Un turista australiano concluyó cuatro cosas en las que notó que los vietnamitas eran mejores después de su visita a Vietnam en abril.
James Booth, residente en Tasmania, Australia, visitó Vietnam durante una semana en abril. Antes de su viaje, solo conocía tres lugares famosos: la bahía de Ha Long, Hanói y Ciudad Ho Chi Minh. Tras una semana, Booth se dio cuenta de que Vietnam tenía mucho más que ofrecer y que la gente local tenía un gran talento para desenvolverse en la vida cotidiana.
James Booth probó las patas de pollo al llegar a Vietnam, algo que nunca había hecho en Australia. Foto: Escape
Conducir
En Sídney, cuando los conductores tocan la bocina, significa que están muy enfadados con los demás. Booth lo llama "bocinazo tóxico" porque siempre va acompañado de ira. Pero en el tráfico de Vietnam, se dio cuenta de que tocar la bocina no significa que estén enfadados. Es simplemente una forma de decir "Estoy aquí" o "Muévete".
"Los australianos suelen decir clichés como ' En el sudeste asiático no hay reglas al volante' y actúan como si nuestro sistema de transporte fuera mejor. Pero me di cuenta de que aprender a conducir en Vietnam en realidad te ayuda a ser un conductor más informado y atento", compartió el turista.
Tráfico en Vietnam. Foto: Escape
Comer y beber
De niño, Booth estaba acostumbrado a comer pechuga de pollo. Por eso, cuando llegó a Vietnam y conoció las patas de pollo, sintió náuseas. Aun así, las probó y se dio cuenta de que el plato no era tan malo como pensaba.
Las patas de pollo son solo un ejemplo de la creatividad culinaria de los vietnamitas, que les permite desperdiciar menos comida que los australianos. Otros platos que impresionaron a Booth por su ingenio incluyen la elaboración de deliciosas recetas con anguila, intestinos de pescado, caracoles de mar y orejas de cerdo.
Booth también valora que los vietnamitas siempre compren alimentos frescos en los mercados locales en lugar de alimentos congelados en los supermercados. Además, la comida en el mercado también es más barata.
El turista varón comía tres veces al día porque la comida era muy fresca y nutritiva. Tras el viaje, gracias a la dieta vietnamita, Booth se sentía mejor y más sano que nunca.
Siesta
Si bien los australianos suelen quejarse de la incomodidad de los asientos de clase ejecutiva, los vietnamitas pueden descansar en cualquier parte, desde asientos de motocicleta hasta bancos de iglesia y hamacas. El espacio más impresionante se encuentra en Phu Quoc, donde las hamacas abundan.
Café con huevo
«Una forma maravillosa y dulce de empezar el día»: así describe Booth el café con huevo, una bebida a base de café negro, leche condensada y yemas de huevo batidas. Booth no solo lo elogia por su delicioso sabor, sino que además ha sido reconocido en numerosas ocasiones por la prensa extranjera como uno de los mejores cafés del mundo .
Anh Minh (Según Escape )
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