Según el Dr. Nguyen Chi Thanh, del Departamento de Oncología del Hospital General Tam Anh de la ciudad de Ho Chi Minh, el hígado es un órgano vital del cuerpo que realiza muchas funciones, como eliminar toxinas, producir bilis, almacenar vitaminas y minerales, metabolizar sustancias y sintetizar factores de coagulación y albúmina.
El cáncer de hígado es una afección en la que las células hepáticas crecen de forma anormal, a menudo debido a mutaciones del ADN en el organismo, lo que forma tumores malignos que interfieren con el funcionamiento normal del órgano. En ocasiones, los tumores hepáticos malignos se desarrollan a partir de otras enfermedades como la hepatitis o la cirrosis.
En sus primeras etapas, el cáncer de hígado no suele presentar síntomas evidentes, es difícil de detectar y se confunde fácilmente con otras enfermedades hepáticas. Sin embargo, algunos síntomas pueden sugerir cáncer de hígado en etapa temprana, como pérdida de apetito, náuseas, vómitos, fatiga, letargo, escalofríos, fiebre alta, oscurecimiento del rostro (debido al deterioro del metabolismo de la melanina en el hígado) y dolor en la zona costal inferior derecha.
Si nota algún síntoma inusual, debe acudir al hospital para una revisión médica. Si se sospecha cáncer, el médico solicitará pruebas adicionales para evaluar y diagnosticar la enfermedad.
Mucha gente se pregunta si la pérdida de apetito es una señal de alerta de cáncer de hígado. (Imagen ilustrativa)
Si el cáncer de hígado no se detecta y trata a tiempo, progresará a una etapa avanzada. En este punto, los síntomas son más evidentes y graves, como agrandamiento del hígado (que puede ser palpable), aumento de la frecuencia e intensidad del dolor en la zona costal inferior derecha, picazón en la piel (debido al aumento de la bilirrubina en sangre), ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura y pérdida de peso rápida e inexplicable.
Todas las personas deberían hacerse chequeos médicos y pruebas de detección de cáncer con regularidad. En sus primeras etapas, el cáncer de hígado no suele presentar síntomas evidentes, por lo que la mayoría de las personas le presta poca atención. Quienes presentan factores de alto riesgo, como cirrosis, hepatitis alcohólica crónica y hepatitis B o C, deberían hacerse una ecografía abdominal al menos cada seis meses.
Cuando se sospecha cáncer de hígado, los médicos solicitan pruebas de diagnóstico adicionales, como análisis de sangre, tomografía computarizada abdominal, resonancia magnética abdominal y biopsia de hígado.
"La detección regular del cáncer de hígado es una forma eficaz para que los médicos detecten la enfermedad de forma temprana, mejorando así la eficacia del tratamiento y la calidad de vida", aconseja el Dr. Thanh.
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Fuente: https://vtcnews.vn/chan-an-co-phai-dau-hieu-canh-bao-ung-thu-gan-ar907276.html






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