Tuvimos la oportunidad de visitar la planta de producción de tambores del Sr. Pham Chi Manh mientras él y su esposa preparaban los últimos pasos para entregar los tambores a los clientes. Las hábiles manos y los 13 años de experiencia de los artesanos han transformado la madera de yaca y el cuero de búfalo en productos perfectos, no solo de hermoso diseño, sino también de una calidad impecable.
Al golpear el tambor recién terminado para comprobar la resonancia, el Sr. Manh comentó: «Cada persona tiene su propia percepción del sonido del tambor. El sonido de los tambores Doi Tam tiene su propio registro, especialmente el bombo y los tambores de festival, que siempre son más profundos y resonantes. Para crear estos sonidos, el artesano debe realizar operaciones absolutamente precisas en el manejo de los materiales, desde la fabricación y el arreglo del tambor hasta la selección y el procesamiento de la piel de búfalo, el estirado de la piel y el clavado».

Tomando un descanso con una tetera de té verde, Manh contó con entusiasmo la historia de su tradicional profesión. En 1963, su abuelo abandonó la aldea de Doi Tam, en la antigua provincia de Ha Nam (uno de los lugares más famosos del país para la fabricación de tambores), para trasladarse a la comuna de Thac Ba, hoy provincia de Lao Cai, para emprender un negocio de venta y reparación de tambores. Desde pequeño, Manh sintió una gran atracción por el sonido de los tambores; desde entonces, el amor por la profesión se fue apoderando de él sin que él se diera cuenta. A los 12 años, aprendió oficialmente la profesión.
“En ese momento, no era capaz de hacer un tambor completo, solo ayudaba con pasos sencillos como cepillar la madera, secar la piel... pero cada vez que sonaba el tambor terminado, me sentía feliz”, recordó el Sr. Manh.
Hasta hoy, tras más de una década ejerciendo oficialmente la profesión, el Sr. Manh aún conserva esa pasión. Según él, para fabricar un tambor, el artesano debe realizar tres etapas principales: preparar los materiales (madera de yaca y piel de búfalo) y crear el cuerpo; cubrir el tambor (crear el tambor completo) y, finalmente, terminar el producto (pintar y decorar). En estas tres etapas, la selección de los materiales es fundamental para determinar la durabilidad y la calidad del sonido. La madera para el cuerpo debe ser de yaca vieja, con veta firme y flexible. La piel de búfalo debe ser vieja, gruesa y con una durabilidad y tensión ideales.

Sin embargo, el paso más difícil y artístico es sujetar el tambor. "Sujetar el tambor no consiste simplemente en estirar la piel de búfalo sobre la superficie del tambor y luego usar alfileres para fijarla al cuerpo. Es un cálculo complejo de la tensión y elasticidad de la piel. El artesano debe aplanar hábilmente la superficie del tambor, alcanzando la tensión correcta para que, al golpearlo, el sonido sea profundo y de amplio alcance", explicó el Sr. Manh.
El artesano debe escuchar el sonido durante el proceso de sujeción, ajuste de cada clavo y cada tirón. La precisión de este paso determina la calidad del tambor. Este es un secreto familiar que el artesano debe haber aprendido durante muchos años de trabajo.
Actualmente, el Sr. Manh fabrica tambores de diferentes tamaños, principalmente para escuelas, festivales, grupos artísticos y centros religiosos de la provincia. Además, también suministra tambores a provincias del norte como Lao Cai , Phu Tho, Tuyen Quang, y a muchas otras provincias y ciudades del país.

La fabricación de tambores no solo ayuda a la familia del Sr. Manh a tener ingresos estables, creando empleos regulares para tres o cuatro trabajadores, sino que también contribuye a promover la cultura tradicional y a preservar el alma de la nación. "La fabricación de tambores es una profesión familiar, parte de la cultura que dejaron nuestros antepasados. También quiero guiar a la próxima generación para que intente preservar, mantener y promover esta profesión tradicional. Como hijo de la aldea de artesanos de tambores de Doi Tam, ¡nuestro momento más feliz es cuando los tambores que fabricamos resuenan en festivales y actividades comunitarias!", dijo el Sr. Manh con orgullo.

Preservar la artesanía tradicional como la de la familia Pham Chi Manh no es solo la historia de una profesión, sino también la conciencia de preservar los preciosos valores culturales que dejaron nuestros antepasados, para que el sonido del tambor siempre resuene como un flujo cultural silencioso, existente en medio de la vida moderna.
Fuente: https://baolaocai.vn/giu-nghe-lam-trong-post885039.html
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