Para que el país prospere en la nueva era, es fundamental contar con grupos económicos privados que crezcan a un nivel suficiente, convirtiéndose en empresas líderes que impulsen la economía.
El periódico HanoiMoi lanza una serie de artículos titulada: "La aspiración a ser una 'grúa líder' - Una nueva fuerza impulsora para la economía privada de Vietnam", identificando cuellos de botella, proponiendo políticas innovadoras para desarrollar el sector económico privado y construyendo una generación de empresarios vietnamitas que sean valientes y ambiciosos, contribuyendo a dar forma a la nueva posición del país en una era de crecimiento, riqueza y prosperidad.

Lección 1: Las "Órdenes" de los Líderes
En numerosas ocasiones, en foros de alto nivel, líderes del Partido, el Estado y las principales localidades han mencionado el sueño de "corporaciones privadas vietnamitas de talla internacional". Sin embargo, existe una brecha compleja entre la realidad económica y este gran sueño. Únase al periódico HanoiMoi para analizar el papel general de la economía privada en la actualidad, las principales paradojas existentes y el nuevo pensamiento estratégico que está logrando avances y "dando alas" a este sector económico.
El peso de una aspiración nacional
Desde la Asamblea Nacional hasta las conferencias de promoción de inversiones, desde los discursos estratégicos hasta las declaraciones políticas específicas, un mensaje común resuena cada vez con más fuerza: Vietnam necesita "grúas líderes": corporaciones privadas con escala global, competitividad y cualidades de liderazgo para guiar el ecosistema empresarial nacional.
En un artículo titulado "Desarrollo de la Economía Privada: Una Palanca para un Vietnam Próspero", publicado en marzo de 2025, el Secretario General To Lam afirmó: "La economía privada debe esforzarse por convertirse en la fuerza principal, liderando la aplicación de tecnología e innovación, para alcanzar el objetivo de contribuir aproximadamente al 70 % del PIB para 2030. Cada vez más empresas privadas tendrán competitividad global, dominarán la tecnología y se integrarán profundamente en las cadenas de valor y suministro internacionales; junto con todo el país, construiremos un Vietnam dinámico, independiente, autosuficiente, fuerte y próspero". Esto no es solo una guía, sino un mandato estratégico para el desarrollo nacional.
La imagen de las "grúas líderes" también se ha convertido en un símbolo en los mensajes del miembro del Politburó y primer ministro Pham Minh Chinh. En numerosos foros, el jefe de gobierno siempre enfatiza la necesidad de construir empresas vietnamitas de gran escala, con buena reputación, con marcas nacionales y capaces de competir de forma justa en el mercado global. Esta aspiración surge de la feroz competencia de la economía mundial. Una nación que aspira a ser autosuficiente y posicionarse en el panorama económico no puede prescindir de sus propias empresas pilares, sus propios "gigantes".
En un importante foro económico celebrado en la capital el 20 de junio de 2025, Tran Sy Thanh, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam, subsecretario del Comité del Partido en Hanói y presidente del Comité Popular de Hanói, ordenó directamente que Hanói necesita empresas privadas lo suficientemente grandes, fuertes y capaces no solo para liderar la economía de la capital, sino también para proyectarse a la región y al mundo. Esta orden no solo refleja las expectativas específicas del gobierno municipal, sino que también simboliza un profundo cambio en la mentalidad del desarrollo, donde el sector privado ya no se mantiene al margen, sino que se sitúa en el centro de la aspiración de crear una nación próspera.
El sueño de las empresas vietnamitas con marcas internacionales ya no es lejano. En realidad, muchas corporaciones como Vingroup, Masan, Thaco... han experimentado y siguen creciendo con fuerza. Vingroup no solo es un promotor inmobiliario, sino también un fabricante de automóviles y alta tecnología, con la marca VinFast consolidando su prestigio en los mercados estadounidense y europeo. Masan lidera el mercado de bienes de consumo y alimentos procesados, y se está expandiendo a los mercados de financiación al consumo y minería. Thaco es pionera en la industria automotriz y la logística integrada...
Estas empresas no solo crean empleos, pagan impuestos o aumentan sus ingresos. Más importante aún, han allanado el camino para decenas de miles de pequeñas empresas satélite, estandarizado las cadenas de valor, difundido una cultura de innovación y sentado las bases de una economía nacional independiente, moderna y autosuficiente.
Sin embargo, tras estos puntos brillantes se esconde una gran paradoja: Vietnam cuenta con un gran número de empresas del sector privado, con más de 940.000 empresas y 5 millones de hogares empresariales. Sin embargo, la mayoría aún carece de capacidad, visión y un ecosistema de apoyo. Para finales de 2024, el sector privado contribuía aproximadamente con el 51% del PIB y creaba el 85% de los empleos, pero el 98% de estos eran pequeñas y microempresas. Las pequeñas empresas suelen participar solo en los eslabones más bajos de la cadena de valor: procesamiento, ensamblaje o venta minorista. Sin estos grandes actores, el ecosistema empresarial permanecerá fragmentado, sin vínculos y vulnerable a las crisis globales.
En una entrevista con un periodista del periódico Hanoi Moi, el Dr. Le Xuan Sang, subdirector del Instituto de Economía de Vietnam y el Mundo, comentó que este es un desafío estructural para la economía. El Dr. Le Xuan Sang analizó: «La ausencia de grandes y poderosas corporaciones privadas no solo reduce la competitividad nacional, sino que también genera una disrupción en los vínculos industriales. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) tienen muchas dificultades para crecer por sí solas sin la orientación y la conexión de las empresas líderes, especialmente cuando el apoyo estatal es ineficaz e inoportuno. La clave reside en crear un entorno empresarial verdaderamente equitativo, transparente y predecible. Cuando el entorno es favorable, las empresas encontrarán su propio camino y las empresas destacadas surgirán de forma natural. El Estado debe centrarse en su papel en la creación de un ecosistema, promoviendo los vínculos entre las pymes, las grandes empresas y las empresas receptoras de IED, en lugar de intervenir directamente. Solo así las empresas tendrán una alta resiliencia, una mayor competitividad y contribuirán significativamente a que Vietnam alcance sus ambiciosos objetivos económicos en la nueva era».

