En un artículo reciente, Nikkei Asia ( Japón ) citó datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) que indican que la tasa de crecimiento prevista para 2023 en Asia se elevó del 4,9 % al 5,3 %, tres veces superior a la de EE. UU. y siete veces superior a la de la eurozona. La agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings también estimó que Asia- Pacífico alcanzará un crecimiento del 4,2 % este año.
“Asia será la región de crecimiento”, afirmó Nikkei Asia, señalando dos impulsores a largo plazo que respaldan la visión optimista.
En primer lugar, según Nikkei Asia, se trata de la experiencia en gestión fiscal. Las economías asiáticas han acumulado experiencia desde la crisis financiera de finales del siglo pasado, por lo que han superado la pandemia de COVID-19 sin sufrir daños graves.
Los gobiernos asiáticos han respondido con rapidez a la pandemia, tomando medidas decisivas y encontrando maneras de garantizar la salud pública y el empleo en la economía. Por lo tanto, el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) evaluó que la recuperación económica en Asia es mucho más sólida y rápida que en Estados Unidos y Europa .
En medio de la desaceleración del crecimiento mundial, el conflicto entre Rusia y Ucrania y las fuertes subidas de los tipos de interés en Estados Unidos, los países asiáticos se esfuerzan por acumular reservas de divisas, controlar la inflación y garantizar que las economías regionales no se vean gravemente afectadas por el deterioro de los tipos de interés y los tipos de cambio. A pesar de la apreciación del dólar estadounidense, la mayoría de las monedas asiáticas emergentes han superado a las monedas tradicionales, como el yen y el euro. «Las economías asiáticas emergentes lideran la lucha por mantener baja la inflación», declaró Jerome Haegeli, economista jefe de Swiss Re.
Por otro lado, Nikkei Asia afirmó que acuerdos como la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) o el Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP) son clave para impulsar la recuperación económica regional. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y la creciente demanda de los consumidores asiáticos han impulsado la transformación y reestructuración de la cadena de suministro global.
En ese contexto, acuerdos como el RCEP y el CPTPP –dos de los mayores acuerdos de libre comercio del mundo hoy en día– tendrán el efecto de incrementar el comercio intraasiático, optimizando el potencial de crecimiento a largo plazo de la región y ayudando a las economías asiáticas a converger en un modelo económico cohesivo mediante la eliminación de las barreras comerciales.
Durante muchos años, gran parte del mundo en desarrollo de Asia ha aprovechado los bajos costos laborales para aprovechar el potencial de crecimiento impulsado por las exportaciones. Esto ha atraído flujos de inversión extranjera directa de 34 000 millones de dólares en 1990 a 741 000 millones de dólares en 2021. De esta manera, también ha permitido que cientos de millones de personas obtengan ingresos disponibles y se integren al mercado de consumo. La RCEP y el CPTPP harán más atractivo el entorno empresarial regional.
El Brookings Institute (EE. UU.) estima que el número de consumidores en Asia aumentará de 560 millones en 2000 a aproximadamente 3000 millones en 2030, lo que equivale al 70 % de la población del continente. Nikkei Asia afirmó que los inversores internacionales deben comprender que, en lugar de invertir grandes cantidades en la producción asiática para exportar a otros mercados, se centrarán en la producción asiática para el mercado asiático.
VAN HIEU
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