Solo en Estados Unidos y Canadá, se desechan 32 toneladas de cabello a diario. Esta es una fuente de materias primas que no solo ayuda a reducir la contaminación ambiental, sino que también es económica de reciclar para fabricar telas para ropa.
Como diseñadora de materiales con sede en Ámsterdam, Países Bajos, Zsofia Kollar afirma que siempre le ha apasionado el cabello. Según ella, el cabello es precioso cuando está en la cabeza, pero cuando se corta, se convierte en algo que puede causar asco a muchas personas. A partir de su pasión por el cabello, Kollar encontró la manera de usarlo para convertirlo en ropa. En 2021, fundó una startup llamada Human Material Loop, que transforma el cabello esparcido por el suelo de las barberías en telas para ropa, cortinas, alfombras y muebles.
El proceso implica tratar el cabello con químicos, limpiarlo y cambiar su color y textura para que pueda hilarse. Kollar afirma que los químicos son ecológicos y no representan ningún riesgo para la salud humana. El cabello procesado, explica, puede teñirse de cualquier color excepto el blanco y tejerse en tela como cualquier otro hilo. Mientras algunos diseñadores de moda han creado prendas artísticas con cabello humano, Kollar intenta que sus telas tengan la apariencia más natural posible.
Tejer con cabello tiene dos beneficios ambientales, afirma la diseñadora. Primero, evita que el cabello termine en vertederos e incineradores, que emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero. Segundo, evita las consecuencias de talar terrenos para cultivar algodón, perforar en busca de petróleo para producir fibras sintéticas o esquilar lana de oveja, que liberan toneladas de metano que calienta el planeta. Además, todo el procesamiento necesario es costoso. Las telas de cabello de Human Material Loop son actualmente más caras que las de lana, algodón o poliéster porque se trata de una startup que produce telas en lotes pequeños, afirma Kollar. Pero una vez que alcanzan la producción en masa, pueden ofrecer precios muy competitivos.
Además de la industria textil, empresas y organizaciones sin fines de lucro han convertido recientemente el cabello de desecho en fertilizante, lo han usado como limpiador de derrames de petróleo o lo han descompuesto en aminoácidos esenciales para su uso en productos de belleza. Para que la industria textil capilar crezca, deberá recolectar grandes cantidades de cabello, lo que puede representar un desafío logístico. En India y Bangladesh, por ejemplo, la industria de las pelucas y los fabricantes de fertilizantes dependen de trabajadores con bajos salarios para vender cabello o recogerlo en las peluquerías.
Según un informe de la empresa de gestión de residuos Green Circle Salons, solo en Estados Unidos y Canadá se desechan 32 toneladas de cabello cada día.
Ankush Gupta, profesor de química en el Centro Homi Bhabha para la Educación Científica en Bombay, India, explicó que recolectar cabello reciclado requiere mucha mano de obra. Dependiendo del país, el costo de la recolección puede aumentar, lo que dificulta obtener ganancias. Un modelo de recolección de cabello a gran escala es Matter of Trust, una organización sin fines de lucro que gestiona una de las mayores recolecciones de cabello en Estados Unidos. El grupo recolecta cientos de toneladas de cabello cada año para crear tapetes que limpian manchas de aceite o fertilizan la tierra. Durante los últimos 25 años, el grupo ha reclutado una red de miles de donantes, incluyendo barberías, salones de belleza y personas comunes que recolectan adornos para el cabello.
Khanh Minh
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