Pero con el auge y la rápida expansión de la inteligencia artificial (IA), las respuestas aparecen instantáneamente con tan solo una orden. El reto consiste en cómo pueden los profesores mantener el papel de las tareas escolares en este contexto.
TRABAJO DEL ESTUDIANTE, ¿DE QUIÉN SON LAS RESPUESTAS?
Como hablante de inglés, los ejercicios prácticos me ayudan a consolidar mis conocimientos. Aún hoy recuerdo y puedo presentar contenido aprendido en secundaria, como el presente simple o los verbos irregulares, gracias a gran parte de las tareas, aunque a veces resulten aburridas. Sin duda, los ejercicios me ayudan a progresar en mi aprendizaje del idioma.

El autor presenta reflexiones sobre los aspectos claros y poco claros de las actividades del programa YSEALI.
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Cuando empecé a enseñar inglés, los ejercicios se convirtieron en una herramienta fundamental para evaluar las habilidades de los alumnos. A través de cada frase escrita, error o uso de las palabras, podía identificar lagunas en su conocimiento, lo que me permitía mejorar el contenido y los métodos de enseñanza. Por ello, sigo utilizando ejercicios prácticos durante y después de cada clase.
Siempre les digo a mis alumnos que limiten el uso de la IA al hacer ejercicios; al mismo tiempo, analicen las ventajas y desventajas de su uso para fomentar el pensamiento crítico y la generación de ideas. Sin embargo, me preocupa que aún haya respuestas que parecen generadas por IA y carecen por completo de reflexión personal.
Por ejemplo, un estudiante promedio respondió correctamente la mayoría de las preguntas de vocabulario de la tarea. Cuando modifiqué las preguntas y solicité retroalimentación durante la clase, el estudiante no logró comprenderlas y a menudo olvidaba lo aprendido. Además, la forma en que presentó su trabajo era similar a la retroalimentación de la IA, como por ejemplo, resaltar las respuestas en negrita en las preguntas de completar espacios en blanco.
En otros casos, un estudiante bastante capaz puede responder con fluidez una tarea. Resulta que primero redactaste la respuesta y luego usaste IA para editarla y grabarla. En clase, el estudiante a veces duda y la respuesta no es tan fluida como la de la tarea.

El Sr. Tuan (cuarto desde la derecha) visita y aprende en el Children's Healing Art Project (EE. UU.), una organización artística para niños.
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Intuitivamente, puedo concluir que el trabajo del estudiante ha sido intervenido por IA e incluso puedo usar herramientas para comprobarlo. Sin embargo, no planteo el tema a mis estudiantes sin motivo, ya que su recurso a la IA refleja diversas razones: miedo a no completar la tarea, miedo a no tener buenas ideas, falta de confianza en sí mismos e incluso reparos frente al profesor y la clase.
Como persona que realiza la prueba, es mi responsabilidad comprender y abordar esas inquietudes, y diseñar ejercicios más eficaces, no encontrar errores.
PARA APRENDER Y PRACTICAR
En el contexto de la aplicación generalizada de la IA, el papel y la importancia de los ejercicios siguen vigentes. El problema radica en que es necesario reformular la manera de mantener y evaluar el aprendizaje mediante ejercicios para que los estudiantes tengan la oportunidad de aprender y practicar de verdad.
Un enfoque posible es la personalización. La tarea puede adaptarse a la experiencia del estudiante, como describir la primera vez que usó una aplicación para aprender inglés o describir sus hábitos de estudio. También les pido a los estudiantes que se graben en casa para analizar el contenido y los elementos de lo que se dijo en clase. De esta manera, la tarea se centra menos en la memorización y más en la expresión.
Cuando "deberes" es más que solo deberes
Según un estudio de Fatemeh Cheraghi y Mehrak Rahimi publicado en la revista SAGE Open en 2024, muchos académicos coinciden en que las tareas escolares son una herramienta poderosa para mejorar las habilidades de los estudiantes de inglés, especialmente gracias a su característica de ayudar a los estudiantes a practicar todos los días.
Los ejercicios no solo refuerzan la gramática y el vocabulario, sino que también amplían las habilidades de lectura y escritura y fomentan el hábito del autoaprendizaje. En las primeras etapas, los ejercicios de memorización ayudan a dominar la gramática y el vocabulario básicos. En niveles más avanzados, los ejercicios se centran en la aplicación flexible de habilidades, como la redacción de párrafos, la comprensión lectora o el análisis de textos.
Las investigaciones también demuestran que los ejercicios personalizados, con retroalimentación de los profesores y experiencias reales, ayudan a los estudiantes a progresar de forma más significativa. Además, estudios recientes han demostrado que los ejercicios que implican descubrimiento , proyectos o práctica en situaciones reales aumentan la motivación y el dominio del idioma.
En otras palabras, los deberes no son solo una tarea, sino una oportunidad para convertir el conocimiento en habilidades, ayudando a los alumnos a formar hábitos de pensamiento, para que puedan convivir verdaderamente con el idioma extranjero.
En una era donde la IA puede brindar respuestas rápidamente, la evaluación debe ir más allá del resultado y centrarse en el proceso. A menudo sugiero que los estudiantes adjunten notas del proceso, no para controlarlo, sino para ayudarlos a reflexionar sobre su razonamiento, comparando la primera versión con la revisada. Al observar su progreso en cada etapa, las tareas se convierten en una oportunidad para la reflexión en lugar de una obligación.
También abogo por un uso más consciente de la IA. En la mayoría de mis clases, les pido repetidamente a los estudiantes que indiquen claramente en qué partes de sus tareas se apoyaron en la IA. Durante las correcciones de tareas, suelo dedicar tiempo a comparar con ellos las sugerencias de la IA con sus propias revisiones para señalar las ventajas y desventajas, y animarlos a no depender exclusivamente de ella.
Al fin y al cabo, la relación entre la IA y los humanos es inseparable, por lo que es mejor guiar a los alumnos para que utilicen esta herramienta correctamente que impedírselo.
En definitiva, lo más importante para mí no es eliminar la IA del aula, sino guiar a los alumnos para que conserven la parte “humana” del proceso de aprendizaje: la curiosidad, la paciencia y el placer de encontrar las respuestas por sí mismos.
Fuente: https://thanhnien.vn/bai-tap-ve-nha-thoi-ai-185251114185159046.htm






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