Ante una ola de talentos que abandonan las universidades e institutos de investigación nacionales para ir a Estados Unidos, China, Singapur, etc., el gobierno ha introducido una serie de medidas integrales, desde aumentar los presupuestos de investigación hasta reformar el sistema salarial y ampliar las políticas de visados.
El presidente surcoreano, Lee Jae-myung, planteó directamente el problema de la fuga de cerebros durante una reunión de gabinete en julio. Advirtió que los recortes previos en los presupuestos de I+D (Investigación y Desarrollo) habían dejado sin trabajo a estudiantes y jóvenes investigadores, obligándolos a buscar oportunidades en el extranjero. Esto amenazó el ecosistema de la investigación básica y debilitó gravemente la competitividad nacional.
Para abordar esto, el gobierno de Lee se ha comprometido a priorizar la I+D. El presupuesto de ciencia y tecnología para 2026 se anunció en una cifra récord de 35,3 billones de wones, un aumento de casi el 20 % con respecto al año anterior. Esto se considera un fuerte cambio de rumbo tras un período de restricciones financieras.
Según datos, solo entre 2021 y 2025, 56 profesores de la Universidad Nacional de Seúl (SNU), la mejor universidad de Corea, se trasladaron a escuelas internacionales para impartir clases. Cuatro importantes institutos de ciencia y tecnología también registraron la renuncia de 18 profesores.
Un informe de la Cámara de Comercio e Industria de Corea (KCCI) señala diversos factores que han contribuido a esta situación. Entre ellos, un sistema salarial cerrado basado en la antigüedad, la falta de mecanismos justos de evaluación del desempeño, una infraestructura de investigación limitada y escasas oportunidades de colaboración internacional. Además, la percepción de que trabajar en el extranjero aporta mayor prestigio y recompensas también ha impulsado la ola migratoria.
En este contexto, el Gobierno ha creado un grupo de trabajo público-privado, copresidido por un asesor senior de Samsung Electronics y el jefe del Ministerio de Ciencia, que formulará recomendaciones en septiembre sobre estrategias para retener el talento local y atraer a expertos internacionales.
Paralelamente, el Ministerio de Ciencia y Tecnología anunció el Programa de Becas Científicas Sejong para incentivar el regreso de investigadores destacados a su país y amplió su alcance para atraer a expertos extranjeros. La Universidad Nacional de Seúl también se prepara para reformar su sistema salarial, priorizando la antigüedad y el rendimiento, para aumentar la competitividad.
En particular, el gobierno implementó desde julio la visa de residencia acelerada K-Tech Pass. Este programa está dirigido a talentos tecnológicos, permitiéndoles obtener rápidamente visas F-2 en dos semanas, además de numerosos incentivos en educación, vivienda, impuestos y oportunidades de residencia a largo plazo. Este programa busca convertir a Corea en un destino más atractivo en el panorama científico mundial.
A pesar de las fuertes medidas que se están implementando, muchos expertos advierten que la fuga de cerebros está profundamente arraigada y no se puede solucionar a corto plazo. El factor más importante sigue siendo mejorar el entorno laboral, aumentar la autonomía investigadora y construir una comunidad científica abierta donde los investigadores sientan que tienen un futuro a largo plazo.
Un profesor de física cuántica en Seúl reveló: «Recibo de tres a cuatro invitaciones de China cada mes, con salarios de casi 600.000 dólares al año y presupuestos de investigación decenas de veces superiores a los de Corea. Obviamente, en un entorno globalmente competitivo, el atractivo de las finanzas y la investigación ha generado una gran presión en el sistema nacional».
Fuente: https://giaoducthoidai.vn/han-quoc-doi-pho-chay-mau-chat-xam-trong-khoa-hoc-post749474.html
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