Foto: Funcionarios de cuarentena del Departamento de Ganadería, Veterinaria y Pesca en cuarentena de focas.
De hecho, muchos hogares y granjas que aplican medidas de bioseguridad han reducido significativamente el riesgo de brotes de enfermedades. Desde la etapa inicial, los agricultores deben elegir razas sanas con orígenes claros y certificados veterinarios de cuarentena completos. Los alimentos y el agua potable deben ser higiénicos, libres de bacterias y moho; se debe limitar al máximo el uso de restos de comida sin tratar.
Los establos deben diseñarse para ser altos y ventilados en verano y cálidos en invierno. Es fundamental mantener una limpieza, desinfección y esterilización regulares. Los fosos de desinfección ubicados en la entrada, junto con las normas que exigen a visitantes y comerciantes el cumplimiento de las medidas de higiene epidemiológica, constituyen medidas eficaces para proteger al ganado.
Controlar proactivamente las epidemias
Uno de los elementos clave de la bioseguridad en la ganadería es el control de enfermedades. El ganado debe estar completamente vacunado según el calendario veterinario. Los ganaderos deben observar diariamente la salud del ganado y ponerlo en cuarentena de inmediato al detectar signos inusuales.
Ante una epidemia, es fundamental no ocultarla; se debe informar de inmediato al personal veterinario local para que tome las medidas necesarias. Asimismo, el transporte, la compra y la venta de animales deben controlarse rigurosamente. Solo se permite la circulación de productos que hayan superado la cuarentena y la inspección de seguridad alimentaria, contribuyendo así a prevenir la propagación de la enfermedad.
Hacia una agricultura verde y sostenible
La agricultura biosegura no solo se centra en la prevención de enfermedades, sino que también hace hincapié en la protección del medio ambiente. La recogida y el tratamiento de residuos mediante tanques de biogás, lechos biológicos o fermentación microbiana ayudan a reducir los olores y la contaminación, creando una fuente de energía renovable y respetuosa con el medio ambiente.
Los beneficios de este modelo han quedado claramente demostrados: minimiza los daños causados por las epidemias, mejora la calidad de los productos, garantiza la inocuidad alimentaria y estabiliza los medios de vida de los ganaderos. En particular, la aplicación simultánea de medidas de bioseguridad es la clave para aumentar la resistencia, reducir el riesgo de transmisión de enfermedades y sentar las bases para un desarrollo ganadero sostenible.
La agricultura biosegura constituye una sólida barrera para proteger el ganado, los medios de subsistencia de los agricultores y la salud pública. Además, es fundamental para construir una agricultura moderna, segura y sostenible , una dirección inevitable para el sector ganadero en el contexto de la integración y el cambio climático.
Fuente: https://sonnmt.sonla.gov.vn/nganh-chan-nuoi/chan-nuoi-an-toan-sinh-hoc-hang-rao-vung-chac-bao-ve-dan-vat-nuoi-936713






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