A continuación se describen hábitos comunes del estilo de vida moderno que dañan los riñones y favorecen la formación de cáncer.
El consumo excesivo de alcohol es un factor importante que daña la función renal en los jóvenes. - FOTO: AI
Comer comida rápida y comida procesada
Los alimentos procesados suelen contener muchos conservantes, aditivos químicos, grasas trans y sal. El alto contenido de sodio en la sal aumenta la presión sobre el glomérulo, la estructura responsable de filtrar la sangre en el riñón, según el sitio web de salud Medical News Today (Reino Unido).
Esta afección, si se prolonga, dañará los riñones. Además, los alimentos procesados también contienen fosfato inorgánico, una sustancia que aumenta el riesgo de calcificación vascular renal y reduce la función renal.
Un estudio publicado en la revista BMJ Open demuestra que las dietas ricas en alimentos ultraprocesados, como la comida rápida, los fideos instantáneos, los pasteles envasados y las bebidas industriales, aumentan el riesgo de muerte por enfermedades renales y cardiovasculares. Estos alimentos también incrementan la inflamación sistémica, un importante factor de riesgo para el cáncer, incluido el cáncer de riñón.
Deshidratación prolongada
El agua es esencial para que los riñones eliminen toxinas y prevengan la formación de cálculos renales. Cuando el cuerpo no está hidratado, el flujo sanguíneo a través de los riñones se reduce, lo que aumenta el riesgo de acumulación de toxinas y daño al tejido renal.
Además, la deshidratación prolongada también crea las condiciones para la formación de cálculos renales. Estos cálculos pueden rozar y dañar el tejido renal. Esta condición prolongada genera una reacción inflamatoria y daño celular que puede derivar en cáncer.
El consumo excesivo de alcohol afecta gravemente a los riñones.
El consumo excesivo de alcohol no solo es tóxico para el hígado, sino que también tiene graves efectos en los riñones. El alcohol altera el mecanismo renal de regulación del equilibrio hídrico y electrolítico, además de aumentar la presión arterial.
Un estudio publicado en la Revista Internacional de Cáncer demuestra que el consumo excesivo de alcohol aumenta significativamente el riesgo de cáncer de riñón, especialmente en hombres. El alcohol también daña el ADN y acelera la formación de radicales libres, lo que estimula la formación de células cancerosas.
El cáncer de riñón suele desarrollarse de forma silenciosa y no presenta síntomas evidentes en sus primeras etapas. A medida que la enfermedad progresa, el paciente puede experimentar signos como dolor lumbar persistente e inexplicable, sangre en la orina, pérdida de peso incontrolable, fatiga prolongada, fiebre recurrente de bajo grado o una masa palpable en la cadera o el abdomen, según Medical News Today (Reino Unido).
Fuente: https://thanhnien.vn/3-sai-lam-khien-nguoi-tre-vo-tinh-huy-hoai-than-tang-nguy-co-ung-thu-185250620115105374.htm






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