No se trata solo de una guerra tecnológica, sino de un cambio estratégico que determinará si Google continuará liderando o se convertirá en seguidor en la nueva era.
La rápida popularidad de los chatbots de IA como ChatGPT y DeepSeek está generando un cambio significativo, desafiando el modelo de búsqueda tradicional y planteando una pregunta importante: ¿Cómo se adaptará Google para mantener su posición de liderazgo?
Superando la demanda del siglo
Google estuvo a punto de tener que vender su plataforma de navegación web Chrome.
En medio de la creciente competencia en inteligencia artificial, Google tiene otro problema importante que abordar en el ámbito legal: una demanda antimonopolio del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
La mayor preocupación reside en la exigencia de que Google se deshaga de su navegador Chrome, un canal clave para la distribución de su motor de búsqueda. La pérdida de Chrome podría debilitar significativamente el ecosistema integrado que ha ayudado a Google a mantener su ventaja competitiva.
Sin embargo, en un fallo clave a principios de septiembre, el juez Amit Mehta permitió a Google conservar la plataforma.
Cabe destacar que uno de los principales motivos de esta decisión está directamente relacionado con la IA.
Argumenta que los motores de búsqueda con IA y los chatbots están creando un nuevo panorama competitivo que podría desafiar la posición de Google: “Estas empresas están ahora en una mejor posición, tanto financiera como tecnológicamente, para competir con Google que cualquier empresa de búsqueda tradicional en décadas (excepto quizás Microsoft)”.

El reconocimiento por parte del tribunal del potencial competitivo de la IA ayudó a Google a evitar las sanciones más severas. Pero la victoria no estuvo exenta de condiciones.
La resolución exige que Google otorgue a sus rivales acceso a una parte de los datos de su índice de búsqueda a un “coste marginal”. Esto no supone ceder una ventaja total, sino más bien proporcionar a los rivales una “hoja de ruta” para desarrollar sus propias capacidades de recopilación e indexación de datos.
Además, Google deberá proporcionar resultados de búsqueda agregados a sus competidores durante cinco años en "condiciones comerciales habituales".
Para Google, este es un resultado positivo. La empresa conserva sus activos estratégicos, Chrome y su ecosistema, mientras que las correcciones se reducen a un nivel manejable.
El fallo permite a Google seguir centrando sus ingentes recursos en mejorar sus servicios de búsqueda e inteligencia artificial, reforzando así su ventaja competitiva a largo plazo. La solidez de la empresa se ha visto reforzada tras una importante batalla legal.
Integración profunda de la IA en el ecosistema

El ecosistema de Google está integrado con la IA (Foto: TN).
Tras superar los obstáculos legales, Google está ampliando su estrategia de inteligencia artificial (IA) integrándola más profundamente en sus productos existentes. Un ejemplo reciente es el paquete de suscripción Google AI Plus, ya disponible en Vietnam y otros 39 países.
Según la introducción, este servicio proporciona acceso al modelo Gemini 2.5 Pro para gestionar tareas complejas, la herramienta de creación de vídeo Veo 3 Fast y utilidades visuales como Whisk y Flow. Cabe destacar que la IA se integra directamente en aplicaciones conocidas como Gmail, Google Docs o Google Sheets, sin necesidad de que los usuarios aprendan a usar un producto completamente nuevo.
Con la ventaja de contar con miles de millones de usuarios, Google tiene la capacidad de integrar rápidamente la IA en la vida digital cotidiana. Los usuarios pueden aprovechar la IA para planificar el trabajo, resumir documentos o redactar correos electrónicos directamente en un entorno familiar.
Sin embargo, este enfoque también plantea algunas inquietudes. En primer lugar, está el tema del costo: el paquete AI Plus sigue siendo un servicio de pago, lo que puede limitar su accesibilidad para el público general en los mercados emergentes. Además, la profunda integración de la IA en aplicaciones estrechamente vinculadas a la vida digital también genera preocupación en materia de privacidad, ya que los datos personales dependen cada vez más de los algoritmos de una sola corporación.
Algunos expertos también señalan que, si bien la integración profunda es conveniente, puede generar fácilmente una situación de dependencia del ecosistema, dificultando que los usuarios abandonen los servicios de Google. Asimismo, la competencia con otras soluciones de IA, como Copilot de Microsoft o ChatGPT de OpenAI, demuestra que esta carrera probablemente no reportará ventajas sostenibles a ninguna de las partes.
En otras palabras, Google AI Plus representa un gran avance tecnológico y, a la vez, plantea interrogantes sobre su verdadero valor para los usuarios y el equilibrio entre beneficios, costos y control sobre los datos personales.
Nueva competencia en IA

