En septiembre de 2020, Wang Haoze fue seleccionado como el tercer grupo de astronautas chinos para llevar a cabo la misión de lanzamiento de la nave espacial Shenzhou-19. El 30 de octubre, Haoze, junto con el comandante Cai Xuzhe y el astronauta Song Lingdong, emprendió una misión de seis meses.

Wang Haoze nació en 1990 en Hebei (China), en el seno de una familia intelectual. Es licenciada en Ingeniería Eléctrica y Física Térmica por la Universidad del Sureste (China). Tras graduarse con una maestría en plasma, en 2015, Haoze se incorporó a la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China como investigadora de motores de cohetes de propulsión nuclear.

En declaraciones a CCTV , Hao Trach comentó que, durante sus seis meses en la estación espacial, se dedicó principalmente a la investigación preliminar de nuevos motores para desarrollar futuros cohetes destinados a la exploración del espacio profundo. En esta importante misión, la joven astronauta china dedicó todos sus esfuerzos a completar la tarea asignada.

Nunca pensé que una científica espacial como yo llegaría a ser astronauta. Para mí, esto es tanto una oportunidad como un desafío. Durante el proceso de entrenamiento, para superar las rigurosas pruebas, la astronauta tuvo que enfrentarse a innumerables dificultades.

El mayor desafío fue que Hao Ze tuvo que enfrentarse a una centrífuga que simulaba una fuerza de gravedad seis veces mayor que la de una nave espacial. La primera vez que practicó, Hao Ze tuvo dificultad para respirar, sintiendo como si le destrozaran los pulmones. Superando el miedo, Hao Ze no pulsó la alarma.

A pesar del duro entrenamiento, Hao Trach no pensó en rendirse. Además de aprender activamente de las experiencias de sus superiores y seguir rigurosamente las instrucciones del entrenador, Hao Trach afirmó que siempre mantuvo un espíritu optimista para superar el desafío.

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El astronauta Wang Haoze. Fuente de la foto: Baidu

Entre los siete seleccionados para la tercera generación de astronautas, Hao Ze tiene la ventaja en cuanto a conocimientos profesionales, pero su condición física es un obstáculo. Para alcanzar su sueño de convertirse en astronauta, Hao Ze debe esforzarse mucho más allá de lo que la gente común puede imaginar.

De investigador a astronauta al mando de la misión de lanzamiento de la Shenzhou-19, Hao Trach comprendió que su responsabilidad era relativamente grande: "Antes, en el ámbito científico, también tenía presión, pero no tanta. Entre miles de investigadores en tecnología espacial, fui elegido, así que debo hacerlo bien. Haré todo lo posible por corresponder a la confianza del país y de la gente".

Antes de partir, Hao Trach dijo que su objetivo era hacer un buen trabajo en la estación espacial. "Estamos en un camino poco transitado, pero me gusta. Aunque esté lleno de dificultades, avanzaremos juntos", dijo Hao Trach.

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