
Para los visitantes internacionales, esta es una experiencia única e inolvidable. No solo admiran la apacible belleza del campo vietnamita, sino que también tienen la oportunidad de participar en actividades agrícolas como montar búfalos, trillar arroz o pasear en bicicleta por los caminos rurales rodeados de bambú y arrozales dorados.

Hoi An, durante la temporada de cosecha de arroz, no es un lugar ruidoso ni bullicioso, sino hermoso a su manera: rústico, profundo y lleno de vitalidad. Eso es lo que hace que muchos turistas internacionales no solo vengan una vez, sino que también quieran regresar para seguirexplorando esa belleza prístina y sencilla.






Fuente: https://baoquangnam.vn/hoi-an-mua-lua-chin-3154481.html
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