La velocidad al caminar afecta directamente la cantidad de calorías quemadas y la capacidad de activar el proceso de quema de grasa. Cuando la frecuencia cardíaca aumenta moderadamente, el cuerpo comienza a utilizar la grasa como principal fuente de energía en lugar del glucógeno. Por lo tanto, caminar rápido ayuda a quemar grasa mucho mejor que caminar despacio, según el sitio web de salud Medical News Today (Reino Unido).

Caminar a paso ligero con regularidad mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la grasa visceral.
ILUSTRACIÓN: IA
Caminar a paso ligero se define como caminar a una velocidad de 5 a 6 kilómetros por hora, o unos 100 pasos por minuto. A esta velocidad, podemos hablar, pero no cantar.
Al caminar a paso ligero durante 30 minutos, una persona de unos 70 kg puede quemar entre 140 y 200 calorías. Mantener un ritmo rápido y constante ayuda a aumentar la frecuencia cardíaca al 60-70 % de la frecuencia cardíaca máxima. Esta es la frecuencia cardíaca ideal para quemar grasa eficazmente sin causar fatiga excesiva.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos tienen la misma fuerza física y resistencia, por lo que es importante determinar la velocidad adecuada para cada individuo.
La Asociación Americana del Corazón (AHA) recomienda que los principiantes comiencen a correr entre 3 y 5 km/h y luego aumenten gradualmente el ritmo en 0,8 km/h cada semana hasta que sientan un poco de falta de aire. Una forma sencilla de controlar esto es usar un reloj inteligente o una aplicación de seguimiento de pasos para controlar la frecuencia cardíaca. El objetivo ideal es mantener una frecuencia cardíaca entre el 60 % y el 75 % de la frecuencia cardíaca máxima.
Efectos de la caminata rápida en la pérdida de peso
Numerosas evidencias científicas han demostrado la eficacia de caminar a paso ligero para perder peso. En concreto, una investigación publicada en The Journal of Physical Activity and Health demostró que las personas que caminan a paso ligero al menos 150 minutos a la semana pierden un promedio de 1,5 a 2 kg en 12 semanas, incluso sin cambiar su dieta.
La razón es que caminar a alta velocidad ayuda a quemar más calorías después del ejercicio. Además, caminar a paso ligero con regularidad también ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, reduciendo la grasa visceral, el tipo de grasa que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.
Otro método de caminata rápida que ha demostrado ayudar a perder peso es alternar entre caminatas rápidas y lentas. Por ejemplo, camine rápido durante 3 minutos, luego camine despacio durante 2 minutos y repita durante 30 minutos.
Las investigaciones han demostrado que este método puede duplicar la cantidad de grasa quemada en comparación con caminar a un ritmo constante. Además, caminar a intervalos mejora la resistencia cardiovascular y reduce el riesgo de lesiones. Es una opción ideal para quienes desean aumentar la efectividad de su pérdida de peso manteniendo el hábito de caminar a diario.
La velocidad no es el único factor
Un aspecto a tener en cuenta al caminar rápido es que la velocidad no es el único factor. La postura también influye en la capacidad de quemar grasa. Al caminar, el profesional debe mantener la espalda recta, los hombros relajados, balancear los brazos al ritmo y contraer suavemente los abdominales. Los pasos deben ser moderados, no demasiado largos, apoyando los talones y extendiéndose gradualmente hasta las puntas de los pies para evitar lesiones de rodilla. Además, se recomienda caminar al menos de 30 a 45 minutos al día, 5 días a la semana, para lograr una pérdida de peso sostenible, según Medical News Today.
Fuente: https://thanhnien.vn/muon-giam-can-nhanh-can-di-bo-voi-toc-do-bao-nhieu-185251010195617684.htm
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