La vida social está repleta de eventos, acciones, situaciones y circunstancias. Abundan las buenas acciones. Sin embargo, no es raro que ciertas acciones desagraden a quienes nos rodean en nuestras relaciones e interacciones. Ante tales situaciones desagradables, en muchos casos, las personas han demostrado tolerancia.
Algunas expresiones de tolerancia
Por lo general, la tolerancia se entiende como perdonar a quienes se han equivocado. En el seno de una familia, los niños a veces cometen errores graves o se comportan de forma inapropiada. En tales situaciones, los padres aconsejan para evitar que el incidente se repita.
En la escuela, los estudiantes interactúan y aprenden con los profesores durante todo el año escolar. A veces, los estudiantes cometen errores. Muchos profesores, por su vocación y cariño hacia sus alumnos, han tolerado estos errores. En ocasiones, los estudiantes cometen errores con sus amigos; en otras, los cometen hacia sus profesores. Las reflexiones razonables y empáticas de los profesores sustituyen a los castigos. En algunos casos, esto da buenos resultados en la educación de los estudiantes. Sin embargo, puede haber estudiantes cuyas palabras y gestos incomoden a los profesores. O quizás, debido a limitaciones en su capacidad de aprendizaje, algunos estudiantes no pueden completar adecuadamente las tareas y ejercicios propuestos. Algunos profesores han reaccionado con insatisfacción ante esta situación. En lugar de comprender las razones de los estudiantes, algunos profesores han proferido palabras duras y han mostrado una actitud negativa hacia ellos en clase. La intolerancia de los profesores a veces deja una huella negativa en la relación profesor-alumno, afectando el aprendizaje de los estudiantes.
En la sociedad, se dan muchas situaciones en las diversas relaciones entre las personas.
En algunas oficinas, los líderes transmiten directivas a sus subordinados. Durante la implementación, algunos empleados no acataron las instrucciones, lo que generó malestar. Los directivos, al percatarse de la situación, advirtieron a los empleados, procurando no ser demasiado severos pero tampoco permitir que la falta se repitiera.
Ha habido casos de compañeros de trabajo que sentían celos entre sí. La persona celosa escribió una carta falsa, hablando mal del compañero con palabras duras. El jefe envió a alguien a verificar la autenticidad de la carta. Esto dejó una huella imborrable en la persona difamada. Con el tiempo, se descubrió al impostor. La persona difamada se tranquilizó gradualmente y dejó el asunto de lado para aliviar su carga. En otro caso, alguien provocó accidentalmente un accidente de tráfico. Una disculpa amable y sincera dejó satisfecha a la persona afectada, evitando así tensiones entre ambas partes.
También en las relaciones sociales, a menudo se dan casos en los que quien habla emplea palabras hirientes e inapropiadas. Quien las escucha, siente en lo más profundo de su ser una herida abierta. Se enfurece, sintiéndose incapaz de soportarlo. Sin embargo, luego se calma y lo olvida. Solo sabe que, a partir de entonces, no desea volver a ver a la persona que le dirigió palabras tan groseras e irrespetuosas.
Otra situación cotidiana: un familiar se esconde en un platanal para escuchar el estado de salud de su pariente, en lugar de ir a cuidarlo. Tras ese difícil momento, cuando la enfermedad remite, el pariente enfermo también deja de hablar del pasado; no quiere mencionarlo. ¡Porque espiar no está bien!
La tolerancia proviene claramente de la bondad que hay en el corazón de cada persona, y la gente tolera las cosas malas que otros les hacen para sentirse mejor.
Algo distinto a la tolerancia
Ignorar los errores de una persona le permite reflexionar, corregir y cambiar. Sin embargo, a veces el error se repite, causando mayor daño e influencia en los demás. En ese caso, perdonar puede generar nuevas situaciones. Por lo tanto, es necesario encontrar un equilibrio entre la firmeza y la tolerancia. La firmeza evita que se repitan errores graves, manteniendo así el orden familiar, la jerarquía escolar y la disciplina social.
Para cada persona, perdonar a quienes han cometido errores, hecho daño o causado dolor le ayudará a tener menos preocupaciones. El perdón le brindará mayor paz mental y espiritual, permitiéndole disponer de más tiempo para otras actividades que beneficien su vida espiritual. Un acto más de tolerancia y generosidad le ayudará a seguir encontrando esa paz interior.
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