1. Ensalada con espárragos
El espárrago es uno de los ingredientes favoritos de los alemanes cuando llega el verano (Fuente de la foto: Recopilada)
En la lista de platos veraniegos en Alemania, sería un gran error no mencionar la ensalada de espárragos, también conocida como "Salat mit Spargel". El espárrago es uno de los ingredientes favoritos de los alemanes cuando la primavera da paso al verano. No solo por su sabor refrescante, naturalmente dulce y crujiente, sino también porque simboliza el comienzo de una nueva era, la llegada de la naturaleza tras los largos días de invierno.
La ensalada de espárragos suele combinarse con tomates cherry, huevos duros, cebolla morada y una vinagreta ligera de aceite de oliva. El crujiente de los espárragos, junto con la refrescante acidez, crea una sinfonía veraniega perfecta. En Alemania, es común disfrutar de este plato como almuerzo ligero o como aperitivo en las tardes soleadas, entre risas y charlas en el jardín.
2. Bratwurst a la parrilla
Bratwurst vom Grill – salchicha tradicional a la parrilla de carbón (Fuente de la foto: Colección)
Nada nos recuerda más al verano alemán que el embriagador aroma de las Bratwurst vom Grill, las tradicionales salchichas a la brasa. De todos los platos veraniegos en Alemania, este es probablemente el que evoca más recuerdos y está más arraigado en la cultura alemana. Ninguna reunión al aire libre en Alemania está completa sin una parrilla con salchichas burbujeando en su grasa dorada.
Las salchichas bratwurst presentan muchas variantes regionales, pero todas comparten un sabor intenso, delicioso y sumamente apetitoso. En Alemania, se suelen comer con bocadillos, mostaza amarilla o salsa de tomate, y por supuesto, una cerveza bien fría para combatir el calor del verano. El sabor salado y graso de la salchicha, combinado con el aire fresco del exterior, ha convertido este plato en un símbolo inmortal del verano alemán.
3. Sopa de gurkens fría
Kalte Gurkensuppe – sopa fría de pepino llena de vitalidad veraniega (Fuente de la foto: Recopilada)
Si hay un plato que capture a la perfección el espíritu fresco del verano, es la Kalte Gurkensuppe, la sopa fría de pepino. En el mundo de la gastronomía veraniega alemana, la Kalte Gurkensuppe es como una brisa fresca, un soplo de agua que disipa el calor del sol de junio. Este plato se prepara con pepinos frescos triturados, yogur, ajo, eneldo y un poco de zumo de limón.
Cada cucharada de sopa es como un susurro fresco que despierta el paladar y reconforta el alma tras un largo día de sol. Esta sopa se suele servir fría, en un cuenco de cristal o cerámica blanca, resaltando el verde claro del pepino: el color de la naturaleza y la pureza. Para los alemanes, no es solo un plato, sino un ritual para disfrutar del verano de la forma más apacible y relajante.
4. Ensalada de patatas
La ensalada de patatas captura el sabor puro del campo alemán (Fuente de la foto: Recopilada)
Uno de los platos veraniegos alemanes que ha perdurado a lo largo del tiempo y que suele estar presente en las barbacoas al aire libre es la ensalada de patatas (Kartoffelsalat). Este plato tiene el sabor auténtico del campo alemán, sencillo pero lleno de encanto. Las patatas se hierven hasta que estén tiernas, se cortan en rodajas finas y se mezclan con cebolla, pepinillos, un poco de beicon o salchicha picada, y se aderezan con salsa de mostaza y vinagre o mayonesa, según el gusto regional.
El intenso sabor de las patatas se combina con la suave acidez y salinidad de los pepinos, creando un plato a la vez sustancioso y refrescante. Los alemanes no solo comen la ensalada de patatas como guarnición, sino también, en ocasiones, como plato principal ligero en los calurosos días de verano. Cada familia tiene su propia receta, transmitida de generación en generación, como parte de un recuerdo culinario inolvidable cada verano.
5. Rote Grütze
Postre dulce llamado Rote Grütze (Fuente de la foto: Recopilada)
Para completar la lista de platos veraniegos alemanes, encontramos un dulce postre llamado Rote Grütze: una mezcla de frutos rojos cocidos. Este plato tradicional del norte de Alemania se elabora con bayas rojas como frambuesas, fresas, cerezas, grosellas rojas y arándanos. Todas se cuecen a fuego lento con azúcar y almidón, creando una mezcla espesa, tan roja como una brillante puesta de sol en el cielo nórdico.
El Rote Grütze se suele comer frío, acompañado de helado de vainilla, leche condensada o leche fresca. El sabor dulce y ligeramente ácido de la fruta, combinado con la frescura del helado, crea una experiencia culinaria fascinante, delicada y encantadora. Para los alemanes, no es solo un postre, sino también parte de los recuerdos de la infancia, un regalo de abuelas y madres cada verano.
Cada estación aporta una paleta diferente a la gastronomía, y el verano en Alemania es una sinfonía de frescura, ligereza e inspiración. Los platos veraniegos alemanes no solo alivian el calor abrasador, sino que también conectan a las personas con la naturaleza, la familia y los momentos llenos de risas alrededor de una mesa al aire libre. Si tienes la oportunidad de visitar Alemania durante los soleados meses de verano, no te limites a admirar los extensos campos de girasoles; detente a saborear cada plato para sentir plenamente el sabor de la temporada que brilla en cada instante de la vida aquí.
Fuente: https://www.vietravel.com/vn/am-thuc-kham-pha/mon-an-mua-he-o-duc-v17433.aspx






Kommentar (0)