ya que un modelo con menor centralización de tareas permite planificar estrategias, finanzas y recursos humanos de forma más sincronizada. En la actualidad, la fusión facilita la transformación digital interdisciplinaria, al combinar capacidades digitales, datos, laboratorios y bibliotecas para resolver problemas interdisciplinarios.
“En última instancia, el objetivo final de la fusión y la reforma es racionalizar el aparato, mejorar la eficiencia operativa de las universidades, mejorar la calidad de la formación y la investigación, y potenciar la competitividad y la gobernanza de las universidades”, enfatizó el profesor Nguyen Dinh Duc.
Respecto a algunas preocupaciones de que la fusión provoque una desorganización que afecte los intereses de profesores y estudiantes, el profesor Dr. Nguyen Dinh Duc expresó: Estas preocupaciones son comunes en todo proceso de fusión y tienen fundamento, como por ejemplo: inquietudes sobre los cambios en la estructura, los puestos de trabajo, los hábitos y los ingresos; la transferencia de tareas, los nuevos estándares de evaluación; y el nivel de armonía e integración de la cultura tradicional de las escuelas después de la fusión.
Para abordar estas preocupaciones y lograr una fusión exitosa, según el profesor Nguyen Dinh Duc, es necesario unificar el principio de que nadie se quede atrás, junto con la transparencia y la división por etapas. Tras la fusión y la reestructuración, las escuelas deben reconstruir urgentemente los puestos de trabajo, las descripciones de funciones y los estándares académicos; establecer un mecanismo de evaluación y ajuste independiente, público y transparente; y, en particular, el mecanismo financiero y la normativa sobre gastos internos deben prever situaciones complejas como la fusión de una escuela autónoma con una no autónoma, o viceversa.
Las universidades son entornos académicos, por lo que las fusiones difieren de las de empresas y organismos administrativos. Por lo tanto, con el profesorado, es necesario respetar la antigüedad y los logros; en la unidad, aceptar las diferencias; y, al mismo tiempo, contar con un plan de formación y desarrollo vinculado a la mejora de los estándares, el apoyo a la investigación y el mantenimiento de ingresos estables durante el período de transición.
Para los estudiantes, es necesario preservar sus derechos de aprendizaje, por ejemplo, el marco actual del programa de formación, el número de créditos y las tasas de matrícula, al tiempo que se cuenta con un plan para unificar gradualmente los estándares del programa de formación después de la fusión.
El espíritu general de la fusión no es la “integración mecánica”, sino la reestructuración estratégica para formar universidades sólidas, interdisciplinarias, autónomas y altamente responsables. El éxito de esta “reforma” depende del diseño institucional, el modelo de gobernanza, la transparencia de los datos, una hoja de ruta humanista y el compromiso de situar la calidad —las personas— en el centro de la misión nacional.
Fuente: https://baotintuc.vn/giao-duc/tai-cau-truc-de-hinh-thanh-nhung-dai-hoc-manh-lien-nganh-tu-chu-20250926153205738.htm






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