Sin embargo, existe otra verdad de la que pocos hablan: es de esas obsesiones de donde empieza a florecer el amor por la arquitectura. Y para muchos estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Arquitectura de Hanói , ese camino no es solitario, sino que se ve impulsado por el acompañamiento y la guía de profesores y alumnos de cursos superiores, en un entorno académico rebosante de inspiración creativa.
Un proyecto arquitectónico no es solo un dibujo, refleja la personalidad del arquitecto.
A diferencia de muchas otras carreras, los estudiantes de arquitectura no tienen “exámenes de 15 minutos”, ni mucha “teoría vacía” que “memorizar”, sino que aprenden a través de la práctica creativa continua, especialmente mediante proyectos de curso, proyectos de diseño, proyectos de graduación...

Esto es lo que genera presión en muchos estudiantes de primer año. Al no tener a nadie que los guíe paso a paso, tienen que devanarse los sesos para generar ideas, investigar, diseñar y defender sus proyectos. Algunos pasan semanas buscando inspiración. Otros se quedan despiertos toda la noche ajustando la perspectiva. Algunos dibujos son corregidos por el comité de revisión, pero el estudiante los rehace y logra grandes avances.
De la obsesión inicial a la verdadera pasión
Muchos estudiantes coinciden en que el primer proyecto siempre es la experiencia más emotiva, pero también el hito más importante. Porque es en ese momento crucial donde se dan cuenta de que la arquitectura no se trata solo de dibujar con belleza, sino de resolver problemas espaciales de una manera significativa y humana.
En la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Arquitectura de Hanoi, el programa de formación está diseñado de forma abierta, creando las condiciones para que los estudiantes exploren una variedad de temas, desde vivienda, obras públicas, conservación del patrimonio hasta arquitectura verde, arquitectura comunitaria, reconstrucción urbana... Con la guía cercana de los profesores, muchos de los cuales son arquitectos famosos con mucha experiencia práctica, los estudiantes no solo adquieren habilidades profesionales, sino que también se inspiran en la creatividad, el pensamiento crítico y la valentía profesional.

Un buen proyecto es una historia contada con imágenes.
En el ámbito de la arquitectura, los proyectos no son meros dibujos, sino historias contadas a través del espacio. Se guía a los estudiantes en el desarrollo de ideas, su materialización en formas, espacios, detalles, etc.; en cómo expresar la esencia del proyecto mediante dibujos a mano o gráficos digitales; en cómo crear maquetas para transmitir sensaciones intuitivas; y, sobre todo, en cómo presentar, convencer y defender sus propios trabajos.
Por eso, los excelentes proyectos de los estudiantes de Arquitectura siempre atraen la atención en exposiciones especializadas y concursos nacionales e internacionales. Muchos estudiantes, gracias a sus propios proyectos, han alcanzado grandes logros: premios como Loa Thanh, Green Architecture, AYDA y ArcAsia, entre otros, participando en talleres internacionales en Japón, China, Corea y Europa.
Convierte tu obsesión por el proyecto en una pasión: es posible.
En la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Arquitectura de Hanoi, muchos estudiantes de último año compartieron con orgullo: "Antes nos daban mucho miedo los proyectos, pero ahora es el trabajo que más nos ilusiona". Porque cada proyecto es un reto personal, una oportunidad para la creatividad sin límites, un momento para que florezcan las ideas personales y para conectar con la comunidad y el entorno.

En cierto modo, todo estudiante de arquitectura es un narrador. Y al realizar un proyecto, aprenden por primera vez a contar una historia en lenguaje espacial, a plasmar un sueño espacial y a convertir la imaginación en estructuras y formas reales.
En la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Arquitectura de Hanoi, los estudiantes no solo estudian para realizar proyectos y graduarse, sino también para encontrarse a sí mismos, cultivar su amor por la profesión y madurar gradualmente en el papel de personas que crean espacios habitables para las personas, las comunidades y la sociedad.
Así que, si alguien pregunta: "¿Da miedo el proyecto?", sonríe y responde:
“Sí, pero cuanto más lo hagas, más te gustará.”
Fuente: https://tienphong.vn/tu-noi-am-anh-mang-ten-do-an-den-tinh-yeu-voi-nghe-kien-truc-hanh-trinh-truong-thanh-cua-nguoi-lam-nghe-sang-tao-post1766927.tpo






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