En el rico acervo de la medicina popular vietnamita, cada grupo étnico posee su propio secreto para el cuidado de las mujeres embarazadas. Mientras que los Dao Rojos de Sa Pa y Ta Phin se enorgullecen de sus famosos baños de hierbas, la comunidad Thai (especialmente los Thai Blancos) del noroeste es conocida por un método singular: los baños de vapor con una olla de hojas aromáticas. Esta práctica no solo es una experiencia popular, sino también una terapia médica tradicional que ayuda a las mujeres a sobrellevar el difícil período de puerperio y a recuperar rápidamente la salud, demostrando un profundo conocimiento ancestral.
La delicada combinación de hierbas medicinales de montaña
Lo singular de la medicina tailandesa para baños de vapor es que no tiene una fórmula fija e inmutable. Se trata de una combinación flexible, que depende de la estación y las condiciones del suelo, de hojas aromáticas disponibles en los alrededores de la casa o en los campos. Sin embargo, en general, las hojas seleccionadas deben tener dos características fundamentales: un alto contenido en aceites esenciales y propiedades caloríficas, según la medicina tradicional.
Un manojo de hojas preparado para una mujer en el posparto suele ser un manojo grande, fresco y verde, compuesto por muchos tipos como: hojas de pomelo, hojas de limoncillo, albahaca, bálsamo vietnamita, hojas de bambú, artemisa, menta, perilla, hojas de guayaba, canela... Cada tipo de hoja tiene su propio uso, y combinadas crean un remedio integral.

El pueblo tailandés blanco de la región noroeste es famoso por un método único: cocinar al vapor con una olla de hojas aromáticas. Foto ilustrativa.
El método de preparación también es muy singular. Las hojas se lavan, se pueden machacar ligeramente para liberar sus aceites esenciales, se colocan en una olla grande, se cubren con agua y se hierven a fuego lento durante unos 20-30 minutos. Cuando la olla con las hojas hierve y desprende un aroma fragante, la mujer comienza el baño de vapor. Tradicionalmente, la mujer se sienta en una silla baja, coloca la olla con agua hirviendo debajo y se cubre de pies a cabeza con una manta fina (normalmente de gasa), creando así un baño de vapor improvisado. El calor y los aceites esenciales de la olla con las hojas impregnan todo el cuerpo, provocando la sudoración.
Según la medicina tradicional, tras el parto, las mujeres experimentan una pérdida de fuerza y sangre que provoca un estado de deficiencia de sangre y qi, así como un debilitamiento del sistema inmunitario. Durante este periodo, los poros (tẩu lý) se abren, lo que hace que el cuerpo sea muy susceptible a la invasión de frío (han) y viento tóxico (phong), causando enfermedades posparto como resfriados, dolores corporales y fatiga prolongada.
La terapia de vapor, conocida en la medicina tradicional como "sudoración", utiliza el calor y las propiedades medicinales de las hierbas para expulsar el frío del cuerpo a través del sudor. El calor también ayuda a activar la circulación sanguínea, facilitando así la expulsión de los loquios (sangre fecal) y previniendo la retención de líquidos y las infecciones. Asimismo, el aroma de las hierbas contribuye a la relajación mental, reduciendo el estrés y la fatiga.
El tesoro de medicinas de las grandes montañas del noroeste del pueblo tailandés blanco
La olla de hojas utilizada para el baño de vapor después del parto, aunque muy famosa, es solo una pequeña parte del invaluable tesoro de medicina que la comunidad tailandesa blanca (principalmente en Son La, Dien Bien y Lai Chau) ha conservado durante siglos. Para ellos, el bosque no solo proporciona alimento y madera para la construcción de viviendas, sino que también es una gigantesca farmacia, donde cada árbol, raíz, hoja y corteza puede convertirse en medicina para curar enfermedades.

El conocimiento médico popular del pueblo tailandés blanco constituye un patrimonio invaluable. Foto ilustrativa.
El conocimiento médico del pueblo tailandés blanco se transmite principalmente de forma oral dentro de las familias y clanes, sobre todo a través de los «Ong Mo, Ba Me» (médicos, chamanes), considerados maestros de las hierbas. Son capaces de identificar cientos de tipos diferentes de plantas medicinales, saben cómo recolectarlas según la temporada y combinan los ingredientes de acuerdo con el principio del yin y el yang (por ejemplo, medicina «fría» para tratar enfermedades «calientes» y viceversa) para crear remedios tradicionales eficaces.
Este tesoro de remedios es sumamente rico y abarca numerosos grupos de enfermedades. Además de los remedios para mujeres (regulación de la menstruación, mantenimiento del embarazo y aumento de la producción de leche), los tailandeses blancos son especialmente famosos por sus remedios para enfermedades óseas y articulares. Utilizan diversas vides y plantas leñosas que crecen en montañas rocosas, macerándolas en vino para masajes o para beber, y se especializan en el tratamiento del reumatismo, el dolor de espalda y los dolores musculares causados por el trabajo pesado.
Además, poseen remedios únicos para enfermedades hepáticas (utilizando plantas amargas y refrescantes para desintoxicar el hígado y tratar la ictericia), enfermedades digestivas (con brotes de guayaba y sim silvestre) y, especialmente, remedios hemostáticos a partir de hojas silvestres. Muchas hierbas medicinales valiosas de la región noroeste, como el árbol Mú Tún (tónico renal y para la virilidad) o el ginseng, hierbas que nutren el cuerpo, también provienen del conocimiento ancestral del pueblo tailandés.
Actualmente, al igual que la medicina popular de muchos otros grupos étnicos, el tesoro medicinal del pueblo tailandés blanco se enfrenta al desafío de perderse debido a la ruptura de la sucesión generacional y la disminución de los recursos forestales.
Desde infusiones de hierbas para mujeres en el posparto hasta remedios para el tratamiento de huesos y articulaciones y la desintoxicación hepática, el conocimiento médico tradicional del pueblo tailandés blanco constituye una herencia invaluable, reflejo de su aguda observación y su filosofía de vivir en armonía con la naturaleza. Las infusiones de hierbas no solo son una terapia que restaura la salud, sino también un símbolo del vasto tesoro medicinal de la comunidad tailandesa.
Preservar, investigar y promover estos valores no solo tiene un significado cultural, sino que también abre muchas nuevas direcciones para la medicina moderna en la búsqueda de valiosos principios activos en hierbas autóctonas.
Fuente: https://suckhoedoisong.vn/bi-quyet-phuc-hoi-suc-khoe-sau-sinh-cua-phu-nu-thai-tu-noi-la-thom-xong-ho-169251031224625233.htm






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