Los grandes, magníficos y completos logros alcanzados tras 40 años de renovación, junto con el vertiginoso desarrollo de la Cuarta Revolución Industrial, brindan una oportunidad histórica para llevar a Vietnam a una nueva era, una era de crecimiento nacional.
Esa realidad también plantea a Vietnam la necesidad urgente de llevar a cabo la revolución con resolución para construir un sistema político verdaderamente eficaz y eficiente que funcione de manera efectiva y cumpla con las exigencias y tareas de la nueva era.
Sin embargo, fuerzas hostiles y reaccionarias, junto con oportunistas políticos, continúan difundiendo argumentos distorsionados y reaccionarios, tergiversando la naturaleza del problema, con el objetivo de sembrar dudas entre la población, incitar al descontento, dividir el gran bloque de unidad nacional y obstaculizar el desarrollo del país.
Difundieron una serie de información, artículos y vídeos con el contenido de que "la fusión es la forma que tiene el Partido de purgar las facciones"; "se dice que la estructura del aparato estatal se ha racionalizado, pero no ha cambiado; solo se traslada a la gente de un lugar a otro, lo que solo genera despilfarro y complejidad"; "la racionalización del personal en Vietnam es solo una formalidad que engaña al pueblo".
En primer lugar, el aparato engorroso y superpuesto no es solo un problema técnico-organizativo, sino que también tiene un impacto directo y profundo en los intereses de la población, la eficiencia empresarial de las empresas y el desarrollo de la economía .
Continuar reorganizando el aparato, simplificando los puntos clave y definiendo claramente las funciones, las tareas y los organismos principales es un requisito urgente para construir una administración moderna que aspire a servir a las personas y a las empresas.
Además, la carga financiera que supone este engorroso aparato es enorme. Según datos del Ministerio del Interior (publicados en 2023), el número total de cuadros, funcionarios y empleados públicos del sistema político asciende a unos 2,5 millones de personas, de las cuales la mayoría son funcionarios de carrera.
Los gastos corrientes del aparato administrativo, incluidos sueldos, dietas y gastos de funcionamiento, representan una parte significativa del presupuesto estatal.
Las estadísticas del Ministerio de Finanzas muestran que, durante muchos años consecutivos, los gastos corrientes siempre han representado entre el 65% y el 70% del total del presupuesto estatal, la mayor parte de los cuales corresponden a sueldos y dietas para cuadros, funcionarios y empleados públicos.
Esto supone una carga significativa para las finanzas nacionales, especialmente en un contexto donde necesitamos priorizar los recursos para la inversión en desarrollo, la respuesta al cambio climático y a desafíos globales como las epidemias, la transformación digital y la transformación energética.
En un contexto de presupuesto limitado, la racionalización de la administración pública es fundamental para reducir la presión financiera y optimizar el uso de los recursos. A medida que Vietnam se integra cada vez más en el mundo, una administración pública moderna, transparente y flexible resulta clave para atraer inversiones y mejorar la competitividad nacional.
Además, Vietnam se ha fijado como objetivo un crecimiento del PIB del 8% o más en 2025 y de dos dígitos en los años siguientes para lograr su determinación de alcanzar un alto nivel de ingresos para 2045.
Un aparato burocrático y estancado no podrá adaptarse a los rápidos cambios de la era digital ni a las tendencias modernas de gestión. Además, la racionalización del aparato es un paso necesario para prevenir y combatir la corrupción y la negatividad.
Cuando el aparato se racionaliza, las responsabilidades están claras y el mecanismo de control es transparente, se reducen las vías para la corrupción. Al mismo tiempo, esto también contribuye a fortalecer la confianza del pueblo en el liderazgo del Partido y en la eficacia de la gestión del Estado.
La verdad es tan clara, sin embargo, fuerzas políticas hostiles, reaccionarias y oportunistas la siguen distorsionando descaradamente. Alegan que la renovación en Vietnam es una renovación a medias porque, sin una renovación política y una reforma del sistema político, la consolidación del aparato no resolverá nada.

