El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS) predice que la ola de calor en el área que se extiende desde California hasta Texas alcanzará su punto máximo este fin de semana y representará un riesgo para la salud.
En California, el Valle de la Muerte, uno de los lugares más calurosos del planeta, podría registrar un nuevo récord de temperatura el 16 de julio, alcanzando los 54 grados Celsius. Mientras tanto, Phoenix, la capital de Arizona, ha registrado 16 días consecutivos con temperaturas superiores a los 43 grados Celsius, alcanzando los 43,8 grados Celsius el 15 de julio.
Las autoridades estadounidenses han emitido advertencias de calor y han aconsejado a las personas limitar las actividades al aire libre durante el día para evitar el golpe de calor y la deshidratación.
Debido al calor extremo, se han producido numerosos incendios forestales en el sur de California, incluido el del condado de Riverside, que hasta ahora ha quemado más de 3.000 hectáreas y ha obligado a las autoridades a emitir órdenes de evacuación.
Canadá, vecino del norte de Estados Unidos, también lucha contra devastadores incendios forestales que han quemado 10 millones de hectáreas desde principios de año. Los expertos predicen que los incendios continuarán ardiendo y causando daños este verano.
En Europa, los italianos se enfrentan a un fin de semana de calor récord. El Ministerio de Salud ha emitido una alerta roja por calor para 16 ciudades, entre ellas Roma, Bolonia y Florencia. La agencia meteorológica italiana ha advertido que el país se prepara para "la ola de calor más intensa del verano y una de las más intensas jamás registradas". Se espera que las temperaturas alcancen los 40 grados Celsius en Roma el 17 de julio y los 43 grados Celsius el 18 de julio, superando el récord de 40,5 grados Celsius establecido en agosto de 2007. Las islas de Sicilia y Cerdeña podrían alcanzar los 48 grados Celsius, la temperatura más alta jamás registrada en Europa.
En Grecia, la Acrópolis de la capital Atenas, una de las principales atracciones turísticas del país mediterráneo, estuvo cerrada durante las horas más calurosas del día durante tres días, del 14 al 16 de julio.
En Francia, el calor y la sequía amenazan al sector agrícola . Según el Servicio Meteorológico Nacional francés, junio fue el segundo mes más caluroso registrado en el país. Las autoridades han emitido alertas de calor en varias zonas desde el 18 de julio. Mientras tanto, el Servicio Meteorológico francés ha advertido que otra ola de calor, del 17 al 19 de julio, traerá temperaturas superiores a los 40 grados Celsius a las Islas Canarias y al sur de Andalucía.
En Asia, se pronostica que las temperaturas en el este de Japón alcancen los 38-39 grados Celsius el 16 y 17 de julio, batiendo récords anteriores. El gobierno japonés emitió el 16 de julio una alerta de insolación debido a que temperaturas casi récord azotaron algunas zonas del país.
En el norte de la India, tras días de calor abrasador, lluvias torrenciales provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra que causaron la muerte de al menos 90 personas. Las grandes inundaciones y deslizamientos de tierra son comunes durante la temporada de monzones en la India, pero los expertos afirman que el cambio climático está aumentando la frecuencia y la gravedad de estos desastres. De igual manera, en Corea del Sur, las fuertes lluvias de los últimos días han provocado deslizamientos de tierra que han causado la muerte de al menos 37 personas y dejado a nueve desaparecidas.
Mientras tanto, el 16 de julio, Japón emitió una alerta de calor en algunas zonas, con temperaturas que alcanzaron los 40-45 grados Celsius en Xinjiang y los 39 grados Celsius en la provincia de Guangxi. En Irak, las temperaturas en la capital, Bagdad, alcanzaron casi los 50 grados Celsius y la sequía provocó que el nivel del agua del río Tigris se secara gradualmente.
En Marruecos, el Servicio Meteorológico Nacional prevé temperaturas superiores a la media este fin de semana en algunas provincias del país norteafricano que podrían alcanzar los 47 grados centígrados, lo que aumenta la preocupación por la escasez de agua.
Los científicos dicen que el calentamiento global, causado en gran medida por la dependencia de los combustibles fósiles, está provocando que las olas de calor extremas se vuelvan más frecuentes e intensas.
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