El crecimiento del mercado de vehículos eléctricos (VE) en EE. UU. en los últimos años se ha debido en gran medida a los incentivos fiscales del gobierno . Sin embargo, un estudio reciente muestra que esta dependencia es tan grande que la demanda podría disminuir drásticamente al eliminarse el apoyo financiero, lo que demuestra que el precio sigue siendo el principal obstáculo para los consumidores.
Los factores financieros determinan la elección
Según una encuesta realizada por The Harris Poll a 2095 adultos del 23 al 25 de septiembre, la asequibilidad sigue siendo la principal preocupación para el 64 % de los compradores de coches. De quienes planean comprar o alquilar un coche, alrededor del 29 % afirmó que probablemente optaría por un vehículo eléctrico.
Cabe destacar que el estudio reveló que, para quienes poseían un vehículo eléctrico y luego cambiaron a uno de gasolina o híbrido, los incentivos financieros desempeñaron un papel decisivo. En concreto, hasta el 60 % de este grupo afirmó necesitar un subsidio de al menos 5000 dólares para volver a considerar el uso de un vehículo eléctrico. Alrededor del 30 % deseaba incentivos de entre 2500 y 4999 dólares, y solo el 11 % estaba dispuesto a aceptar incentivos inferiores a 2500 dólares. Esta cifra muestra que el crédito fiscal del gobierno estadounidense de 7500 dólares para coches nuevos y de 4000 dólares para coches usados tuvo un fuerte impacto en las decisiones de compra.

Greg Paratore, consultor senior de The Harris Poll, dijo que cambiar los incentivos podría reducir significativamente la demanda, pero también crear una oportunidad para que los fabricantes reconstruyan la confianza al compartir la carga de costos con los consumidores.
Reacciones de los fabricantes
Ante la perspectiva de una reducción del poder adquisitivo, los fabricantes de automóviles ajustaron rápidamente sus precios. Hyundai, por ejemplo, anunció una rebaja de $9,800 para el Ioniq 5 de 2026 tras perder sus incentivos fiscales. El fabricante coreano también ofreció $7,500 adicionales en efectivo a los clientes que adquirieran los modelos restantes del Ioniq 5 de 2025.

Mientras tanto, Tesla también ha lanzado versiones básicas más asequibles del Model Y y del Model 3 para llegar a nuevos grupos de clientes. Sin embargo, esta guerra de precios también ha tenido consecuencias negativas, ya que ha reducido el valor de reventa de los coches adquiridos anteriormente, lo que ha afectado a los primeros usuarios.
El futuro es incierto
Jim Farley, director ejecutivo de Ford, advirtió que la demanda de vehículos eléctricos en EE. UU. podría reducirse hasta la mitad si se eliminan por completo los incentivos. De ser así, la cuota de mercado podría volver a rondar el 5 % en 2022, antes de que se generalizaran los programas de apoyo financiero.

La situación actual demuestra que la relación entre los consumidores estadounidenses y los vehículos eléctricos sigue siendo frágil y altamente dependiente de factores financieros. El futuro de este mercado dependerá en gran medida de las estrategias de precios de los fabricantes y de su capacidad para reducir los costos de producción y ofrecer productos atractivos sin ayudas gubernamentales.
Fuente: https://baonghean.vn/thi-truong-xe-dien-my-doi-mat-nguy-co-sut-giam-manh-10307963.html
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