Basta con observar la cantidad de autobuses cama que operan diariamente en las rutas Norte-Sur, especialmente desde Hanói y Ciudad Ho Chi Minh hacia las provincias, para constatar su gran utilidad. Muchos pasajeros consultados se mostraron satisfechos con la comodidad, el ahorro de tiempo y el precio razonable de este medio de transporte: simplemente suben al autobús para dormir, llegan a tiempo a la mañana siguiente y, además, gozan de buena salud. En un contexto donde la infraestructura de transporte aún es limitada, los billetes de avión son caros, los trenes tardan y no están disponibles en todas las rutas, si no existe una alternativa de transporte adecuada, prohibir los autobuses cama privaría a la gente de una opción legítima. Esto sin mencionar las pérdidas económicas para miles de empresas de transporte y trabajadores del sector.
Según los expertos, la mayoría de los autobuses cama actuales son conversiones de autobuses de 45 plazas. Técnicamente, esta conversión puede afectar la estructura de carga, modificar el centro de gravedad del vehículo e incrementar el riesgo de vuelco en caso de colisión o al descender pendientes. De hecho, se han producido numerosos accidentes nocturnos con autobuses cama, con un alto número de víctimas. Sin embargo, esto no significa que los autobuses cama sean vehículos peligrosos, sobre todo teniendo en cuenta que los organismos estatales de gestión nunca han realizado un informe o estudio exhaustivo y riguroso sobre el nivel de seguridad, la tasa de accidentes y las causas de los mismos en este tipo de vehículos.
En países como Corea del Sur, China y Tailandia, los autobuses cama no están prohibidos, e incluso se fomenta su modernización. Desde 2010, China ha comenzado a restringir los autobuses cama adaptados y a sustituirlos gradualmente por autobuses cama de última generación, al tiempo que impulsa la inversión en infraestructura ferroviaria de alta velocidad: una solución de transporte nocturno segura y cómoda que satisface las necesidades de los viajes de larga distancia.
El problema radica en que las agencias gestoras deben aclarar el origen de los riesgos de seguridad de los autobuses cama: ¿el diseño del vehículo, la gestión del vehículo y del conductor, o la infraestructura vial? Si existe un alto riesgo potencial, ¿por qué no prohibirlos de raíz? El Sr. Nguyen Van Quyen, presidente de la Asociación de Transporte Automotor de Vietnam, afirmó que actualmente no existe fundamento legal para prohibir los autobuses cama, ya que todos los vehículos autorizados a circular están registrados e inspeccionados conforme a la normativa. Las adaptaciones interiores se diseñan y construyen de acuerdo con la aprobación de las autoridades competentes. Permitir la circulación de autobuses cama que no cumplen con los estándares es responsabilidad de las agencias gestoras y de concesión de licencias.
Los autobuses cama tal vez no sean el medio de transporte ideal, pero si se pretende eliminarlos, se necesita una transición visionaria, con una preparación simultánea en términos de tecnología, infraestructura y políticas. Prohibir los autobuses cama sin ofrecer una alternativa equivalente en precio y comodidad es como obligar a los pasajeros a una situación difícil.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/dung-don-hanh-khach-vao-the-kho-post807543.html






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