La yuca que se utiliza para cocinar al vapor suele tener tres o seis meses de antigüedad.
Al mencionar la gastronomía de Tay Ninh, a menudo se piensa en el papel de arroz, la sal de camarones o la sopa de fideos Trang Bang. Sin embargo, en mi memoria, Tay Ninh también se manifiesta en el sabor sencillo pero profundo de la yuca al vapor en agua de coco: un plato rústico que encierra por completo la esencia de esta región fronteriza del sur.
Tay Ninh es la provincia con la segunda mayor superficie cultivada de yuca del país. Este tubérculo no solo fue un alimento que ayudó a la población a superar la pobreza, sino que también se convirtió en parte indispensable de la cultura culinaria local, formando parte de los recuerdos de infancia de muchos.
Yuca al vapor en agua de coco: el nombre suena sencillo, pero preparar un plato delicioso de yuca requiere delicadeza y cuidado por parte del cocinero. La yuca que se usa para cocinarla al vapor suele tener entre tres y seis meses de edad, el momento justo para que esté tierna y aromática, sin ser demasiado fibrosa.
Tras pelarla y cortarla en trozos pequeños, la yuca se remoja en agua fría durante varias horas para eliminar algunas toxinas. A diferencia del método tradicional de cocción, la yuca se cuece al vapor para conservar su dulzor natural sin perder su suavidad y aroma característicos.
El ingrediente que enriquece este plato es, sin duda, la leche de coco. Esta debe extraerse de cocos frescos y cocinarse hasta que espese, adquiera un aroma fragante y una textura cremosa.
Cuando la yuca está cocida y aún caliente, se le añade una capa de leche de coco, y luego se espolvorea con esmero cacahuetes tostados y triturados, semillas de sésamo tostadas y doradas, y unas finas hebras de coco. Así se obtiene un plato sencillo pero lleno de sabor: dulce, cremoso, aromático, que en cada bocado evoca el amor por el campo.
Pasé mi infancia en el campo, entre plantaciones de yuca que se extendían hasta el infinito en un paisaje verde. Según mi madre, a finales de los años setenta, había muchos terrenos baldíos en la zona fronteriza. El gobierno incentivó a la gente a mudarse a la nueva zona económica para vivir y trabajar. Así que mi padre decidió establecerse en la zona fronteriza de Tay Ninh. La tierra recuperada aún olía a hojas podridas, estaba llena de barro y lodo, impregnada del aroma del bosque ancestral.
La yuca cocida al vapor en agua de coco tiene un sabor rústico.
Mi padre sembró los campos de yuca tras muchos días de trabajo bajo el sol abrasador y el viento, con el canto del gecko aún presente en la noche inquieta y con la creencia de que algún día la tierra sería verde.
Aún recuerdo vívidamente las tardes después de la escuela, corriendo a casa hacia el aroma a leche de coco que emanaba de la pequeña cocina trasera. Mi abuela, con su cabello blanco como las nubes, se sentaba junto a la estufa de leña, revolviendo suavemente la olla de leche de coco, mirando de vez en cuando la olla de yuca humeante y recordando con dulzura: «Esta yuca no estará rica si se cocina demasiado».
Nosotros, los niños del vecindario, a menudo nos reuníamos alrededor del porche, sosteniendo yuca caliente en nuestras manos, con la boca hinchada por el miedo a quemarnos, pero exclamando aún así: "¡La comida de la abuela es tan deliciosa!"
De repente, sentí una profunda nostalgia por la casita de antaño, por el crepitar de la leña, por sostener un plato de yuca caliente en la mano, por la cocina sencilla donde mi abuela manejaba sus manos delicadas y suaves. Ahora, al recordar, me doy cuenta de lo simple que era la alegría de aquellos días: sin teléfono, sin televisión, pocos restaurantes, solo una olla de yuca cocida al vapor en agua de coco, y mi infancia era plena.
Hoy en día, la yuca se cultiva ampliamente en muchos lugares, por lo que los ingredientes siempre están disponibles. Este plato es fácil de preparar, económico y apto para todo tipo de paladares, desde vendedores ambulantes y pequeños mercados hasta restaurantes; cada lugar le da su toque personal, pero conserva la esencia rústica y sencilla de esta especialidad rural.
Como muchos otros platos rústicos, la yuca al vapor con leche de coco no solo es un delicioso manjar, sino que también evoca recuerdos de la infancia para muchas personas. En la vida moderna, a veces solo necesitamos detenernos un momento y disfrutar de un trozo de yuca al vapor con la fragante y cremosa leche de coco para sentir la felicidad sencilla.
Mai Thao
Fuente: https://baotayninh.vn/cu-mi-hap-nuoc-dua-vi-que-moc-mac-a191543.html






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