En la mañana del 2 de diciembre, en Hanói, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó el informe “La Próxima Gran Polarización: Por qué la Inteligencia Artificial Podría Aumentar la Desigualdad entre Países”. El mensaje principal es que, si bien la IA tiene un gran potencial para transformar la economía y los servicios públicos, las diferentes perspectivas de los países generan riesgos significativos. Sin políticas sólidas, la brecha de desarrollo podría ampliarse, amenazando con revertir décadas de esfuerzos para reducir la desigualdad global.
En ese contexto, Vietnam se ha consolidado como un punto de referencia en la región. Según el PNUD, el Gobierno vietnamita ha demostrado una firme voluntad política mediante una estrategia nacional para convertir al país en uno de los centros de inteligencia artificial para 2030, con el objetivo de situarse entre los tres primeros del Sudeste Asiático y entre los 50 primeros a nivel mundial en investigación y desarrollo en este campo.
El informe de la Evaluación del Panorama de la Inteligencia Artificial (AILA) del PNUD muestra que Vietnam ha estado implementando inversiones clave para promover la transformación digital. El rápido desarrollo de la infraestructura digital, incluyendo la cobertura 4G a nivel nacional, la hoja de ruta para la implementación del 5G y la mejora en la clasificación mundial de gobierno electrónico, constituyen bases sólidas que sustentan este proceso.

El potencial de la IA en Vietnam ha empezado a ser evidente en la vida real. Esto incluye herramientas que ayudan a diagnosticar enfermedades con mayor precisión en clínicas, plataformas que personalizan el aprendizaje o aplicaciones que ayudan a los agricultores a detectar plagas incluso con habilidades digitales limitadas. En particular, se está probando una plataforma de apoyo basada en IA para ayudar a los ciudadanos a acceder a 15 servicios administrativos públicos esenciales en línea.
Estos esfuerzos colocan a Vietnam en el centro de la región Asia-Pacífico, considerada el centro global de transformación de la IA con el potencial de contribuir con casi un billón de dólares en PIB adicional a las economías de la ASEAN durante la próxima década.
Sin embargo, la Sra. Ramla Khalidi, Representante Residente del PNUD en Vietnam, advirtió que Vietnam también se enfrenta a la formación de una brecha de equidad en materia de IA. La IA se está desarrollando a un ritmo más rápido que cualquier tecnología anterior, y los países o grupos de población que no sean capaces de absorber estas innovaciones correrán el riesgo de quedar aún más rezagados.
Millones de empleos, especialmente los de mujeres y jóvenes, corren el riesgo de ser automatizados. El uso de IA en la contratación podría reforzar inadvertidamente los estereotipos de género, empujando a las mujeres a empleos mal remunerados mientras los hombres dominan los puestos técnicos.
El panorama regional también muestra disparidades significativas en la preparación digital. Si bien potencias tecnológicas como Singapur, Corea del Sur y China están invirtiendo fuertemente en infraestructura y habilidades avanzadas, muchos otros países aún tienen dificultades para garantizar el acceso digital básico.
La infraestructura, las habilidades y la capacidad de gobernanza limitadas no solo reducen los beneficios potenciales de la IA, sino que también aumentan los riesgos de inseguridad de los datos. Las previsiones indican que, para 2027, más del 40 % de las filtraciones de datos globales relacionadas con la IA podrían derivar del uso indebido de la IA generativa.
La Sra. Ramla Khalidi comentó que Vietnam está bien posicionado para aprovechar la IA para el crecimiento sostenible, pero el requisito previo es abordar a fondo los desafíos en habilidades digitales, calidad de datos e inclusión social.
Para que la IA se convierta realmente en una fuerza impulsora del desarrollo equitativo, Vietnam necesita desarrollar políticas inclusivas, realizar inversiones específicas y establecer mecanismos responsables de gobernanza de la IA. Un ecosistema digital saludable debe garantizar que las mujeres, las comunidades rurales y los grupos vulnerables no se queden atrás, y que la tecnología se convierta en una herramienta para reducir, en lugar de ampliar, la brecha entre ricos y pobres.
Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/cong-nghe/canh-bao-nguy-co-noi-rong-khoang-cach-phat-trien-vi-ai/20251202023232422






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