Microsoft y OpenAI son importantes rivales de Google (Foto de ilustración: Getty).
Se puede observar que Google ocupa una posición especial en el ecosistema tecnológico: su motor de búsqueda representa aproximadamente el 90% de la cuota de mercado global, y junto con su navegador y sistema operativo móvil, proporciona una enorme fuente de datos y una amplia red de distribución.
Según datos de SEMrush, a pesar del auge de los chatbots con IA, los motores de búsqueda tradicionales siguen generando hasta 34 veces más tráfico, lo que demuestra que el papel fundamental de la búsqueda no ha sido reemplazado.
Otra ventaja de Google es su capacidad para integrar la IA directamente en productos ya conocidos por miles de millones de usuarios. Sumado a su sólido potencial financiero para invertir en investigación y desarrollo, Google cuenta con las bases para mantener una posición competitiva a largo plazo en este campo.
Sin embargo, la empresa también se enfrenta a desafíos. Como líder del mercado desde hace mucho tiempo, es posible que Google haya tardado más en reaccionar que sus rivales emergentes a la hora de explotar la IA generativa.
Los ingresos dependen en gran medida de la publicidad de búsqueda tradicional, lo que dificulta que Google haga un “cambio radical” al nuevo modelo de IA, ya que eso conlleva el riesgo de erosionar su principal fuente de ingresos.
El reciente caso antimonopolio se considera una advertencia, y los reguladores globales seguirán vigilando de cerca. Esto podría limitar la capacidad de Google para explotar plenamente el potencial de su ecosistema. Además, la precisión de la información generada por IA y las preocupaciones sobre la privacidad siguen siendo obstáculos que generan reticencia entre los usuarios.
Mientras tanto, Microsoft y OpenAI se están uniendo para lanzar un desafío directo, con una rápida integración de la IA en Bing y la suite ofimática.
Las empresas más pequeñas como Perplexity también ofrecen un enfoque nuevo, a pesar de su base de usuarios limitada (el usuario promedio de Google realiza unas 200 búsquedas al mes, en comparación con las 15,31 de Perplexity).
Esta tendencia muestra el potencial de un cambio en el comportamiento de búsqueda del usuario, donde la conversación y el contexto pueden convertirse gradualmente en la nueva norma.
Por lo tanto, la posición de Google no se está debilitando, sino transformándose profundamente. Google está implementando una estrategia integral: proteger sus recursos principales e invertir fuertemente en nuevas tecnologías y modelos de negocio. La compañía apuesta por un escenario donde la búsqueda tradicional y la IA conversacional coexistan, complementándose en lugar de excluirse mutuamente.
Sin embargo, la pregunta clave sigue siendo: ¿esta combinación aportará realmente beneficios equilibrados a los usuarios, o servirá principalmente a la estrategia de Google de consolidar su poder de mercado? Este será el punto fundamental para definir el papel de la compañía en la próxima era de la IA.
La competencia en inteligencia artificial aún se encuentra en sus primeras etapas, y el resultado dependerá no solo de las capacidades tecnológicas, sino también de la capacidad de las empresas para equilibrar los beneficios para el usuario con los objetivos comerciales.
Fuente: https://dantri.com.vn/cong-nghe/de-che-google-trong-cuoc-chien-ai-20250925003551744.htm






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