Interesante leyenda sobre el nombre
Bután se llama Druk Yul en el idioma local, Dzongkha, que significa Tierra del Dragón del Trueno. El nombre proviene de los poderosos truenos que se producen con frecuencia en esta zona. Los lugareños creen que el trueno es el rugido de un dragón y que el trueno representa su fuerza y poder. Por eso, en la bandera nacional de Bután se ve la imagen de un dragón de cuatro patas sosteniendo cuatro gemas preciosas. El dragón blanco simboliza la pureza y la lealtad. Las gemas representan prosperidad, seguridad y protección para el pueblo de Bután.
Tierra espiritual
Bután es el último reino budista tántrico superviviente del mundo . Desde su introducción en el siglo VIII, la práctica budista ha permeado todos los aspectos de la vida butanesa. Esta religión influye en el arte, la arquitectura, los festivales y los rituales cotidianos, convirtiéndola en parte integral del tejido cultural del país. La cultura budista tradicional continúa prosperando en armonía con el mundo moderno, y los visitantes pueden apreciar fácilmente su celebración a través de las numerosas costumbres y tradiciones únicas de Bután.
Los monjes son muy respetados en Bután y desempeñan un papel importante en la vida y las creencias de la comunidad. Antiguamente, era común que un hijo de cada familia ingresara al monasterio, una costumbre y tradición en Bután que ya no se ve con frecuencia. Los monjes dedican su vida a la introspección, la meditación, la oración y el canto.
Un concepto diferente de felicidad
En este planeta, la mayoría de los países utilizan el PIB como indicador para evaluar su crecimiento y desarrollo. Sin embargo, Bután parece estar fuera de lugar porque no le importa mucho la economía . Aquí, en lugar del PIB, el FNB (Felicidad Nacional Bruta) es el indicador para evaluar el éxito y el desarrollo del reino.
Se puede apreciar el impacto de este concepto en la vida de las personas, tal como lo ha expresado el gobierno . Preocupado por la salud mental y física de su población, así como por el medio ambiente, el gobierno butanés protege activamente los bosques. Como resultado, Bután es el único país con emisiones de carbono negativas del planeta. Está prohibido fumar en este país.
Los butaneses viven según una filosofía única que enfatiza la humildad, la renuncia a las posesiones materiales y, sobre todo, la compasión por los demás. Incluso pueden molestarse si intentas quitarte un insecto de la camisa, pues creen que todo ser vivo tiene su propia vida y no debe ser molestado.
Si alguna vez te sientes perdido en la búsqueda de la fama y el dinero, haz un viaje a Bután y aprende sus puntos de vista sobre la vida y sus consejos sobre la felicidad.
Arquitectura
A lo largo de su historia, Bután ha seguido en gran medida la tradición arquitectónica del budismo tibetano. Muchos de los principales atractivos de Bután son sus famosos dzongs y antiguos monasterios. Los dzongs constituyen una presencia arquitectónica distintiva en el reino, ya que cumplen múltiples funciones: monasterios, fortalezas, palacios y centros administrativos locales. La reputación de los monasterios de Bután suele estar ligada a mitos y folclore transmitidos de generación en generación, y se consideran lugares sagrados.
La arquitectura tradicional también se aplica a todas las demás construcciones. En 1998, por decreto real, todos los edificios debían construirse con fachadas de madera multicolor, pequeñas ventanas arqueadas y techos inclinados. Por lo tanto, al visitar Bután, se observará que el estilo arquitectónico local es relativamente uniforme, con diferencias prácticamente exclusivas en los materiales de construcción para adaptarse al terreno y a las condiciones climáticas.
Música y danza
Muchas de las costumbres y tradiciones de Bután tienen sus raíces en el budismo, y esto se hace evidente en la música y la danza tradicionales. A los lamas y monjes se les atribuye la composición de canciones y la introducción de danzas. Estas danzas suelen incorporar instrumentos tradicionales como el chiwang, el dramnyen, el lingm, el aungli, etc.
