Revelando el hito dorado que ayuda a los árboles a afrontar el cambio climático
Los científicos han descubierto que las plantas utilizan el solsticio de verano como un "hito biológico" para ajustar su crecimiento, ayudándolas a adaptarse mejor al cambio climático global.
Báo Khoa học và Đời sống•23/06/2025
Cada año, el solsticio de verano es el día más largo del año en el hemisferio norte. Una nueva investigación de científicos de la Universidad de Columbia Británica (UBC) demuestra que el solsticio de verano constituye un hito evolutivo importante, ayudando a las plantas a ajustar su crecimiento y reproducción para adaptarse al cambio climático. Foto: earth.com. A medida que la Tierra se calienta, esta señal natural podría volverse menos fiable, y las plantas podrían necesitar buscar otras guías para su crecimiento y reproducción. Foto: organicconsumers.
Según el estudio, los científicos descubrieron que muchas especies de árboles, incluidos los robles, comienzan a ajustar sus estrategias de crecimiento poco después del solsticio de verano, la época del año en que la luz solar alcanza su máximo en el hemisferio norte. Foto: plant-world-gardens.co.uk. Una investigación dirigida por el profesor Michał Bogdziewicz en la Universidad Adam Mickiewicz (Polonia) reveló que, independientemente de dónde crezcan los robles en Europa, estos entran en una fase sensible a la temperatura justo alrededor del solsticio de verano. Foto: moorlandcottageplants. Durante los siguientes 30 a 40 días, el roble percibirá señales térmicas para determinar cuántas flores y frutos producirá el año siguiente. Si el clima es cálido, el árbol puede producir frutos abundantes, y si hace frío, puede no producir ninguno, un fenómeno conocido como fructificación intermitente. Foto: gardenia.net.
Además, científicos suizos han descubierto que las plantas de los bosques templados ajustan el ritmo de envejecimiento de sus hojas a las temperaturas previas y posteriores al solsticio de verano. Las altas temperaturas previas al solsticio de verano aceleran el proceso de envejecimiento, mientras que las altas temperaturas posteriores prolongan el tiempo que las hojas permanecen fotosintéticas, lo que permite a las plantas aprovechar al máximo las condiciones favorables de finales de verano. Foto: Andrew Grossman. En un nuevo estudio, el Dr. Victor Van der Meersch y la Dra. Elizabeth Wolkovich, de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), analizaron más de 1000 años de datos climáticos en Europa y Norteamérica. Descubrieron que los árboles suelen alcanzar su temperatura óptima para el crecimiento biológico en el solsticio de verano. Sorprendentemente, este momento se ha mantenido prácticamente inalterado a lo largo de los siglos, a pesar del cambio climático. Foto: Andrew Grossman. Sin embargo, los científicos debaten actualmente si las plantas responden principalmente a la duración del día o a la temperatura acumulada. El Dr. Van der Meersch sugiere que la temperatura podría desempeñar un papel más importante, ya que la acumulación de calor alrededor del solsticio de verano parece ser una señal más clara de las condiciones del cultivo. Foto: Andrew Grossman.
Comprender este mecanismo de respuesta es importante a medida que el cambio climático se hace más evidente. Si los cultivos no se desarrollan en el momento oportuno, podrían florecer prematuramente, correr el riesgo de heladas y tener consecuencias para la seguridad alimentaria y la biodiversidad. Foto: Andrew Grossman. Se invita a los lectores a ver el vídeo : Descifrando el fenómeno de los “árboles que caminan” como los humanos.
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