El Parlamento Europeo y los estados miembros de la Unión Europea (UE) acaban de aprobar una flexibilización de las regulaciones para aumentar la competitividad de las industrias de tecnología verde en el viejo continente con China y Estados Unidos.
Producción prioritaria en Europa
Ante numerosos riesgos, como el alza de los precios de la energía y la fuerte competencia de China y EE. UU. que afecta a las industrias ecológicas europeas, la Comisión Europea (CE) presentó hace más de un año propuestas para mejorar la competitividad de las empresas. El plan, denominado "Plan industrial para un pacto verde en la era de la neutralidad de carbono", se centra en una mayor flexibilización de la normativa sobre la financiación estatal de proyectos ecológicos, así como en la reducción de las restricciones legales. En esta ocasión, la flexibilización continúa en esa dirección. Paneles solares, aerogeneradores, baterías, bombas de calor, hidrógeno renovable... son los campos tecnológicos que la UE prioriza para alcanzar el ambicioso objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, creando autonomía energética y dejando atrás la dependencia del petróleo y el gas rusos.
El 6 de febrero, la CE propuso objetivos para reducir las emisiones de carbono en un 90% en comparación con los niveles de 1990 para 2040 y lograr la neutralidad de carbono para 2050.
Bruselas apoya estos sectores para impulsar la producción en Europa y obtener una mayor cuota del mercado de las energías limpias, que se estima que se triplicará hasta alcanzar los 600 000 millones de euros anuales para 2030. A diferencia de la propuesta anterior de la CE, el nuevo documento aprueba la inclusión de todo el sector nuclear en la lista de tecnologías estratégicas, una importante victoria para Francia y unos diez países más que investigan y desarrollan la energía atómica para garantizar un suministro eléctrico sin emisiones de carbono. Sin embargo, cada Estado miembro sigue teniendo la libertad de excluir la energía nuclear o cualquier otra tecnología de las nuevas medidas de apoyo.
No quiero quedarme atrás
En los últimos años, la carrera por el dominio de las industrias verdes se ha acelerado a nivel mundial . China, pionera en este campo, se ha marcado objetivos ambiciosos en su último plan quinquenal, destacando su avance en el mercado de los coches eléctricos. Otros países, como Canadá, Japón y Estados Unidos, han invertido cientos de miles de millones de dólares en tecnología verde, lo que ha generado preocupación en la UE. El bloque de 27 países se ha dado cuenta de que debe actuar si no quiere sufrir una nueva oleada de deslocalización de la producción y quedarse atrás en la carrera por la industria verde.
El eurodiputado Christophe Grudler admitió que, hoy en día, la mayoría de los productos de tecnología limpia se fabrican fuera de la UE, lo que genera una dependencia estratégica de terceros países. Por ejemplo, más del 90 % de los paneles solares instalados en Europa se producen en China. Además, el plan europeo también contempla abordar la política de subvenciones estatales a la industria verde en China y Estados Unidos.
La UE se ha fijado el objetivo de cubrir el 40 % de sus necesidades de tecnología verde con productos de sus propias fábricas para 2030. Sin embargo, el programa solo prevé 1500 millones de euros (unos 1600 millones de dólares estadounidenses) de fondos disponibles, como el fondo para investigación y desarrollo. Alemania y varios otros importantes contribuyentes al presupuesto de la UE han rechazado la idea de un fondo soberano europeo para impulsar la industria europea y aumentar su atractivo y competitividad.
PERLA
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