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| El profesor asociado Pham Chien Thang afirmó que las universidades deberían tener una autonomía genuina, acompañada de una rendición de cuentas transparente ante la sociedad. (Foto cortesía del entrevistado) |
Según la Resolución n.º 71-NQ/TW del Politburó , la reestructuración del sistema de educación superior constituye una reforma integral destinada a superar las limitaciones actuales y mejorar la eficiencia operativa. Esto se considera un requisito esencial para mejorar la calidad de la formación y promover el desarrollo sostenible.
Para aclarar aún más la dirección y el impacto de este proceso, el periódico World and Vietnam realizó una entrevista con el profesor asociado Pham Chien Thang, jefe del Departamento de Periodismo y Comunicación de la Facultad de Ciencias (Universidad Thai Nguyen).
Una necesidad urgente en la era digital.
En el contexto de la transformación digital y la competencia global por el conocimiento, rediseñar la educación superior vietnamita se considera un requisito esencial de la nueva era. ¿Cómo evalúa la urgencia y la importancia estratégica de la actual reestructuración y fusión de instituciones de educación superior?
En mi opinión, la reestructuración del sistema de educación superior de Vietnam mediante fusiones y reorganizaciones universitarias es un paso inevitable y necesario en el contexto actual. Esta política se deriva de la realidad de que el sistema está fragmentado y disperso, lo que genera un desperdicio de recursos y limita la competitividad internacional.
El objetivo estratégico de este proceso es establecer universidades multidisciplinarias de gran escala, optimizando así la eficiencia operativa y mejorando la calidad de la educación y la investigación científica. De implementarse con éxito, esto no solo aumentará el valor para los estudiantes, sino que también creará instituciones líderes capaces de impulsar la educación superior vietnamita a nivel regional y global.
| "El éxito de la reforma depende de que se resuelvan de manera justa las cuestiones de las personas y de los intereses". |
Sin embargo, este es un proceso complejo y lleno de desafíos. Los mayores riesgos suelen estar relacionados con factores humanos, como conflictos de gobernanza e intereses, la preocupación por la pérdida de la identidad y la marca tradicionales de las instituciones, y la inestabilidad psicológica entre el profesorado y el alumnado.
Por lo tanto, para que la reforma alcance sus objetivos, el principio fundamental es contar con una hoja de ruta científica y transparente, evitando los "arreglos mecánicos". El éxito de esta política depende en gran medida de la capacidad de generar consenso, armonizar los intereses de todas las partes interesadas y priorizar siempre los derechos de docentes y estudiantes.
La fusión de universidades es un proceso que no solo involucra mecanismos de gobernanza, sino que también afecta los valores, la identidad y la mentalidad del personal de cada institución. En su opinión, ¿cuál es el enfoque adecuado para garantizar que las voces y aspiraciones de las universidades sean escuchadas y respetadas, creando así un consenso genuino en todo el sistema?
Para que el proceso de fusión realmente escuche y respete las aspiraciones de las universidades, es fundamental cambiar el enfoque de las órdenes administrativas a un proceso de diálogo colaborativo. Esto comienza con la elaboración de una hoja de ruta científica, abierta y transparente, en la que los criterios, objetivos y pasos de implementación se consulten ampliamente desde el principio. Establecer canales de diálogo abiertos donde líderes, profesorado y estudiantes puedan expresar sus opiniones es crucial para crear un entorno de confianza y reducir la incertidumbre.
El mayor y más delicado desafío es abordar la marca, la identidad y las tradiciones arraigadas de cada institución. Una estrategia de fusión inteligente no debe eliminar estos valores, sino encontrar maneras de heredarlos e integrarlos en una estructura más sólida y amplia.
En lugar de una fusión mecánica y completa, podrían preferirse modelos flexibles que permitan a las instituciones miembro conservar sus nombres y cierto grado de autonomía. En consecuencia, una facultad con sus propias fortalezas podría convertirse en una excelente facultad o instituto de investigación dentro de la nueva universidad, aprovechando sus competencias fundamentales y preservando su orgullo e identidad.
En última instancia, el éxito de la reforma depende de abordar de forma justa las cuestiones de las personas y sus intereses. Se necesitan políticas claras de recursos humanos para garantizar los derechos del personal y el profesorado, y el proceso de selección de nuevos líderes debe basarse en la competencia y la visión para evitar conflictos.