Nueva mentalidad, nueva determinación.
Surge la pregunta: ¿Por qué, en una economía con alta apertura, abundante fuerza laboral y un fuerte espíritu emprendedor, faltan corporaciones privadas de talla regional y global? La respuesta no solo reside en el funcionamiento interno de las propias empresas, sino, aún más importante, en las instituciones: cómo el Estado diseña y opera el ecosistema de desarrollo. Durante mucho tiempo, el desarrollo de la economía privada se ha visto afectado por una mentalidad de "concesiones mutuas", prejuicios anticuados sobre el papel de los emprendedores y barreras legales imprecisas e inestables. El sistema de apoyo empresarial se ha centrado excesivamente en la supervisión, sin lograr una orientación decidida hacia la creación.
Se avecinan cambios. La Resolución n.º 68-NQ/TƯ del Politburó, de 4 de mayo de 2025, sobre el desarrollo de la economía privada, establece: «La economía privada es el motor más importante de la economía nacional». Este es un punto de inflexión fundamental que disipa el escepticismo y reafirma el papel central del sector privado en todas las políticas de desarrollo.
Las peticiones de los principales líderes —el Secretario General, el Primer Ministro y, posteriormente, el Presidente del Comité Popular de Hanói— son un claro indicador. Pero para que estas empresas líderes despeguen, estas expectativas deben traducirse en acciones concretas. Esto incluye perfeccionar un ecosistema jurídico moderno, seguro y que anticipe los riesgos; establecer un mecanismo selectivo que priorice la inversión y el apoyo específico en áreas con importantes repercusiones: tecnología digital, logística, energías renovables, agricultura de alta tecnología, etc.; y garantizar que el Estado no solo actúe como árbitro, sino también como asesor, apoyando la formación de recursos humanos, el desarrollo de infraestructuras, los fondos de capital riesgo y las garantías de crédito para empresas con potencial de crecimiento.
Vietnam se encuentra en una encrucijada crucial: o bien mantener su economía de "pirámide truncada", con muchas pequeñas empresas pero ningún conglomerado líder; o bien elegir, invertir, proteger y empoderar con valentía a las empresas con la ambición de convertirse en "empresas líderes". Para crear una nueva generación de Vingroups como Masan, Thaco, FPT, Hoa Phat, Sovico, Trung Nguyen, BIM Group, etc., necesitamos crear las condiciones para su formación. Necesitamos una "incubadora" institucional.
Más allá de centrarse simplemente en el crecimiento o las exportaciones, estas figuras destacadas tienen una misión más amplia: inspirar a una nueva generación de empresarios, difundir la aspiración de construir una nación y afirmar la fortaleza de Vietnam en el mapa económico mundial.
Es hora de que las empresas privadas no sean solo socias, sino pioneras de un Vietnam independiente, autosuficiente y próspero. Para lograrlo, es necesario fortalecerlas con mecanismos superiores.
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Fuente: https://hanoimoi.vn/khat-vong-seu-dau-dan-dong-luc-moi-cho-kinh-te-tu-nhan-viet-nam-715487.html






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