Recuerdo este día del año pasado. Su cumpleaños coincidió con un evento benéfico en el Hospital Provincial de Oncología. Como de costumbre, él y el grupo de voluntarios planearon entregar arroz y agua a los pacientes. En Nha Trang se encargó un pastel, que esperaba para que lo trajera a Ninh Hoa para celebrar su cumpleaños con su familia. Sin embargo, un evento inesperado convirtió ese día en un recuerdo profundo, que él y todos recordarán para siempre.
Mientras el grupo distribuía arroz a los pacientes en la sala de seguridad, justo en la puerta del hospital, una niña rompió a llorar repentinamente cerca del pastel de cumpleaños que se había colocado temporalmente en la sala de seguridad. Al ver su aspecto tímido y sus ojos enrojecidos, se acercó a preguntar. Al principio, la niña se mostró tímida, pero luego, con la voz entrecortada, dijo: «Hoy es el cumpleaños de mi papá. Quizás este sea su último cumpleaños, pero mi familia no tiene suficiente dinero para comprarle un pastel de cumpleaños».
Esa frase lo dejó en silencio, no solo a él, sino también a todo el grupo de voluntarios. Los ojos de la niña reflejaban impotencia, llenos de dolor, pero también de un amor inmenso por su padre. Miró su pastel y, de repente, se le ocurrió una idea. Sin dudarlo, se volvió hacia el grupo de voluntarios y dijo: "Llevemos este pastel para celebrar el cumpleaños del padre de la niña". Al oír eso, algunos miembros se preguntaron: "Pero el pastel dice 'Feliz cumpleaños a papá Ban'. ¿Es raro?". Sonrió, medio en broma: "Está bien borrar la palabra 'Ban', solo quedará 'Feliz cumpleaños, papá', todos lo entenderán. ¡Lo importante es el significado!".
Tras entregar comida y agua a los pacientes, el grupo de voluntarios acompañó a la niña a la habitación de su padre. En el camino, ocurrió algo inesperado. Cuando el ascensor se detuvo en el segundo piso, un conductor de Grab entró de repente con otro pastel de cumpleaños en la mano. Un miembro del grupo dijo con alegría: "¡Solo llamé para pedir el pastel, lo subieron justo a tiempo!".
Al entrar en la habitación del hospital, tanto el grupo como la niña se sintieron abrumados por la emoción. El padre, delgado y cansado, de repente tenía los ojos brillantes, mirando el pastel con una alegría inconfundible. El pastel recién traído también se colocó junto a él, y el grupo decidió celebrar una pequeña fiesta de cumpleaños en la habitación. Todos cantaron "Feliz Cumpleaños" juntos; el ambiente en la habitación parecía iluminarse de felicidad. El padre tenía lágrimas en los ojos, apretando la mano de su hija con fuerza, como para agradecerle su piedad filial. La niña sonrió entre lágrimas, con los ojos brillantes de emoción y gratitud hacia el grupo de voluntarios.
El pastel de cumpleaños no era solo un regalo material, era un símbolo de amor, generosidad y bondad. Para la niña y su padre, fue el regalo más significativo en días difíciles. Para él, fue un cumpleaños sin velas ni fiestas, pero fue completo y memorable...
NGUYEN THANH TAM
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Fuente: https://baokhanhhoa.vn/van-hoa/sang-tac/202501/chiec-banh-sinh-nhat-54e02e4/
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