Lo más importante es que se necesita una visión compartida, una que permita que una universidad más sólida ofrezca un mejor entorno laboral al profesorado y un mayor valor para el alumnado. Cuando todas las partes estén alineadas, serán más positivas y estarán mejor preparadas para superar los desafíos del período de transición.
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| Estudiantes de la Universidad de Tecnología Industrial - Universidad Thai Nguyen reciben capacitación en la aplicación de inteligencia artificial. (Foto: Thu Ha) |
Establecer un modelo de gobernanza moderno y racionalizado.
Tras la fusión, el principal reto es reorganizar la estructura, reestructurar los programas de formación, el personal y las instalaciones. En su opinión, ¿cuáles son los factores clave que deben priorizarse para garantizar la calidad de la formación, la investigación y el desarrollo sostenible de las nuevas instituciones?
Tras la fusión, comienza el mayor desafío. Para garantizar el desarrollo sostenible, la máxima prioridad es establecer un modelo de gobernanza moderno, ágil y eficiente. En lugar de mantener o remendar sistemas obsoletos, es necesario construir con audacia una nueva estructura operativa flexible, eliminando las engorrosas capas intermedias.
La clave de este modelo reside en la selección de un equipo de liderazgo con visión, capacidad para conciliar los intereses de todas las partes y guiar a la unidad hacia objetivos comunes. Simultáneamente, la autonomía genuina debe ir acompañada de mecanismos claros de rendición de cuentas, creando así una base sólida para el funcionamiento y el desarrollo de la institución fusionada.
| "El éxito de la reforma no reside en los documentos políticos, sino en el arte de gestionar el cambio y la capacidad de unir a la gente". |
Bajo el nuevo marco de gobernanza, el siguiente elemento clave es la reestructuración de la estrategia del sistema de formación y la estabilización de la plantilla. Se requiere una revisión exhaustiva para eliminar los programas académicos ineficaces y superpuestos, a la vez que se aprovechan las fortalezas del modelo universitario multidisciplinario para desarrollar nuevos programas interdisciplinarios que satisfagan las necesidades prácticas de la sociedad.
Simultáneamente, es fundamental estabilizar la moral, motivar y desarrollar al profesorado mediante políticas de recursos humanos justas y transparentes, junto con esfuerzos para construir una cultura organizacional unificada. Finalmente, la planificación y optimización de la infraestructura, como el desarrollo de laboratorios, bibliotecas y espacios de aprendizaje compartidos, contribuirá a un uso eficaz de los recursos y sentará las bases para una investigación y una formación de alta calidad.
Desde la perspectiva de un experto, ¿podría compartir soluciones clave que sean estratégicas a largo plazo y factibles de implementar, para ayudar al proceso de reestructuración y fusión de universidades a lograr el objetivo de formar instituciones de educación superior fuertes, autónomas y con capacidades competitivas en la región e internacionalmente?
En mi opinión, para que las fusiones creen universidades verdaderamente sólidas, la primera estrategia es abandonar la imposición uniforme de un modelo único. En su lugar, se debe desarrollar una hoja de ruta de inversión específica, implementada en etapas claras. Este enfoque podría aprender de la experiencia internacional, por ejemplo, concentrando vastos recursos estatales para construir un pequeño grupo de "universidades de élite" capaces de competir globalmente; alentando a las universidades regionales a colaborar voluntariamente y fusionar facultades monodisciplinarias dentro de la misma región para crear centros especializados que lideren sus respectivos campos.
Simultáneamente, la creación de un entorno institucional y político "apalancador" es el segundo pilar crucial. Esto requiere que el Estado establezca un marco de "Gobernanza Universitaria Avanzada", que otorgue una autonomía genuina a las universidades fusionadas, pero con una rendición de cuentas transparente, evitando el riesgo de que el nuevo sistema se vuelva engorroso y burocrático.
| Para que el proceso de fusión realmente escuche y respete las aspiraciones de las escuelas, es necesario cambiar el enfoque de una 'orden' administrativa a un proceso de discusión colaborativa. |
Además, se debería establecer un fondo de apoyo financiero separado para ayudar a las escuelas a cubrir los costos durante el período de transición, y se debería promulgar un marco de política nacional de recursos humanos justo para abordar las cuestiones de recursos humanos y garantizar que nadie quede atrás.
