Los granos pueden enmohecerse fácilmente si se almacenan en condiciones inseguras. (Imagen ilustrativa creada por IA) |
Así lo demuestra un estudio internacional realizado por científicos de la Universidad Médica Sechenov (Rusia) en colaboración con expertos de China, Brasil y Estados Unidos.
La T-2 es una de las toxinas más potentes de la familia de los tricotecenos, capaz de causar inmunosupresión, daño celular y destrucción del tejido conectivo. La exposición suele ocurrir de forma silenciosa, a través de comidas que contienen granos mohosos, sin ser detectada.
La toxina T-2 puede ingresar al cuerpo humano a través de alimentos como el pan y los productos de cereales.
Lo preocupante es que el T-2 no sólo es dañino sino que también ha sido identificado como un agente destructor de cartílago, un factor que puede estar directamente relacionado con el desarrollo de la enfermedad de Kashin-Beck (una forma crónica de osteocondrodistrofia que se encuentra comúnmente en áreas con suelo deficiente en selenio y contaminación por granos mohosos).
Según el equipo de investigación, los resultados del análisis muestran que la deficiencia de selenio, un micronutriente esencial, agrava los efectos negativos de la toxina T-2 en el organismo, especialmente en el sistema esquelético.
Esta conclusión refuerza la recomendación de suplementar con selenio a las comunidades que viven en zonas de alto riesgo donde los cereales son susceptibles al moho debido a las malas condiciones de almacenamiento y donde los suelos son naturalmente deficientes en selenio.
Fuente: https://baoquocte.vn/ngu-coc-bao-quan-kem-co-the-san-sinh-doc-to-nguy-hiem-gay-thoai-hoa-khop-nghiem-trong-322601.html
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