Se trata de una peligrosa falacia, una distorsión conceptual destinada a negar los esfuerzos de Vietnam por lograr una reforma sustancial y sistemática, y una distorsión deliberada y provocativa destinada a hacer que la gente pierda la confianza en el liderazgo del Partido y en la senda de la innovación.
Durante los casi 40 años transcurridos desde que se inició el proceso Doi Moi en el VI Congreso del Partido Comunista de Vietnam en 1986, nuestro país ha logrado grandes, integrales e históricos avances en muchos ámbitos.
De ser un país pobre y atrasado que sufría las graves consecuencias de la guerra, Vietnam se ha convertido en una economía dinámica con un gran potencial y perspectivas de liderazgo en la región de Asia-Pacífico.
Para 2024, el tamaño de la economía de Vietnam alcanzará más de 476 mil millones de dólares, convirtiéndose en una de las 32 economías más grandes del mundo, con un ingreso per cápita que aumentará de menos de 100 dólares en 1988 a casi 5.000 dólares en 2024.
Vietnam se encuentra entre los 20 países con mayor volumen de comercio del mundo; entre las 20 economías que han atraído la mayor cantidad de inversión extranjera en el mundo desde 2019 hasta la fecha, y es uno de los 10 países con mayores remesas del mundo.
Las exportaciones superaron los 405.530 millones de dólares, lo que sitúa a Vietnam entre los 20 países con mayor volumen de exportaciones del mundo. El sector económico privado ha adquirido un papel cada vez más importante, contribuyendo con más del 40% del PIB. La tasa de pobreza se ha reducido drásticamente, pasando de más del 70% en 1986 a menos del 3% en la actualidad (según el estándar de pobreza multidimensional).
Al mismo tiempo, se garantizan la defensa nacional, la seguridad y el orden social, se mejora cada vez más el sistema de seguridad social y el seguro de salud cubre a más del 92% de la población.
En el ámbito de las relaciones exteriores, Vietnam ha establecido relaciones diplomáticas con 193 países, incluyendo 18 socios estratégicos e integrales. Vietnam es un miembro activo de organizaciones internacionales, contribuyendo activamente a la paz y la cooperación regional y mundial.
La exitosa organización de eventos importantes como la Cumbre de la ASEAN, el Foro Económico Mundial, la APEC, o el haber servido dos mandatos como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, es prueba del creciente prestigio de Vietnam en el ámbito internacional.
Los logros alcanzados tras 40 años de renovación son la prueba más convincente para refutar los argumentos distorsionados de que Vietnam ha realizado una "renovación a medias" porque no ha reformado el sistema político.
La realidad demuestra que Vietnam ha innovado su política de manera fundamentada en principios, en consonancia con las condiciones históricas, culturales y prácticas del desarrollo del país. No podría existir un Vietnam desarrollado, estable e integrado internacionalmente como el actual sin innovación en el pensamiento político, el aparato organizativo, el derecho y la gestión estatal.
La innovación política es una parte clave del modelo integral de innovación con identidad vietnamita.
La historia demuestra que toda revolución genuina, ya sea política, económica o social, requiere sacrificios, incluso grandes sacrificios.
La revolución que hoy en Vietnam busca racionalizar el aparato estatal y renovar el sistema político no es una excepción. El sacrificio implica renunciar a cargos, derechos y estabilidad personal en aras del bien común: el funcionamiento eficaz de un aparato estatal más eficiente y eficiente, que sirva mejor a la población y a las empresas.

Decenas de miles de cuadros, funcionarios y empleados públicos han aceptado abandonar sus puestos, cambiar de trabajo, jubilarse anticipadamente o rechazar la renovación de su nombramiento, no porque sean débiles, sino porque anteponen el bien común al individuo, comprendiendo que un aparato burocrático engorroso obstaculizará el desarrollo de todo el país.
Sin embargo, con el espíritu de "no dejar a nadie atrás", el Partido y el Estado cuentan con numerosas políticas para crear las condiciones necesarias para que quienes abandonan sus cargos reciban apoyo financiero, cambien de carrera o accedan a las prestaciones de seguridad social.
La racionalización del aparato estatal no es un cambio formal ni reactivo, y ciertamente no es una "innovación a medias", como afirman deliberadamente las fuerzas hostiles con argumentos distorsionados.
Por el contrario, se trata de una revolución administrativa profunda, cautelosa y persistente, que surge de las necesidades urgentes de las prácticas de desarrollo del país y se inscribe dentro del proceso general de innovación integral económica, política, cultural y social.
Por lo tanto, debemos refutar resueltamente los argumentos maliciosos de las fuerzas políticas hostiles, reaccionarias y oportunistas; al mismo tiempo, intensificar la propaganda para clarificar la naturaleza del camino de la innovación en Vietnam: integral, con una hoja de ruta, profundo y para los intereses a largo plazo del pueblo y la nación.
Fuente: https://baolaocai.vn/tinh-gon-to-chuc-bo-may-la-doi-hoi-tat-yeu-tu-thuc-tien-post648119.html






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