Los expertos en aviación revelan que la cantidad de agua que pierden los pasajeros durante un vuelo es enorme. Sin embargo, a menudo olvidan beber agua durante el vuelo, especialmente en viajes largos.
La mayoría intenta pasar el tiempo durmiendo, viendo películas o charlando con amigos. Otros se toman unas copas antes de darse cuenta de que llevan horas sin beber agua.
La deshidratación es muy común en vuelos de larga distancia. Esto podría explicar por qué la garganta, la nariz y la piel se resecan tanto en los aviones. En general, cuanto más largo es el vuelo, mayor es el riesgo de deshidratación.
Los pasajeros en vuelos de larga distancia necesitan beber agua con frecuencia.
“Debido a que el aire no recircula en un avión, la garganta, la nariz y la piel de los pasajeros tienden a secarse; de hecho, se pueden perder hasta 1,5 a 2 litros de agua en un vuelo de 10 horas”, dijo Ben Whatman, director de servicios a bordo de Air New Zealand, a news.com.au.
Para garantizar que no se deshidrate, Whatman recomienda que los pasajeros beban agua antes de abordar el avión, así como durante todo el vuelo.
La humedad en la cabina es baja en comparación con el nivel del suelo: esto se debe principalmente a que gran parte del aire que circula en la cabina proviene del exterior y no hay mucha humedad en el aire a esa altitud.
Por lo tanto, la Asociación Médica Aeroespacial (AsMA) recomienda beber un vaso de agua cada hora durante un vuelo.
La baja humedad en la cabina no supone riesgos específicos para la salud de los pasajeros, pero puede provocar molestias, en particular sequedad de piel e irritación ocular en personas sensibles.
La AsMA también recomienda limitar el consumo de alcohol, té, café y bebidas con cafeína "ya que deshidratan".
Algo que poca gente sabe es que la baja presión hace que la sangre de los pasajeros absorba menos oxígeno. Por lo tanto, si no te hidratas con regularidad, pueden ocurrir otras cosas, como que tu cuerpo tenga dificultades para regular su temperatura corporal.
En segundo lugar, el pasajero experimentará presión arterial baja debido al menor volumen sanguíneo. Su cuerpo podría empezar a sentirse cansado, irritable y letárgico.
El agua es un componente básico del glucógeno, un depósito de glucosa en nuestros músculos. Tras unas horas sin beber, te resultará difícil incluso ir al baño.
Es también por eso que los pasajeros necesitan moverse por la cabina, y aunque un avión puede no ser el lugar más fácil para alcanzar el recuento diario de pasos, es importante comenzar a moverse.
La deshidratación hará que los pasajeros se sientan cansados y aburridos.
Cuando viajas apretado en un asiento pequeño en un avión, tu cuerpo tiene dificultades para bombear la sangre de las piernas al corazón para su correcta circulación. Por otro lado, al caminar, los músculos de las piernas trabajan eficientemente para bombear la sangre de vuelta al corazón, afirma el Dr. Aaron Aday, cardiólogo del Hospital Brigham and Women's de Boston.
Si no desea molestar constantemente a la persona sentada a su lado, el Sr. Aday recomienda que los pasajeros realicen este ejercicio directamente en su asiento: flexionar y relajar los músculos de las piernas y los pies, girar los tobillos; apretar y separar los dedos de los pies.
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