Ciudad Ho Chi Minh. El Sr. Khoa, de 41 años, padecía sequedad de garganta, dificultad para tragar y goteo nasal desde hacía más de un año. La endoscopia reveló un quiste en la nasofaringe.
El paciente tenía amigdalitis de grado 3, un tumor que ocupaba la nasofaringe y medía 2x2 cm, con una superficie lisa y tejido blando circundante de color rosado, según el Maestro, Doctor, CKI Pham Thai Duy, Centro de Otorrinolaringología, Hospital General Tam Anh, Ciudad Ho Chi Minh, el 19 de septiembre.
"Los quistes nasales provocan tinnitus y rinorrea prolongada en los pacientes", explicó el Dr. Duy, añadiendo que este tipo de quiste se localiza en la nasofaringe, es poco común, mayormente benigno, está revestido por mucosa epitelial y lleno de moco o líquido seroso.
El tumor no era muy grande y la tasa de benignidad era alta. El médico le recomendó al paciente dos opciones: seguimiento regular o cirugía. Sin embargo, las amígdalas presentaban hipertrofia de grado 3, con frecuentes recidivas, inflamación que causaba obstrucción y sequedad de garganta. El paciente había recibido tratamiento con medicamentos, pero no surtió efecto y requirió cirugía para extirparlos.
El Sr. Khoa optó por una amigdalectomía y un legrado del quiste nasofaríngeo simultáneamente. El médico utilizó un bisturí de plasma para cortar, quemar y detener el sangrado en la zona, acortando la duración de la cirugía, reduciendo el dolor y limitando el daño al tejido sano. Los resultados patológicos mostraron un quiste linfoepitelial benigno. Se trata de un tumor nasofaríngeo benigno con forma quística, una membrana gruesa y una superficie lisa, sin unión al hueso ni a la mucosa, móvil y sin dolor de garganta ni úlceras en la mucosa.
Médicos del Centro de Otorrinolaringología realizan una cirugía a un paciente. Foto: Hospital Tam Anh
El Sr. Khoa dijo que se sorprendió al recibir los resultados del quiste, pues pensó que tenía dolor de garganta. Tras la cirugía, se encontraba lúcido y sano, y recibió el alta hospitalaria al día siguiente.
La Dra. Tran Thi Thuy Hang, Maestra y Jefa del Departamento de Otorrinolaringología del Centro de Otorrinolaringología, explicó que los quistes no presentan síntomas típicos y no se pueden observar a simple vista. La enfermedad se puede detectar mediante endoscopia nasal posterior, tomografía computarizada o resonancia magnética.
Los tumores inflamatorios suelen inflamarse, causando goteo retronasal, congestión nasal, dolor en la región occipital y la nuca. El médico podría prescribir cirugía para extirparlos. Después de la cirugía, los pacientes deben seguir una dieta blanda, líquida y fría, limitar el ejercicio intenso, hablar en voz alta y gritar durante dos semanas, y evitar el sangrado de la herida quirúrgica. La probabilidad de recurrencia del tumor después de la cirugía no es alta; sin embargo, los pacientes deben someterse a controles regulares para evaluar la nasofaringe y detectar precozmente otras enfermedades que puedan aparecer en esta zona.
Actualmente no hay forma de prevenir los quistes nasofaríngeos debido a que se desconoce el mecanismo de la enfermedad. La Dra. Thuy Hang recomienda que las personas con síntomas de rinitis, goteo retronasal y tinnitus persistente se sometan a una evaluación médica para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado. Los chequeos médicos regulares ayudan a detectar tumores de forma temprana, cuando son pequeños, lo que proporciona el mejor pronóstico del tratamiento.
Khanh Ngoc
*El nombre del paciente ha sido cambiado.
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