Día de la Independencia, pensando en las oportunidades de desarrollo de Vietnam

Con motivo del Día Nacional, el 2 de septiembre, al mirar atrás lo que Vietnam ha logrado y los objetivos que aún quedan por alcanzar durante casi 80 años de Independencia y casi 40 años de Renovación, hay muchas cosas para reflexionar.

Hay muchos logros. Tan solo en las últimas tres décadas, Vietnam ha ocupado el quinto puesto mundial en cuanto a tasa de crecimiento del PIB per cápita, el vigésimo tercero en cuanto a tasa de crecimiento del índice de desarrollo humano (IDH) y se encuentra entre los países con mejor desempeño a nivel mundial en reducción de la pobreza.

Hasta ahora, Vietnam ha alcanzado el umbral alto del grupo de ingresos medios bajos, el grupo de países con un alto índice IDH y la tasa de pobreza ha disminuido de casi el 50% a principios de los años 1990 a menos del 1% en la actualidad.

Sin embargo, el objetivo importante de convertirse básicamente en un país industrializado (en pocas palabras, alcanzar el umbral de un país de altos ingresos) para el año 2020 no se ha logrado.

El objetivo de tres décadas que Vietnam se fijó a principios de los 90 está bien fundamentado y cuenta con un sólido respaldo. Japón, Corea del Sur y Taiwán lograron el objetivo de enriquecerse en una generación. Y en las últimas tres décadas, China también se ha acercado a ese umbral.

En retrospectiva, Vietnam desaprovechó la primera oportunidad cuando terminó la Guerra Fría y nos abrimos. Como resultado, en 1984, el PIB per cápita de China y Vietnam, a precios constantes de 2022, era de 656 y 670 dólares estadounidenses, respectivamente; pero para 2022, Vietnam tenía solo 4164 dólares estadounidenses, menos de un tercio de los 12 720 dólares estadounidenses de China.

Vietnam se ha topado con tres problemas. Primero, dudó en abrirse. Segundo, no priorizó la aceleración de las regiones económicas dinámicas para impulsar al resto del país. Tercero, temió demasiado las novedades y los impactos negativos del proceso de integración, lo que impidió que muchas localidades se atrevieran a abrirse. Estos tres factores contradicen lo que han hecho las economías exitosas del este de Asia.

El pasado ya pasó y el futuro está por llegar. Los cambios recientes en el contexto mundial muestran que se avecinan nuevas oportunidades para Vietnam.

Vietnam necesita evitar errores del pasado y aplicar la experiencia internacional a su propia práctica para convertir las oportunidades en realidad. Necesitamos acelerar el camino para convertirnos en un país desarrollado de altos ingresos para 2045, año en que el país celebra su centenario de independencia. Para aprovechar esta oportunidad, es necesario considerar los siguientes aspectos:

En primer lugar, desempeñar un papel importante y ampliar las relaciones, especialmente en términos económicos. La independencia en las relaciones exteriores y el mantenimiento del equilibrio con los principales países, especialmente entre Estados Unidos y China, deben ir acompañados del aprovechamiento de las oportunidades de desarrollo.

En segundo lugar, garantizar la estabilidad política interna y fomentar en el equipo la audacia para pensar y actuar. Los inversores extranjeros siempre están preocupados por los impactos inesperados de la campaña anticorrupción. Por lo tanto, los líderes del país deben enviar un mensaje claro con acciones específicas para que los inversores extranjeros se sientan seguros al elegir Vietnam, los funcionarios públicos se sientan seguros en su trabajo y las empresas y los ciudadanos se sientan seguros al hacer negocios.

En tercer lugar, atraer IED e inversión extranjera de forma que genere beneficios y conveniencia para los inversores, pero que al mismo tiempo garantice que las empresas nacionales puedan participar en la cadena de valor global. Vietnam debe recibir transferencia de tecnología, además de aprendizaje.

En cuarto lugar, desarrollar servicios financieros, así como nuevos servicios de apoyo empresarial asociados con la priorización de zonas económicas dinámicas para contribuir a un proceso de internacionalización más profundo.

En quinto lugar, la prudencia y la prevención de riesgos se basan en el principio de aprovechar las nuevas oportunidades en lugar de cerrar la puerta cuando se ven "moscas y mosquitos".

Las cuestiones mencionadas anteriormente deben transmitirse con mensajes claros y el momento apropiado es cuando los altos dirigentes de Vietnam se reúnan con los líderes de otros países, especialmente los líderes de Estados Unidos, en un futuro cercano.

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