Un cementerio digital en Pekín, China. Foto: Bloomberg
Zhang Yin, una mujer de mediana edad de Pekín, eligió un ritual funerario muy diferente cuando su abuela falleció a principios de este año: sus cenizas se guardaron en un compartimento en una amplia sala del cementerio Taiziyu de la capital, similar a una caja de seguridad bancaria. Una pantalla electrónica en la puerta del compartimento muestra fotos y vídeos del difunto en lugar de una lápida tradicional. Esta opción se considera económica y ahorra espacio, y se ajusta a la creciente tendencia entre las familias chinas de ofrecer funerales más personalizados a sus seres queridos.
Los cementerios tradicionales están al aire libre, expuestos al viento y al sol. Si lleva a sus hijos allí, solo verán tumbas vacías. En los cementerios digitales, los familiares pueden ver juntos las imágenes de sus seres queridos fallecidos, dijo la Sra. Zhang.
Una cámara con las cenizas de los difuntos en un cementerio digital de Pekín. Foto: Bloomberg
Cementerio tradicional de Pekín. Foto: Bloomberg
Los gobiernos locales y las empresas funerarias de China están experimentando con nuevas formas de realizar entierros, ya que el país se enfrenta a la escasez de suelo urbano y al rápido envejecimiento de la población. Se prevé que las muertes anuales asciendan a 10,4 millones para 2022, un 6,7 % más que en 2016, según la Oficina Nacional de Estadística. Pekín intentará reducir la superficie total de los cementerios públicos a aproximadamente el 70 % de su tamaño actual para 2035, según el Consejo de Estado, y el país también ha promovido métodos alternativos de entierro para ahorrar espacio.
El gobierno chino considera este cambio como una medida necesaria para conservar el terreno y reducir costos. Con una población de 1.400 millones de habitantes, China lidera la demanda mundial de servicios funerarios: el mercado alcanzó un valor de 258.000 millones de yuanes (35.600 millones de dólares) en 2020 y se prevé que alcance los 411.000 millones de yuanes para 2026, según un informe de Huaon Ican, consultora china de servicios funerarios.
Pekín no es la primera ciudad de China en promover los funerales digitales. En agosto de 2022, Shanghái inauguró un cementerio digital. Entre los nuevos servicios se incluye una película con fotos del difunto para conmemorarlo en línea.
Jin Leiyi, vicepresidente de Fu Shou Yuan, líder en funerales digitales, afirmó que la era de gastar dinero en "comprar terrenos y piedras" para los funerales pronto terminará. En su lugar, se invertirá en ciencia y tecnología, así como en experiencias emotivas en los cementerios.
La asequibilidad es uno de los aspectos más atractivos de los cementerios digitales. Un funeral digital cuesta, en promedio, unos 56.000 yuanes en el Cementerio Taiziyu de Pekín, aproximadamente un tercio del coste de un entierro tradicional al aire libre en la misma zona. Desde principios de año, se han vendido más de 500 urnas digitales en Pekín, de las aproximadamente 7.000 disponibles. Un cementerio digital de 20 metros cuadrados puede albergar más de 150 urnas, mientras que en un cementerio tradicional la misma superficie solo cabría para seis tumbas.
SERIO (Según Bloomberg)
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