Crear un hábito de lectura para los niños

Es necesario fomentar los hábitos de lectura de los niños de muchas maneras. *Foto: Vu Minh*

¿Es cierto que las máquinas inteligentes han manipulado a los humanos, convirtiéndolos en sus herramientas para mecanizar y tecnologizar la vida? Y, como advertencia, los humanos están perdiendo gradualmente su capacidad de pensar independientemente cuando dependen de la inteligencia artificial. Al mismo tiempo, las emociones profundas, la imaginación maravillosa y los sueños desbordantes asociados con el mundo espiritual humano se van tornando mecánicos y rígidos... Hasta que un día se forma el "universo de la podredumbre cerebral" (que puede entenderse como un mundo ficticio absurdo, sin sentido, pero inquietante y adictivo... compuesto por productos y datos triviales en línea), momento en el que los humanos caen en un estado de "podredumbre cerebral/trastorno cerebral". La lectura, una tradición antigua, curiosamente sigue siendo hoy una solución para salvar esa situación.

La lectura de libros ayuda a desarrollar el pensamiento, desarrollar el lenguaje, nutrir el alma, la inteligencia, la personalidad, practicar la capacidad de expresión, despertar la imaginación, los sueños, la creatividad... Por tanto, la lectura de libros es la base más importante para el aprendizaje, el desarrollo y, más profundamente, la construcción de una persona, de una vida. El famoso educador chino Zhou Yongxin enfatizó: "La historia del desarrollo espiritual de un individuo es su historia de lectura" ("La filosofía educativa de Zhou Yongxin a través de dichos breves", traducido por Minh Thuong, Writers Association Publishing House, 2019).

Pero ¿cómo construir una cultura de lectura para los niños? Entre saber y hacer, y luego poder hacer, hay un largo camino, con mucho esfuerzo, que viene de muchas partes. En primer lugar, creo que no hay lugar como el hogar, donde un niño nace y crece. No es casualidad que exista la opinión, humorística y a la vez amarga, de que una familia carente de libros es una familia “carente de cultura”. Algunas personas también dicen que una familia quizá no necesite una vinoteca, pero definitivamente debería tener una estantería. Si los padres no leen libros, ¿cómo podrán leerlos los niños, cuando en los primeros años de vida los niños crecen imitando los hábitos de los adultos?

Desde la experiencia de mi propia familia, puedo decir que los padres que leen libros con sus hijos, considerando los libros como juguetes y regalos para sus hijos, tiene una gran importancia en la formación de hábitos de lectura en los niños. A través del amor por los libros, el amor por la lectura y la satisfacción con la escena de toda la familia reunida para leer libros o compartir y hablar sobre libros, los niños sienten el amor y el cuidado de sus padres. Ése es el primer fundamento del hábito de acudir a los libros: acudir a los libros es llegar a amarlos.

Un poco más grande, saliendo del espacio familiar, la escuela es el lugar donde el niño puede encontrar muchas pasiones, entre ellas la lectura. Las escuelas realmente deben crear hábitos de lectura en los niños a través de sus propias actividades educativas. Allí, “la biblioteca es el corazón de la escuela”. Desde los libros de texto hasta los libros de referencia y muchos otros géneros de libros, los espacios de lectura y las actividades de lectura en las escuelas guían gradualmente a los estudiantes hacia las alegrías de los libros. Una biblioteca con muchos tipos de buenos libros, un espacio bonito, cercano, amigable, con clasificación por edades, clasificación de libros, diseño creativo, rico en interacción con experiencias de lectura específicas de los niños (volver a contar, releer, redibujar, escribir sentimientos, escritura creativa a partir del contenido del libro, grupos de intercambio de libros con instructores o actividades extraescolares organizadas por profesores, regalos de libros...) son sugerencias interesantes para construir un espacio de lectura en las escuelas.

Los hábitos de lectura de los niños también pueden moldearse desde los espacios públicos. Actualmente se han construido numerosos modelos de promoción de la lectura. Editoriales, centros culturales, empresas culturales y de medios de comunicación, librerías, clubes de lectura, cafés del libro, calles del libro, semanas del libro, etc. también prestan atención a actividades estimulantes mediante la organización de actos de presentación de libros, encuentros con escritores y charlas. Independientemente de la forma, ya sea persistente o estacional, atraer a los niños a leer y experimentar con los libros todavía requiere sustancia, con los niños y los libros como tema y centro. Además de diseñar un espacio de lectura atractivo con muchos libros y muchas actividades interactivas de los lectores con los libros, también es necesario coordinar con escuelas u organizaciones para promover y atraer a los niños, ampliando el recorrido de lectura de la familia a la escuela y a la sociedad.

Los libros son una forma maravillosa para que los niños crezcan de una manera sostenible y sustancial. Frente a las preocupaciones sobre el riesgo de “podredumbre cerebral” en la generación joven de la era tecnológica, crear hábitos de lectura y una cultura de lectura en los niños se ha vuelto aún más importante y urgente. De hecho, que los niños lleguen a los libros o a los dispositivos inteligentes con el "Universo de la podredumbre cerebral" depende enteramente de cómo nos orientamos y creamos hábitos desde los primeros pasos y acciones. Familia, escuela y sociedad son los tres pilares. En el centro de estos tres pilares están los niños, con el deseo de vivir, de crecer física, mental y espiritualmente, a partir de las páginas de los libros.

Fuente: https://hanoimoi.vn/tao-thoi-quen-doc-sach-cho-tre-em-703874.html