Nunca pensé que una reunión de exalumnos pudiera causar tanto caos en mi familia.
*A continuación se muestra un relato de la Sra. Truong, una mujer que vive en China:
Nunca pensé que una reunión de exalumnos pudiera causar tanto caos en mi familia.
Todo empezó esa noche. Eran exactamente las 12 y mi suegro aún no había llegado. Mi suegra estaba sentada en el sofá, con el teléfono en la mano en silencio, sin poder ocultar la ansiedad en su rostro. Lo había llamado decenas de veces, pero él solo respondió brevemente: «Voy de camino a casa».
Finalmente, pasada la medianoche, mi suegro abrió la puerta y entró. Tenía el rostro un poco emocionado y cansado, la camisa un poco arrugada y olía a alcohol. Dijo alegremente: «Hace mucho que no veo a un viejo amigo; tuvimos una charla muy agradable». Pero el rostro de mi suegra no reflejaba alegría en absoluto.
Tomó su teléfono, lo miró un rato y se detuvo en un mensaje corto: «Gracias por la fiesta de hoy». Una frase simple, pero suficiente para hacer palidecer a su suegra.
“¿Pagas tú la comida otra vez hoy?” preguntó con voz temblorosa.
Mi suegro guardó silencio. Me sentí incómodo al ver los ojos rojos de mi suegra. Al cabo de un rato, volvió a preguntar: "¿Cuánto cuesta la cuenta?".
“17.000 yuanes (unos 59 millones de VND)”, murmuró en respuesta.
De repente la atmósfera en la casa se volvió inquietantemente silenciosa.
Foto ilustrativa
Mi suegra se levantó de golpe, con la voz entrecortada por la ira: "¿17.000 yuanes? ¿Por qué no puedes pagar otra vez? Esta familia no es rica, ¿por qué gastas tanto dinero?".
Mi suegro tartamudeó al explicar que hoy en la reunión de la clase, todos sus viejos amigos estaban charlando de los viejos tiempos, todos elogiaban lo guapo que era en el pasado y lo generoso que era ahora.
No quería quedar mal ni que sus amigos pensaran que era tacaño, así que decidió pagar toda la comida.
Pero esta no es la primera vez.
Había invitado a sus amigos a comer y beber antes, gastando miles de yuanes cada vez, a veces incluso su salario mensual completo. Mi suegra se lo recomendó muchas veces, pero seguía sin cambiar.
Sabía muy bien que ninguno de sus amigos respetaba realmente a su suegro. Solo sabían que cada vez que se reunían, alguien pagaría la cuenta, y esa persona siempre era él.
A su suegra se le llenaron los ojos de lágrimas. Lloró y dijo: "¿Has pensado alguna vez en cómo me siento? Ahorro cada centavo, cuidando de la familia, mientras tú gastas dinero solo para ganarte un orgullo temporal. Llevamos tantos años viviendo juntos que nunca te he pedido nada. Pero ya no soporto esta situación. Si sigues así, divorciémonos".
Por primera vez vi a mi suegro tan atónito.
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Sé que no eres mala persona. Solo eres un hombre acostumbrado a que sus amigos lo elogien, acostumbrado a sentirse respetado, pero no se da cuenta de que eso no vale la felicidad de su familia.
Esta historia me hizo darme cuenta de una cosa: no des dinero a los demás solo por orgullo. En esta vida, el amor es importante, pero la familia lo es aún más. Un hombre verdaderamente responsable no es quien usa el dinero para ganarse el respeto, sino quien sabe apreciar lo que tiene.
No sé cómo irán las cosas entre mis suegros, pero espero que mi suegro se dé cuenta de lo que es más importante antes de que sea demasiado tarde.
Luna
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/bo-chong-di-hop-lop-ve-muon-me-chong-doc-8-chu-trong-may-ong-thi-oa-khoc-doi-ly-hon-sao-ong-dam-172250211081406051.htm
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