El cáncer de hueso es un tipo poco común de cáncer. Sus síntomas iniciales suelen ser confusos y se confunden fácilmente con lesiones, artritis o dolor por sobreesfuerzo. Por ello, muchas personas solo descubren la enfermedad en una etapa avanzada, lo que provoca que el cáncer se propague a los tejidos circundantes o haga metástasis, según el sitio web de información sanitaria Everyday Health (EE. UU.).
El cáncer de huesos causa dolor y hace que los huesos sean más susceptibles a las fracturas.
FOTO: AI
A continuación se presentan signos comunes, pero fácilmente pasados por alto, del cáncer de huesos.
El dolor sordo en una zona del hueso es un síntoma común del cáncer de hueso.
Uno de los primeros y más comunes síntomas del cáncer de hueso es un dolor sordo y persistente en una zona del hueso, a menudo sin causa aparente. El dolor puede comenzar siendo leve e intermitente, pero luego se intensifica, especialmente por la noche.
A diferencia del dolor muscular causado por el ejercicio, el dolor del cáncer de huesos no cede con el descanso e incluso puede causar insomnio. El dolor suele localizarse en las pantorrillas, los muslos, los brazos o la zona pélvica, según la ubicación del tumor.
Hinchazón, bultos inusuales
A medida que el tumor crece, el hueso afectado puede comenzar a hincharse o a desarrollar un bulto bajo la piel. En ocasiones, el paciente puede palpar el tumor bajo la piel, cerca de la articulación o en un hueso largo como el fémur o el antebrazo. La piel que lo recubre está caliente, enrojecida y tirante. Sin embargo, en las primeras etapas, la hinchazón no es evidente ni causa dolor, lo que hace que el paciente sea subjetivo.
Fractura inusual después de un toque ligero
Los huesos dañados por el cáncer serán más débiles y propensos a fracturarse de lo normal. Esta es una de las señales de advertencia obvias, pero a menudo se ignora como un accidente fortuito.
De hecho, muchos pacientes se fracturan los huesos tras un leve resbalón, una caída o incluso una torcedura repentina. Acuden al hospital para recibir tratamiento solo para descubrir que tienen cáncer de hueso. Las fracturas más comunes se producen en huesos largos como el fémur, el brazo o la pelvis.
Fatiga persistente inexplicable
La fatiga persistente que no mejora tras el descanso puede ser un signo de cáncer, incluido el cáncer de huesos. La causa es que el cáncer produce citocinas inflamatorias y altera el metabolismo energético, lo que provoca que el paciente se sienta agotado sin motivo aparente. Sin embargo, muchas personas suelen pensar que la causa se debe al trabajo, el estrés o la falta de sueño, según Everyday Health .
Fuente: https://thanhnien.vn/ung-thu-xuong-nguy-hiem-nhu-the-nao-ai-de-bi-mac-185250630125747317.htm
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