Trastornos digestivos
El repollo tiene un alto contenido en fibra y es excelente para promover la salud intestinal. Sin embargo, comer demasiado repollo puede provocar hinchazón, gases e incluso diarrea.
Porque el alto contenido de fibra puede sobrecargar tu sistema digestivo, especialmente si no estás acostumbrado a una dieta alta en fibra. Las personas con síndrome del intestino irritable (SII) o estómagos sensibles pueden ser particularmente susceptibles a estas molestias.
cálculos renales
El repollo es uno de los alimentos que más ácido oxálico contiene, si se come en grandes cantidades puede aumentar la posibilidad de formar cálculos renales. Las personas con cálculos renales deben comer mucho repollo para empeorar la enfermedad.
Alergia
Comer repollo empeora las alergias y las hemorragias subconjuntivales, especialmente el repollo encurtido, porque contiene histamina que puede causar picazón, ojos llorosos, congestión y secreción nasal.
Fluctuaciones del azúcar en la sangre
El repollo contiene compuestos llamados glucosinolatos, que pueden descomponerse en sustancias que regulan los niveles de azúcar en sangre. Si bien esto puede ser beneficioso para las personas que padecen diabetes, para otras puede provocar niveles bajos de azúcar en sangre, causando síntomas como mareos, aturdimiento y fatiga.
Función tiroidea
Las verduras crucíferas, incluida la col, contienen bociógenos, que pueden afectar la función tiroidea. Esto es especialmente preocupante para las personas con hipotiroidismo. Los bociógenos pueden interferir con la capacidad del cuerpo para utilizar el yodo, una sustancia necesaria para la producción de la hormona tiroidea.
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Fuente: https://laodong.vn/suc-khoe/dieu-gi-xay-ra-voi-co-the-neu-ban-an-qua-nhieu-bap-cai-1366207.ldo
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