Embajadoras dialogan tras una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Liberia. (Fuente: ONU) |
Con motivo del Día Internacional de la Mujer en la Diplomacia (24 de junio), exploremos con The World y Vietnam Newspaper las huellas sutiles que las Embajadoras y Jefas de Delegaciones Permanentes han traído al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) a lo largo de los años.
En 2014, el Consejo de Seguridad de la ONU fue noticia por una razón sin precedentes: por primera vez en la historia, las mujeres representaban el 30% de las delegaciones permanentes y embajadores. Este hito se consideró un posible punto de inflexión para la igualdad de género en la diplomacia, ya que el Consejo de Seguridad de la ONU se caracterizaba desde hacía tiempo por tener solo hombres o muy pocas mujeres.
En los últimos años (2021-2024), las mujeres han vuelto a representar un tercio de los Embajadores y Jefes de Misión Permanente del Consejo (cinco mujeres cada año). Este es un avance notable desde la perspectiva de la igualdad de género.
Sin embargo, ¿cambiará este aumento de la representación femenina la forma en que se lleva a cabo la diplomacia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas? El Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO) de Noruega ha recopilado estadísticas, entrevistado a embajadoras y jefas de misiones permanentes, y analizado documentos de las reuniones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para ofrecer una respuesta.
Antecedentes de género en la diplomacia
La diplomacia ha sido percibida durante mucho tiempo como un campo dominado por los hombres, moldeado por normas de diplomacia efectiva que se caracterizan por rasgos masculinos: racionalidad, asertividad y desapego.
Según las estadísticas de 2023, las mujeres representan solo el 21% de los embajadores a nivel mundial. Este desequilibrio de género no solo afecta la representación nacional, sino también la forma en que se lleva a cabo la diplomacia.
Las mujeres que se incorporan al ámbito diplomático como embajadoras a menudo se enfrentan a normas y expectativas que no están destinadas a ellas. Si bien la "cultura masculina" de la diplomacia no es inherente a este campo, los rasgos y normas masculinos están profundamente arraigados en él, lo que contribuye a la exclusión de las mujeres del ámbito.
Esto plantea preguntas: ¿cómo han influido las normas de género en las prácticas diplomáticas y de qué manera dan forma a las interacciones cotidianas entre embajadores?
Los intereses nacionales no tienen género.
Una de las etiquetas más persistentes sobre las mujeres en la diplomacia es que promueven una agenda más moderada, priorizando cuestiones humanitarias, de consolidación de la paz o socioeconómicas. Esta etiqueta se debe en gran medida a la imagen tradicional de los enfoques de las mujeres en política exterior como "moderados" y los de los hombres como "de línea dura".
Esta forma de pensar lleva a la falsa suposición de que las mujeres son más amables, más empáticas y más propensas a promover causas humanitarias y sociales. Sin embargo, la investigación de PRIO ha demostrado que esto no es del todo cierto.
El análisis estadístico de los temas de las reuniones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas muestra que no se ha producido un aumento significativo de los llamados "temas de la mujer" durante los períodos en que aumentó el número de embajadoras. Incluso en 2014 y 2021 —años en los que las embajadoras y jefas de misión permanente ocuparon el 30% de los puestos— no se observó un cambio claro en el enfoque de los temas del Consejo. Esto también lo confirmaron las palabras de una embajadora entrevistada por PRIO: "Los intereses nacionales no tienen género".
Esto refuerza una cosa: los embajadores en la gobernanza global representan a su país, a su gobierno, no a su género. Los diplomáticos abogarán por las prioridades políticas de su país independientemente de sus creencias personales o género.
Se podría argumentar que esto se debe a las limitaciones de las misiones diplomáticas, ya que los embajadores rara vez definen sus propias agendas políticas, así como a la rigidez del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sin embargo, incluso en formatos más flexibles, como las reuniones del formato Arria, no se han observado cambios perceptibles en los temas tratados por los miembros del Consejo en años con una alta proporción de mujeres.
Cambios sutiles
Si bien las embajadoras no pueden cambiar los temas que se discuten en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, sí influyen en la forma en que se lleva a cabo la diplomacia. PRIO ha identificado tres maneras clave en que las embajadoras y jefas de misión permanente están transformando la diplomacia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas:
Promoción de la inclusión : Las Embajadoras y Representantes Permanentes suelen promover una participación más diversa, incluyendo la invitación a expertas y representantes de organizaciones de la sociedad civil para compartir información en el Consejo de Seguridad. Esto refleja un compromiso más amplio con la diplomacia inclusiva.
La investigación de PRIO muestra un cambio marcado en quiénes han sido invitados a hablar en las reuniones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas desde la adopción de la Resolución 1325, que puso a las Mujeres, la Paz y la Seguridad en la agenda del Consejo de Seguridad.
Fomento de la colegialidad : Las Embajadoras y Representantes Permanentes suelen desarrollar estrechas relaciones personales con sus homólogas en el Consejo de Seguridad, creando redes informales de apoyo a través de grupos de chat. Estas relaciones contribuyen a fomentar la confianza y la cooperación, incluso a través de las divisiones políticas.
En 2014, acontecimientos globales complejos, como la anexión de Crimea por parte de Rusia, el brote de ébola, el conflicto en Gaza y la culminación del conflicto sirio, tuvieron un impacto significativo en las relaciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sin embargo, las embajadoras y jefas de misión permanente contribuyeron a crear un ambiente de solidaridad y apoyo. A pesar del contexto inestable, las buenas relaciones entre las diplomáticas contribuyeron a un ambiente de trabajo más positivo en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Aplicación de un nuevo enfoque: Otra importante "brisa fresca" que las Embajadoras y Jefas de Delegaciones Permanentes aportan al Consejo de Seguridad son los cambios en los métodos de trabajo, especialmente en el estilo de comunicación y colaboración.
Por ejemplo, las Embajadoras y las Delegaciones Permanentes han liderado la reorganización de los métodos de trabajo de los órganos del Consejo de Seguridad, como los comités de sanciones. Al invitar a compartir información de organizaciones de la sociedad civil, los comités tienen la oportunidad de escuchar a las personas directamente afectadas por las sanciones y coordinar visitas de campo para sus miembros.
Muchos entrevistados describieron el enfoque de las Embajadoras y Jefas de Misión Permanentes como más empático, reflexivo y constructor de puentes, con énfasis en escuchar, consultar con audiencias diversas y generar ideas creativas: cambios sutiles que pueden influir en el tono y la eficacia de las negociaciones.
El aumento de la representación femenina en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas quizá no haya transformado la diplomacia global, pero sí ha comenzado a remodelarla de forma sutil y significativa. Como dijo una embajadora a PRIO: «Puede que no estemos de acuerdo... pero nos entendemos un poco más profundamente».
Este cambio discreto en la diplomacia es importante. Desafía la imagen tradicional de la diplomacia como algo "masculina" y abre espacio para formas de interacción más inclusivas, empáticas y colaborativas. Es posible que nos estemos acercando a una coyuntura crítica en la que la diplomacia se vuelva más pluralista e interseccional.
Fuente: https://baoquocte.vn/dau-an-ngoai-giao-cua-cac-nu-dai-su-tai-hoi-dong-bao-an-lien-hop-quoc-318783.html






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