En Vietnam, la producción agrícola representa aproximadamente el 80% de las emisiones totales del sector agrícola. Por lo tanto, el proyecto "Producción agrícola para reducir las emisiones en el período 2025-2035", aprobado recientemente por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente , no solo constituye un plan técnico, sino también un cambio estratégico en la hoja de ruta "Cero Neto 2050".
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La agricultura de reducción de emisiones es un rumbo inevitable para Vietnam. (Foto ilustrativa) |
Según las estadísticas, el sector agrícola emite más de 116 millones de toneladas de CO₂ equivalente al año. De estas, la mayor parte se debe al cultivo de cultivos, principalmente al metano en la producción de arroz, el uso de fertilizantes químicos y la quema de paja tras la cosecha. Si estos hábitos no cambian, la agricultura vietnamita será catalogada como un emisor de altas emisiones, lo que pondrá a muchos productos agrícolas en riesgo de perder su ventaja competitiva en el mercado internacional.
Sin embargo, en medio de las dificultades, existen oportunidades, ya que si nos orientamos hacia la reducción de emisiones, la agricultura vietnamita no solo podrá "limpiarse", sino también generar "créditos de carbono", un nuevo valor económico . Cada hectárea de tierra agrícola no solo produce arroz, mandioca, plátanos, etc., sino que también genera ganancias por la cantidad de emisiones que se reducen.
El punto clave del proyecto es la creación y el desarrollo de áreas de materia prima para cultivos que reducen las emisiones. Se trata de una mentalidad de desarrollo que se basa en la cadena de valor, considerando a agricultores, empresas y el Estado como tres eslabones de un sistema integrado. Solo cuando exista un área concentrada de materia prima, aplicando simultáneamente procesos agrícolas sostenibles y gestión digital, el control y la certificación de la reducción de emisiones tendrán una base científica y transparente.
El proyecto propone formar cadenas de producción y consumo que vinculen productos agrícolas de bajas emisiones, conectando las zonas de materias primas con las empresas compradoras y exportadoras. Esto también significa que las empresas dejarán de estar al margen de la agricultura verde, para convertirse en socias, compartiendo beneficios y responsabilidades con los agricultores.
La aplicación de la tecnología digital en el monitoreo de emisiones, la trazabilidad y las estadísticas de los resultados de reducción de emisiones será una nueva herramienta de gestión que demostrará un cambio de mentalidad: de una agricultura basada en la experiencia a una agricultura basada en datos. Cuando cada hectárea de tierra cultivada tenga un código asignado y cada producto cuente con un registro de emisiones, la agricultura vietnamita entrará en una etapa de transparencia y una profunda integración con los estándares internacionales.
Sin embargo, para alcanzar los objetivos del proyecto, es fundamental no conformarse con eslóganes. El mayor problema actual es la falta de incentivos para la inversión en áreas de materias primas, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, mientras que los agricultores aún se muestran reacios a cambiar sus prácticas agrícolas. Por lo tanto, el Estado necesita políticas crediticias preferenciales, apoyo técnico y seguros de riesgo para modelos agrícolas de bajas emisiones. Además, es necesario implementar ampliamente la comunicación, la capacitación y el asesoramiento a los agricultores sobre técnicas agrícolas que ahorran agua, reducen el uso de fertilizantes químicos y gestionan los subproductos de forma respetuosa con el medio ambiente. Las autoridades locales deben convertirse en el centro de la acción, promoviendo cooperativas y empresas para que formen áreas modelo de materias primas.
Para 2035, Vietnam se propone desarrollar una etiqueta de "Bajas Emisiones" para productos agrícolas clave como el arroz, la yuca, la caña de azúcar, el café, el banano, etc., e implementar al menos 15 modelos agrícolas piloto que puedan participar en el mercado internacional de créditos de carbono. Este es un objetivo ambicioso, pero es totalmente viable si se implementa adecuadamente, ya que cuando los "productos verdes" tengan valor comercial, las empresas y los agricultores se inclinarán voluntariamente por ellos.
Para 2050, cuando el 100% de la superficie de cultivo principal aplique procesos agrícolas sostenibles, la agricultura vietnamita no solo reducirá las emisiones, sino que también podrá convertirse en una industria de captura de carbono: una verdadera "economía verde", que contribuirá al crecimiento verde nacional. Reducir las emisiones en los cultivos no puede ser solo responsabilidad del sector agrícola, sino una responsabilidad compartida de toda la sociedad, una oportunidad para avanzar hacia el objetivo de "crecimiento verde - desarrollo sostenible".
Fuente: https://baobacninhtv.vn/chia-khoa-cua-nong-nghiep-phat-thai-thap-postid429376.bbg
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