En última instancia, el éxito de la reforma no reside en los documentos de política, sino en el arte de gestionar el cambio y la capacidad de unir a las personas. El factor decisivo es seleccionar líderes con visión y capacidad para resolver conflictos dentro de la organización.
En lugar de eliminarlas, se necesita una estrategia que respete y preserve la identidad y la marca de las instituciones fusionadas, transformando su legado en una fortaleza de la nueva entidad. Todo este proceso debe guiarse por una estrategia integral que destaque los beneficios a largo plazo, como el valor para los estudiantes y mejores oportunidades de investigación para el profesorado, fomentando así el consenso y las aspiraciones compartidas.
Fuerza impulsora del desarrollo nacional
En la era de la economía del conocimiento y la innovación, la educación superior debe convertirse en un motor del desarrollo nacional. En su opinión, ¿qué modelo debería rediseñarse el sistema de educación superior de Vietnam para adaptarlo a sus características nacionales y, al mismo tiempo, integrarse profundamente con las tendencias globales?
En el contexto de una economía basada en el conocimiento, el modelo más adecuado para reestructurar la educación superior de Vietnam debería ser el "Modelo de Estratificación Estratégica". No se trata de una fórmula rígida que se aplique a todos, sino de un marco flexible que crea un ecosistema educativo diverso, adaptado a las características nacionales y eficazmente integrado con el mundo. Este enfoque evita imponer un modelo único, optimizando las fortalezas de cada grupo de universidades para contribuir a los diferentes objetivos de desarrollo del país.
En concreto, este modelo tendrá dos niveles principales. En el nivel superior se encuentra el grupo de élite, compuesto por aproximadamente entre 3 y 5 universidades nacionales de investigación clave, que recibirán una inversión masiva para alcanzar estándares de clase mundial, similar al exitoso modelo chino del Proyecto 985.
El segundo nivel, que constituye la columna vertebral del sistema, está compuesto por universidades regionales que prestan servicios al desarrollo regional y a sectores clave. Este nivel se formará mediante la reestructuración de las universidades regionales para lograr una mayor autonomía y la fusión de escuelas monodisciplinarias (formación docente, salud, artes, etc.) dentro de la misma región para crear universidades especializadas sólidas, abordando así la fragmentación y la ineficiencia.
Sin embargo, independientemente del nivel, el modelo solo puede tener éxito si opera sobre una plataforma de gobernanza moderna. Esta plataforma requiere dos elementos fundamentales: una autonomía genuina para las universidades y una rendición de cuentas transparente ante la sociedad. Simultáneamente, el proceso de fusión debe llevarse a cabo con destreza, respetando y preservando la identidad y la marca históricamente valiosa de las universidades miembro, en lugar de eliminarlas. Esto es clave para generar consenso interno y garantizar el desarrollo sostenible de las nuevas universidades.
El Ministerio de Educación y Formación está desarrollando un plan para fusionar universidades y transferir algunas instituciones a la administración local. El plan se presentará al Gobierno para su aprobación este año, de modo que su implementación pueda comenzar en 2026. Según la Resolución 71 del Politburó, emitida en agosto, los ministerios, sectores y localidades deben reorganizar y reestructurar con prontitud el sistema de educación superior; fusionar o disolver instituciones deficientes; eliminar los niveles intermedios; estudiar la fusión de institutos de investigación con universidades; y transferir algunas instituciones a la administración local. El Ministro de Educación y Formación, Nguyen Kim Son, declaró que actualmente 140 universidades públicas de todo el país se encuentran en proceso de reestructuración. Esta reorganización abordará la fragmentación, el tamaño reducido y la duplicación de prácticas de gestión, aumentando así la eficiencia de la inversión y mejorando la calidad de la educación. El Ministerio está considerando varias opciones, como transferir las escuelas bajo la gestión de ministerios y agencias a las autoridades locales; fusionar las escuelas locales con las escuelas centrales, o entre escuelas bajo la gestión de ministerios y agencias; y disolver las escuelas que sean demasiado pequeñas o que no cumplan con los estándares. "Las escuelas que deban fusionarse se discutirán con los directores escolares, pero en principio, se trata de una orden administrativa, similar a la fusión de provincias y ciudades", declaró el Ministro de Educación y Formación. |
Fuente: https://baoquocte.vn/ve-lai-ban-do-phat-trien-giao-duc-dai-hoc-viet-nam-332411.html








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