
Los jóvenes de hoy están sometidos a mucha presión. No solo sufren la presión de las expectativas familiares y sociales, sino también la que ellos mismos se imponen. Fijarse metas ambiciosas y tratar constantemente de alcanzarlas ha provocado que muchos jóvenes se sientan agotados y en un estado de ansiedad prolongada.
Hoy en día, a los jóvenes se les suele inspirar a «perseguir su pasión», «superarse continuamente» y «alcanzar la perfección». Estas palabras de aliento, aunque positivas en su intención, generan involuntariamente mucha presión en ellos. Muchos jóvenes se fijan metas para lograr éxitos sobresalientes y así reafirmar su autoestima.
Hoang Yen, de 27 años, empleada de marketing en Ciudad Ho Chi Minh, compartió: "Siempre me dije que a los 30 años debía comprar una casa, alcanzar un puesto directivo y tener una vida estable. Pero cuanto más me esforzaba, más agotada me sentía. Muchas noches perdí el sueño preocupada por si podría lograr esas cosas o no".
Tras haber alcanzado su objetivo de comprar una casa antes de los 30 años, Nguyen Phuong Huyen (jefa del equipo de organización de eventos en el distrito de Tay Ho, Hanoi ) se ha fijado un nuevo objetivo: comprar un coche en dos años.
Siempre presionándose a sí misma, Phuong Huyen tiene que esforzarse al máximo. Está muy ocupada y a menudo trabaja hasta tarde. Además de su trabajo, que ya le consume mucho tiempo, aprovecha cualquier oportunidad para aceptar otros trabajos.
Phuong Huyen comentó que suele caer en un estado de fatiga y estrés debido a la acumulación de deudas antiguas sobre nuevas. Fijarse grandes metas no está mal, pero cuando estas carecen de realismo y no van acompañadas de un plan concreto, muchos jóvenes caen fácilmente en una espiral de decepción y agotamiento.
Trabajan más, sacrifican su tiempo personal, pero los resultados no siempre son los esperados.
Khanh Minh (Distrito de Cau Giay, Hanói), un programador de 25 años, contó que trabajó 12 horas al día durante un año para lograr su ascenso. Al no conseguirlo, cayó en una depresión y perdió la motivación para trabajar.
"Sentía que no era lo suficientemente buena, que me estaba quedando atrás respecto a mis compañeros. Esta presión hizo que ya no quisiera hacer nada."
Los psicólogos afirman que, para superar la autoexigencia, los jóvenes necesitan aprender a fijarse metas realistas y flexibles. También es importante sentirse satisfechos con los pequeños avances en el proceso de superación.
Según los expertos, los jóvenes deberían preguntarse si las metas que se proponen se ajustan realmente a sus circunstancias y capacidades. No te obligues a conseguirlo todo en poco tiempo.
Además, los jóvenes deberían compartir sus sentimientos y dificultades con amigos, familiares o psicólogos para aliviar la presión. También deberían tomarse tiempo para relajarse, hacer ejercicio o dedicarse a sus aficiones para lograr un equilibrio en su vida.
En particular, es importante comprender que el fracaso no es el fin, sino parte del crecimiento. No permitas que tus propias expectativas se conviertan en una carga que te haga perder la alegría de vivir.
Fuente: https://pnvnweb.dev.cnnd.vn/dung-bien-ky-vong-thanh-ganh-nang-voi-nguoi-tre-20241224113653203.htm






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