Un requisito esencial en el proceso de construcción de un Estado de derecho moderno.
La Conclusión n.° 226-KL/TW se emitió en un contexto especial: el sistema político entraba en una fase de perfeccionamiento de su estructura organizativa tras la reestructuración y la racionalización; el país se enfrentaba a la demanda de un desarrollo rápido y sostenible; y la población y el sector empresarial tenían expectativas cada vez mayores respecto a la calidad de la gobernanza nacional. En este contexto, la rectificación de los métodos de trabajo no consistía simplemente en superar el formalismo y el despilfarro, sino en un requisito estratégico para la capacidad operativa de todo el sistema político.
El primer punto destacable de la Conclusión 226 es su análisis directo de los persistentes cuellos de botella en la función pública. La Secretaría señaló: hay demasiados documentos y reuniones, la coordinación no es fluida, el sistema de informes carece de uniformidad y la aplicación de las tecnologías de la información y la transformación digital no ha cumplido con los requisitos. Estas deficiencias no son nuevas, pero identificarlas claramente, nombrarlas correctamente y vincularlas con responsabilidades específicas demuestra un alto nivel de determinación política para generar un cambio sustancial.

Desde una perspectiva legislativa y de supervisión, considero que la Conclusión 226 refleja una mentalidad progresista de gobernanza: considera que la eficacia del sistema político no solo depende de la estructura organizativa o el número de departamentos, sino también, en gran medida, de los métodos de trabajo y la cultura de acción del personal y los funcionarios. Un sistema, por muy simplificado que sea, que aún funciona a la antigua usanza, centrado en los procedimientos y carente de resultados, tendrá dificultades para satisfacer las exigencias del desarrollo en la nueva era.
Establecer objetivos específicos, como reducir la cantidad de documentos administrativos al menos un 15 % anual, disminuir el número de conferencias un 10 % y limitar el tamaño y la duración de las reuniones, no solo busca ahorrar recursos. Más importante aún, es una forma de obligar al sistema a cambiar su mentalidad de trabajo: de "hacer mucho" a "hacerlo bien", de "seguir los procedimientos" a "hacerlo hasta el punto de obtener resultados". Esta es la base para desarrollar un estilo de trabajo científico y disciplinado, vinculado a la responsabilidad y la eficiencia.
Reformar la cultura del servicio público y la gobernanza nacional.
Al analizarlo con más detalle, resulta evidente que la Conclusión 226 va más allá de una reforma administrativa en sentido técnico, y busca una renovación más profunda de la cultura del servicio público y de la gobernanza nacional. Esto queda claramente demostrado por el énfasis en el principio de «persona clara, tarea clara, tiempo claro, responsabilidad clara, autoridad clara, resultados claros», un principio profundamente arraigado en la gobernanza moderna.
En definitiva, la cultura del servicio público es la forma en que se ejerce el poder público en la vida cotidiana. Abarca actitudes hacia el trabajo, sentido de responsabilidad hacia las personas, transparencia en la toma de decisiones e integridad en la acción. La Conclusión 226 exige que los subordinados, una vez delegada la autoridad, asuman la responsabilidad de organizar e implementar las tareas; los superiores no deben interferir más allá de su autoridad; y no debe haber elusión, evasión ni búsqueda de opiniones de los niveles superiores. Estos requisitos, si se implementan seriamente, contribuirán a la formación de una cultura madura del servicio público donde cada nivel y cada individuo actúen dentro del marco de su autoridad y responsabilidad.

Un aspecto muy progresista de la Conclusión 226 es que utiliza los resultados, los productos y el nivel de satisfacción de los ciudadanos y las empresas como medida para evaluar la calidad y la eficacia del trabajo. Este es un cambio importante en la mentalidad gerencial: de la gestión basada en procesos a la gestión basada en resultados; de "organismos que cumplen las normas" a "organismos que prestan un buen servicio". Cuando la satisfacción de las personas se convierte en el criterio de evaluación, toda forma de formalidad, superficialidad y simple cumplimiento del trabajo ya no tendrán cabida.
Desde una perspectiva política y cultural, la Conclusión 226 también demuestra claramente la necesidad de construir una nueva relación entre el Estado y el pueblo: el Estado no es solo la entidad gobernante, sino también la entidad de servicio; el poder público no solo dicta órdenes, sino también impulsa el desarrollo y garantiza los derechos e intereses legítimos de las personas y las empresas. Este es el espíritu fundamental de la construcción de un Estado de derecho socialista en Vietnam en la nueva era.
Reformar los métodos de trabajo no es solo una cuestión del poder ejecutivo, sino que también está vinculado a la necesidad de innovar en las actividades legislativas, la supervisión y la toma de decisiones sobre importantes asuntos nacionales. Un sistema político eficiente y transparente creará las condiciones para que las decisiones de la Asamblea Nacional se implementen con mayor rapidez y eficacia, satisfaciendo mejor las expectativas de los votantes.
Responsabilidad del liderazgo y transformación digital: pilares de una nueva forma de trabajar.
La Conclusión 226 enfatiza el rol y la responsabilidad de los líderes, vinculados con la necesidad de promover la aplicación de las tecnologías de la información y la transformación digital. Estas pueden considerarse dos pilares importantes para construir una nueva forma de trabajar en el sistema político.
La conclusión exige la evaluación y clasificación anual de los funcionarios, especialmente de aquellos en puestos de liderazgo, con base en su liderazgo y orientación en la implementación de medidas para mejorar los métodos de trabajo. Esto demuestra claramente la perspectiva de que la reforma solo puede tener éxito si comienza con la responsabilidad y la conducta ejemplar de los líderes. Cuando los líderes reducen decididamente las reuniones formales, exigen documentos concisos y claros, promueven la coordinación interinstitucional y asumen la responsabilidad de los resultados finales, ese espíritu se extenderá a todo el sistema.
Además de las responsabilidades del líder, se requiere una transformación digital integral en el trabajo. Establecer un objetivo de digitalización del 95 % o más de los procedimientos administrativos y documentos, y del 100 % de los documentos e informes procesados en línea, no se trata solo de modernización tecnológica. Más importante aún, la transformación digital se considera una herramienta para estandarizar procesos, aumentar la transparencia de las responsabilidades, reducir la duplicación y minimizar la interferencia subjetiva.
En el contexto del rápido desarrollo de la ciencia y la tecnología, en particular la inteligencia artificial, el énfasis de la Conclusión 226 en la formación y el desarrollo de competencias digitales, de liderazgo y de gestión en un entorno digital para funcionarios y empleados públicos demuestra una visión a largo plazo. Una cultura de servicio público en la era digital exige no solo ética y responsabilidad, sino también la capacidad de dominar la tecnología, utilizar datos y tomar decisiones basadas en la evidencia.
La Conclusión n.° 226-KL/TW constituye un paso fundamental para perfeccionar un sistema de gobernanza nacional moderno, eficaz y humano. En definitiva, reformar los métodos de trabajo no consiste en "reforzar" formalmente el aparato, sino en impulsar la capacidad creativa, el sentido de responsabilidad y el deseo de contribuir de los funcionarios y servidores públicos.
Cuando la reforma administrativa se eleva al nivel de reforma de la cultura del servicio público y de la cultura de gobernanza, y cuando el servicio eficaz al pueblo se convierte en el objetivo más alto, el sistema político no sólo funcionará con mayor fluidez sino que también generará confianza social, la base más importante para el desarrollo sostenible del país en la nueva era.
Fuente: https://daibieunhandan.vn/ket-luan-so-226-kl-tw-dong-luc-doi-moi-van-hoa-quan-tri-quoc-gia-10400480.html






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