Fuentes de los gobiernos estadounidense, iraní e israelí revelaron a CNN que Washington había reanudado discretamente las conversaciones indirectas con Teherán hacía meses. Brett McGurk, coordinador de la Casa Blanca para Oriente Medio y el Norte de África, fue enviado a Omán para mantener conversaciones indirectas con representantes del gobierno iraní.
Según fuentes, las negociaciones se reanudaron a finales del año pasado, meses después del fracaso de los esfuerzos para reactivar el acuerdo nuclear con Irán (JCPOA). El gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump se retiró del JCPOA en 2018, el cual estipulaba que Teherán restringiría su programa nuclear a cambio de la flexibilización de las sanciones impuestas por Washington.
Brett McGurk, coordinador de la Casa Blanca para Medio Oriente y el Norte de África, habla en la Embajada de Estados Unidos en Bagdad, Irak, en 2017.
Aunque las negociaciones han mostrado algunos indicios de progreso, una fuente afirmó que las partes aún no han llegado a un acuerdo formal. Entre los avances notables en las conversaciones se incluye la autorización de Estados Unidos para que Irak pague una deuda energética de 2.760 millones de dólares a Irán. Según el Departamento de Estado estadounidense, Irán utilizará este dinero para comprar artículos como alimentos y medicamentos. Washington también está trabajando para instar a Teherán a liberar a tres ciudadanos estadounidenses detenidos en Irán, algo que la Casa Blanca ha calificado de máxima prioridad.
Irán ha confirmado la información. El Washington Post citó al portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanaani, el 12 de junio, quien afirmó que Irán había intercambiado mensajes con Estados Unidos a través de Omán como intermediario "hace unas semanas".
"La base de las negociaciones para levantar las sanciones es el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC). No tenemos un nuevo marco. No respaldamos ninguna negociación para un acuerdo provisional ni nuevos acuerdos que sustituyan al PAIC", declaró Kanaani durante una sesión informativa.
Rusia enfrenta una escasez de autos de gama media debido a las sanciones, mientras que China e Irán se benefician.
Según otros funcionarios iraníes, el país también detendrá los ataques contra contratistas estadounidenses en Siria e Irak, ampliará la cooperación con los inspectores nucleares internacionales y limitará la venta de misiles balísticos a Rusia.
A cambio, Irán quiere que Estados Unidos alivie las sanciones, se abstenga de confiscar petroleros como lo hizo recientemente en abril y no presione para que se aprueben nuevas resoluciones de sanciones contra Irán en las Naciones Unidas (ONU) o el Organismo Internacional de Energía Atómica.
En respuesta a The New York Times , la delegación de Irán ante la ONU se negó a proporcionar detalles sobre las conversaciones, pero dijo que "es importante crear una nueva atmósfera y avanzar desde la situación actual".
Sin embargo, las nuevas conversaciones han llevado a algunos funcionarios israelíes a preocuparse de que Estados Unidos y Occidente aliviarán la presión económica sobre Irán y no podrán detener las actividades nucleares de Teherán.
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