La tendencia a la consolidación y el cambio hacia vehículos híbridos, en lugar de vehículos eléctricos puros, está cambiando el orden de la industria.
Un cambio silencioso pero poderoso
El año 2025 marca un punto de inflexión en la industria automotriz mundial, con fluctuaciones sin precedentes. Tras casi cinco meses de actividad, el panorama de la industria ha cambiado considerablemente. Fabricantes chinos de automóviles como BYD y Xiaomi han emergido con fuerza, desafiando la posición de Tesla y los fabricantes tradicionales.
Por primera vez, BYD superó a Tesla en ventas de vehículos eléctricos de batería (VEB) en Europa en abril de 2025, registrando un impresionante crecimiento del 359%, según datos de Jato. Mientras tanto, Tesla experimentó una caída del 49% en sus ventas en la región, afectada por las protestas contra el CEO Elon Musk y la feroz competencia de sus rivales.
El auge de BYD no es casualidad. En 2024, el fabricante chino vendió 4,27 millones de vehículos de nuevas energías (NEV), un aumento interanual de más del 41 %, superando ampliamente los 1,79 millones de vehículos eléctricos puros de Tesla.
En particular, los vehículos eléctricos híbridos enchufables (PHEV) de BYD representan el 58% de las ventas totales, equivalentes a 2,49 millones de unidades en 2024, en comparación con el 52% en 2023. Las ventas de PHEV de BYD aumentaron un 73% interanual. En 2024, los vehículos eléctricos puros de BYD representaron solo el 41,5%.

La flexibilidad en la estrategia de producto, combinando PHEV y BEV, ha ayudado a BYD a satisfacer diversas necesidades del mercado, especialmente en Europa, donde los consumidores no están listos para abandonar por completo los motores de gasolina.
Mientras tanto, Xiaomi, un recién llegado en la industria automotriz de China, sorprendió a todos cuando su capitalización de mercado superó a la de BYD, alcanzando los 175 mil millones de dólares en comparación con los 159 mil millones de dólares de BYD al 27 de mayo.
El crecimiento de Xiaomi proviene de los precios muy bajos de muchas de sus líneas de automóviles, así como gracias a su estrategia de integrar la tecnología de IA y los automóviles, especialmente con los coches eléctricos e híbridos inteligentes.
Aun así, Tesla sigue siendo el líder del mercado, con 1,09 billones de dólares al 27 de mayo, pero esa cifra difícilmente refleja la magnitud total de los riesgos que enfrenta Tesla.
Las ventas de automóviles de Tesla cayeron un 1,1 % en 2024, la primera caída desde su lanzamiento. Las acciones de Tesla han mostrado volatilidad, cayendo de 480 dólares por acción a finales de 2024 a 220 dólares por acción en marzo de 2025, antes de recuperarse hasta los 340 dólares por acción a finales de mayo.
El declive de Tesla no se debe solo a la competencia, sino también a factores internos. Se dice que su director ejecutivo, Elon Musk, está distraído por megaproyectos como X, SpaceX y su papel como asesor del presidente estadounidense Donald Trump en materia de reforma administrativa.
La campaña de 250 millones de dólares de Tesla para apoyar a Trump durante las elecciones podría no haber aportado muchos beneficios claros, lo que decepcionó a los inversores. Mientras tanto, las políticas proteccionistas de Trump, incluida la orden ejecutiva que pone fin a los créditos fiscales para vehículos eléctricos, también podrían afectar a Tesla.

Nuevas tendencias y perspectivas de la industria automotriz
La industria automotriz en 2025 será testigo de una feroz competencia, que podría conducir a una ola de fusiones para hacer frente a los enormes costos de investigación y desarrollo (I+D).
A mediados de febrero, Honda y Nissan cancelaron una fusión prevista para finales de 2024. Sin embargo, aún existe la posibilidad de fusiones importantes en el futuro para competir con rivales de vehículos eléctricos de EE. UU. y China. Los fabricantes japoneses de automóviles, conocidos por su fiabilidad y tecnología híbrida, están aumentando sus recursos para contrarrestar a gigantes emergentes como BYD y Xiaomi.
Una fuerte tendencia que emergerá a principios de 2025 es la transición de los vehículos eléctricos puros (VEP) a los híbridos enchufables. BYD, a pesar de ser líder en vehículos eléctricos, ha estado migrando con agilidad a los VPH, con ventas que superaron a las de los VPH en 2024.
En Europa, el gigante BYD planea lanzar al menos dos modelos PHEV para 2025. Honda también redujo su plan de inversión en BEV, de 69.000 millones de dólares a 48.000 millones, centrándose en el desarrollo de nuevos sistemas híbridos con el objetivo de vender entre 2,2 y 2,3 millones de vehículos híbridos para 2030.
De igual manera, Porsche ha revisado su objetivo para 2030 al 80% de vehículos eléctricos, priorizando el desarrollo de más modelos híbridos y de combustión interna. BMW incluso ha calificado de "callejón sin salida" centrarse únicamente en los vehículos eléctricos de batería (BEV), haciendo hincapié en su estrategia de diversificación con vehículos de gasolina, diésel, híbridos e hidrógeno.
Este cambio refleja que los vehículos eléctricos son una tendencia a largo plazo, pero los altos costos de desarrollo y las bajas ganancias hacen que los fabricantes de automóviles sean cautelosos. Las estrictas regulaciones ambientales, como las de Europa, aún impulsan la electrificación, pero los vehículos híbridos enchufables (PHEV) se convierten en una solución intermedia, especialmente cuando los aranceles de la UE a los vehículos eléctricos chinos (entre el 17 % y el 35 %) aumentan los costos.
En Estados Unidos, las políticas de Trump, como la eliminación del crédito fiscal para vehículos eléctricos, han dificultado que los fabricantes de automóviles estadounidenses compitan con sus rivales en Asia y Europa, donde los gobiernos siguen apoyando la electrificación.
La industria automotriz mundial está entrando en un período de reestructuración. Los fabricantes chinos, liderados por BYD y Xiaomi, están reestructurando el orden con un rápido desarrollo tecnológico y una estrategia de localización de la producción en Europa.
BYD, con fábricas en Hungría y Turquía, está superando las barreras arancelarias, mientras que Xiaomi está aprovechando la IA para crear coches inteligentes.
Por el contrario, Tesla corre el riesgo de quedarse atrás si no logra resolver sus problemas de ventas y la distracción de Elon Musk.
Fabricantes de automóviles japoneses como Honda y Nissan también están considerando la cooperación, lo que puede consolidar sus posiciones y acelerar la innovación tecnológica para no quedarse atrás. Se puede observar que la industria automotriz en 2025 no es solo una carrera tecnológica, sino también un problema estratégico, donde la flexibilidad y la adaptabilidad serán factores decisivos para la victoria o la derrota.

Fuente: https://vietnamnet.vn/the-tran-o-to-toan-cau-dao-chieu-thay-doi-khong-ngo-nguy-co-moi-2405218.html
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