Las danzas tradicionales de Bután son verdaderamente únicas, y con razón, un símbolo del reino. Las danzas también son una forma de transmitir el conocimiento cultural y las tradiciones de generación en generación. Entre ellas, el arte de las danzas de máscaras es parte esencial de los festivales. Las danzas se realizan para honrar y apaciguar a los dioses, a la vez que imparten enseñanzas espirituales y educan a la gente sobre el bien y el mal. Las representaciones también se consideran una forma de purificar la mente y cultivar la paz interior.
Arte thangka
La pintura thangka es un estilo de arte religioso originario de la India, donde nació el budismo hace más de dos mil años. A medida que el budismo se extendía gradualmente al Tíbet, la pintura tibetana comenzó a desarrollar su propio estilo. Como consecuencia natural, Bután desarrolló un estilo de thangka auténticamente butanés.
Las thangkas son pintadas tradicionalmente por monjes y lamas budistas que han recibido una rigurosa formación en monasterios. Representan budas o mandalas y se utilizan para facilitar la meditación y la contemplación, un proceso largo y arduo. A veces se las conoce como "mapas hacia la iluminación" y pueden considerarse representaciones visuales del estado de conciencia más elevado, la meta final del camino espiritual budista.
Una hermosa pintura Thangka puede tardar varios meses o incluso años en completarse, ya que el proceso es muy meticuloso y elaborado. Además de la habilidad pictórica, el artista también debe comprender las escrituras e imágenes budistas. Antes de ser presentadas al mundo, las pinturas Thangka suelen ser contempladas por los lamas, quienes las bendicen y las llenan de energía positiva. Se dice que incluso contemplar una pintura así deja una huella positiva en la mente humana, propiciando la felicidad futura.
Traje tradicional
Los butaneses se enorgullecen de su vestimenta tradicional y deben usarla en la escuela, el trabajo, los espacios públicos, las festividades reales y los festivales tradicionales. Sin embargo, notarás que no lo toman como norma, sino que la usan a diario con alegría y de todo corazón.
La vestimenta masculina se llama Gho y consiste en una túnica hasta la rodilla y calcetines, y una túnica corta y falda para las mujeres con accesorios. Un dato curioso sobre el código de vestimenta masculino butanés: los monjes deciden cuándo usar calcetines. El anuncio de usar calcetines marca el comienzo de los meses de invierno. Un anuncio similar se hace con la llegada de la primavera, indicando que es hora de quitarse los calcetines.
Cocina
La gastronomía butanesa es única, con mucha carne, queso y, por supuesto, chiles. Los chiles se suelen comer crudos para el almuerzo y la cena, además de añadirse a los platos. Si visitas los mercados agrícolas locales, verás puestos repletos de chiles, tanto secos como frescos, enteros y molidos. Debo decir que nunca había visto tantos chiles en un mercado en mi vida.
En la cultura culinaria butanesa, existe un ritual que demuestra que eres un invitado refinado. Es decir, debes rechazar la comida que te ofrece el anfitrión por primera vez. En ese momento, debes decir "Meshu" y cerrar la boca para mostrar gratitud y no querer molestar a los demás. Sin embargo, si el anfitrión continúa ofreciéndote comida, debes aceptarla cortésmente.
Deporte
El khuru y el tiro con arco son los dos deportes nacionales de Bután. El khuru es un deporte de equipo, jugado por entre 8 y 12 personas. Es similar a los dardos, así que, si puedes, anímate a desafiarte.
El tiro con arco, por otro lado, es mucho más serio y fue declarado deporte nacional en 1971. Si prestas atención a los Juegos Olímpicos, quizás hayas visto al equipo de tiro con arco de Bután. En Bután, el tiro con arco no es solo una forma de entretenimiento, sino que se considera un ejercicio mental y físico.
Fuente: https://heritagevietnamairlines.com/vuong-quoc-trong-may/
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