Se espera que la visita del Sr. Anthony Albanese a Pekín contribuya a un reinicio más rápido de las relaciones bilaterales.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, y el presidente chino, Xi Jinping, se reunieron en el marco de la Cumbre del G20 en Bali, Indonesia, el 15 de noviembre de 2022. (Fuente: Getty Images) |
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, realizará una visita oficial a China del 4 al 7 de noviembre. En Pekín, se espera que se reúna con su homólogo anfitrión, Li Qiang, y con el presidente Xi Jinping antes de asistir a la Exposición Internacional de Importaciones de China en Shanghái.
Esfuerzos para "descongelar"
Anthony Albanese se convertirá en el primer primer ministro australiano en visitar China desde 2016. En ese momento, el ex primer ministro Malcolm Turnbull se reunió con el presidente Xi Jinping en la reunión de líderes del G20 en Hangzhou.
En aquel momento, las relaciones bilaterales parecían ir por buen camino. Sin embargo, poco después, las agencias de seguridad y los medios de comunicación australianos comenzaron a expresar su preocupación por una ola de "injerencia extranjera", en concreto, de China.
Bajo el mandato del ex primer ministro Scott Morrison, la situación empeoró, ya que el político convirtió la confrontación con China en parte de su imagen política. Un ejemplo fueron los esfuerzos de la ministra australiana de Asuntos Exteriores, Marisa Payne, por convertir a Canberra en uno de los países líderes en presionar e iniciar una investigación internacional sobre el origen de la pandemia de COVID-19. Esto se consideró una "línea roja" para China. La medida provocó una respuesta feroz de Pekín, con una serie de sanciones y restricciones sobre numerosos productos comerciales, y la congelación del diálogo de alto nivel. Las medidas de Australia para abordar el desafío con China en los años siguientes generaron "barreras comerciales", lo que agravó aún más la situación.
La situación solo mejoró gradualmente tras la toma de posesión del Sr. Albanese. Durante este período, la diplomacia serena y coherente de Australia con China contribuyó a aliviar las tensiones. Ambas partes reanudaron las visitas ministeriales, en particular entre los ministerios de comercio de ambos países, lo que minimizó las interrupciones comerciales previas.
El 10 de abril de este año, con la mediación de la Organización Mundial del Comercio (OMC), ambas partes acordaron que Pekín revisaría cuidadosamente los aranceles que había impuesto a la cebada de Canberra. Casi cuatro meses después, China levantó los aranceles. Ese mismo mes, el ministro de Comercio australiano, Don Farrell, declaró que 55.000 toneladas de cebada habían llegado a China a precios de mercado.
Más importante aún, el éxito de Australia en su intento de eliminar los aranceles a la cebada le ha permitido desarrollar un proceso que podría aplicarse a otros productos que enfrentan restricciones similares por parte de China. Canberra implementó un proceso similar para el vino en octubre, y es probable que la langosta y la carne de res sigan su ejemplo.
En ese contexto, la visita del Sr. Anthony Albanese contribuyó a crear condiciones favorables para acelerar el proceso de "descongelación" de los intercambios de alto nivel, así como a negociar para resolver los desacuerdos comerciales, de los cuales este político puede seguir buscando "frutos dulces" en la economía, llevando la cifra de exportaciones a China (AUD 203,25 mil millones, equivalente a USD 128,85 mil millones, desde principios de 2023 hasta agosto de 2023) para seguir "volando alto" en el próximo tiempo.
Cooperar cuando sea posible, discrepar cuando sea necesario
Además de la economía, también cabe destacar otros temas, como el comercio, la seguridad y otros. Antes de la visita, la familia del académico chino-australiano Yang Jun instó al primer ministro Albanese a exigir su liberación. Yang se encuentra detenido por espionaje desde 2019.
Ambas partes podrían debatir el Tratado de Seguridad Australia-Reino Unido-EE. UU. (AUKUS). La semana pasada, el Sr. Albanese visitó EE. UU. y se reunió con el presidente Joe Biden y el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. Reforzando su alianza, ambas partes se comprometieron a seguir promoviendo un Indopacífico libre y abierto.
Cabe destacar que, mientras la Cámara de Representantes de EE. UU. se encontraba en crisis, intentó reunirse con más de 60 congresistas demócratas y republicanos, presionándolos para que aprobaran pronto el borrador del Tratado de Seguridad AUKUS para finales de 2023. Pekín se había opuesto firmemente a este acuerdo sobre submarinos nucleares. No está claro si el líder chino abordará este asunto con el Sr. Albanese durante su próxima visita.
Sin embargo, la actitud de Joe Biden hacia AUKUS, así como hacia la visita del primer ministro australiano a China, es clara. El líder declaró: «Junto con el Reino Unido, Estados Unidos y Australia estamos realizando una inversión multigeneracional en nuestra seguridad compartida». Respecto a la visita de Albanese a Pekín, el presidente Biden afirmó: «Apoyamos y entendemos plenamente que el primer ministro australiano desee ir a Pekín y reunirse con Xi... El diálogo con China y el mantenimiento de las líneas de comunicación son extremadamente importantes». Según el líder, «estamos en una competencia estratégica en la región. Esa es la realidad actual».
Por su parte, el Sr. Albanese afirmó reconocer claramente el desafío que plantea China. En una recepción ofrecida por la vicepresidenta Kamala Harris y el secretario de Estado Antony Blinken, enfatizó que Canberra adoptaría un enfoque paciente, cauteloso y mesurado con respecto a Pekín: «Somos dos países con historias, culturas y sistemas políticos muy diferentes. Australia siempre ha buscado colaborar con China cuando ha sido posible, discrepar cuando ha sido necesario y seguir colaborando, en nuestro propio beneficio». Su próxima visita a Pekín le brindará la oportunidad de demostrar ese enfoque.
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