Solo necesitas un teléfono inteligente, levanta la cámara y tendrás una hermosa foto - Foto: AI
Con el desarrollo de la tecnología, capturar cada momento de la vida se ha vuelto más fácil que nunca. Según datos de Photutorial, en 2023, se registraron en el mundo alrededor de 5,3 billones de fotos, o más de 61.000 fotos por segundo.
El psicólogo Fabian Hutmacher (Universidad de Würzburg, Alemania) comentó: «Almacenamos más datos personales que cualquier generación anterior. La pregunta es si esto cambia la forma en que recordamos nuestras vidas».
Cómo las imágenes digitales cambian la forma en que el cerebro recuerda
La memoria autobiográfica, la capacidad de recordar acontecimientos de la vida, es fundamental para la identidad. Sin embargo, según investigaciones neurológicas, el cerebro no opera la memoria como una cámara de video.
La memoria depende de la coordinación entre el hipocampo (que codifica las nuevas experiencias) y la corteza prefrontal (que organiza las experiencias en historias). Estas dos regiones solo son eficaces cuando estamos concentrados y emocionales, lo cual suele verse alterado cuando estamos demasiado concentrados tomando fotos.
“Los recuerdos no son verdades absolutas, pero reflejan la forma en que contamos historias sobre nosotros mismos”, afirma Julia Soares, PhD, psicóloga de la Universidad Estatal de Mississippi.
En el lado positivo, las imágenes pueden actuar como una "llave" para recordar recuerdos o emociones olvidadas. Hay emociones que hemos olvidado, pero al mirar fotos, todo vuelve a nosotros. También podemos recordarnos a nosotros mismos simplemente observando los cambios en las fotos a lo largo del tiempo.
Sin embargo, la función de las fotos no se limita a la evocación. En la era digital, la formación de la memoria ya no es solo tarea del cerebro, sino también el resultado de la interacción entre este y dispositivos como los teléfonos inteligentes. Cuando confiamos la memoria a las máquinas, la memoria personal se convierte en un sistema híbrido de lo interno y lo externo.
Tomar demasiadas fotografías puede hacer que... recordemos peor.
Tomamos fotografías de todo, en todas partes: cielos hermosos, flores recién florecidas, comida deliciosa, nuevos amigos, incluso levantamos alegremente nuestros teléfonos para tomar algunas fotos a cambio de nada - Foto: AI
Un estudio de 2013 realizado por la profesora Linda Henkel reveló que tomar fotos puede reducir la capacidad de recordar eventos si el fotógrafo depende completamente de la cámara para retener información. Por el contrario, si el fotógrafo se concentra y siente al tomar fotos, la memoria mejora.
“Si vas a un concierto en vivo y grabas un video de 90 minutos para encontrar el ángulo perfecto, lo disfrutarás menos y lo recordarás menos. Pero si tomas una foto de un momento porque es tu canción favorita, lo recordarás con más claridad”, dice la psicóloga Hutmacher.
La realidad es que la mayoría de la gente no revisa sus fotos con regularidad. Se acumulan, se acumulan y, finalmente, se olvidan.
¿Estamos “editando” nuestros recuerdos?
Olvidar es parte natural de la memoria. Pero en un mundo digital, elegir qué capturar, qué conservar y qué eliminar afecta profundamente nuestra forma de recordar e incluso nuestra definición del pasado.
Un estudio científico de 2023 descubrió que cuando las personas comparten fotos en redes sociales, recuerdan la experiencia con mayor claridad. Por el contrario, cuando borran fotos, sus recuerdos se vuelven menos vívidos. Algunas personas incluso borran intencionalmente fotos de exparejas o recuerdos desagradables para "olvidar".
La gente intenta controlar sus recuerdos controlando las imágenes. Las fotos se convierten en las "montañas de la memoria", y los eventos sin fotos se pierden en el "valle del olvido". La pregunta es: ¿hasta qué punto nos afecta esto?", dijo Soares.
Desde una perspectiva científica, tomar fotos no es malo. Las fotos siguen siendo una gran herramienta para recordar, siempre que las usemos con intención. Cuando elegimos capturar los momentos que realmente importan, nos tomamos el tiempo de vivirlos plenamente frente a la cámara y, de vez en cuando, volvemos a mirar esas imágenes, no solo preservamos nuestros recuerdos, sino que también los ayudamos a perdurar.
En una era donde todo se puede digitalizar, almacenar y compartir al instante, no se trata solo de lo que grabamos, sino de lo que queremos recordar y por qué. Los recuerdos no solo se almacenan en nuestros teléfonos, sino que viven en nuestra mente.
Fuente: https://tuoitre.vn/chup-anh-qua-nhieu-se-bi-giam-tri-nho-20250618205623776.htm
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