El planeta K2-18 b tiene el doble del tamaño de la Tierra y orbita en la zona habitable de su estrella anfitriona, a 120 años luz del Sistema Solar.
Simulación del exoplaneta K2-18 b en la zona habitable de su estrella anfitriona. Foto: NASA
El Telescopio Espacial Webb (JWST) ha detectado evidencia de moléculas que contienen carbono en la atmósfera de un planeta que se sospecha que tiene un océano. El exoplaneta K2-18 b es un objetivo atractivo para los astrónomos en su búsqueda de vida más allá de nuestro sistema solar. Estudios y observaciones previas con el Telescopio Espacial Hubble han sugerido que el planeta podría ser un mundo con un océano de agua líquida, un componente esencial para la vida, según informó Space el 11 de septiembre.
K2-18 b tiene un radio dos o tres veces mayor que el de la Tierra y se encuentra a 120 años luz del Sistema Solar. El nuevo estudio encontró trazas de dióxido de carbono y metano en la atmósfera de K2-18 b, pero no de amoníaco, lo que sugiere la existencia de un océano de agua bajo la atmósfera rica en hidrógeno. El hallazgo subraya la importancia de considerar la diversidad de entornos al buscar vida extraterrestre, afirmó el autor principal, Nikku Madhusudhan, de la Universidad de Cambridge.
Con una masa aproximadamente 8,6 veces mayor que la de la Tierra y ubicado en la zona habitable de su estrella fría, la región que no es ni demasiado caliente ni demasiado fría para albergar agua líquida, K2-18 b es un ejemplo de planeta con un tamaño intermedio entre la Tierra y Neptuno. Estos planetas se conocen como "mini-Neptunos" y son diferentes a cualquier otro planeta del sistema solar. Son un misterio para los astrónomos, quienes aún debaten la naturaleza de sus atmósferas. Esta investigación ayudaráa explorar las atmósferas y las condiciones ambientales tanto de los planetas subneptunianos como de los planetas hyceanos (mundos con vastos océanos de agua líquida bajo atmósferas ricas en hidrógeno).
El JWST también parece haber detectado sulfuro de dimetilo (DMS) en la atmósfera de K2-18 b. Este compuesto es producido principalmente por el plancton terrestre. Sin embargo, el equipo se muestra cauteloso. Madhusudhan afirma que nuevas observaciones con el JWST podrían confirmar si el DMS está efectivamente presente en grandes cantidades en K2-18 b.
Con aproximadamente 2,6 veces el ancho de la Tierra, el tamaño de K2-18 implica que posee un interior similar al de Neptuno, compuesto por hielo a alta presión, una atmósfera más delgada y un océano superficial. Esto implica que el planeta podría evaporar agua líquida, lo que haría que los océanos se calentaran demasiado para albergar vida. Evaluar la composición atmosférica de un mundo tan distante como K2-18 b no es tarea fácil, ya que la luz reflejada por su atmósfera es muy tenue en comparación con la de su estrella anfitriona. Madhusudhan y sus colegas esperaron a que K2-18 b pasara frente a su estrella desde el ángulo de visión del JWST. Esto permitiría que la luz de la estrella brillara directamente a través de la atmósfera del planeta.
Los elementos y compuestos químicos absorben y emiten luz en longitudes de onda características, lo que significa que, al encontrarse en la atmósfera de un planeta, dejan una huella única en el espectro de la estrella. Los hallazgos del equipo reflejan datos recopilados por el JWST durante dos sobrevuelos de K2-18 b frente a su estrella anfitriona. Los investigadores continuarán observando K2-18 b para comprender mejor las condiciones ambientales del exoplaneta. Su estudio se publicará en la revista Astrophysical Journal Letters.
An Khang (Según el espacio )
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