El metabolismo del cuerpo se ralentiza al dormir. Como resultado, tanto la frecuencia cardíaca como la respiratoria son más lentas que cuando se está despierto. Además, la presión arterial también baja, los músculos se relajan y el cuerpo comienza a recuperarse, según el sitio web de salud estadounidense Healthline .
La respiración anormal mientras duerme es una señal de advertencia de problemas pulmonares.
Con la respiración, esta debe disminuir su ritmo y mantenerse constante durante toda la noche. Respirar más rápido o más lento de lo normal no es bueno. Por ejemplo, la frecuencia respiratoria promedio de una persona es de 15 respiraciones por minuto, y si aumenta a 19 respiraciones por minuto, podría ser señal de un problema de salud subyacente.
La Fundación Americana del Sueño afirma que los adultos pueden respirar de 12 a 20 veces por minuto. Respirar hasta 28 veces por minuto todavía se considera seguro. Algunos dispositivos, como los relojes inteligentes, pueden monitorizar la respiración mientras se duerme.
Una respiración anormalmente rápida o lenta puede ser señal de que el cuerpo está combatiendo un resfriado, una infección o los efectos secundarios de algún medicamento. En casos extremos, la respiración irregular también puede ser señal de un problema de salud grave.
Podría ser un signo de ansiedad, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), infección pulmonar, coágulo sanguíneo o insuficiencia cardíaca. En particular, los pacientes deben consultar a un médico si presentan una respiración anormal, acompañada de síntomas como dificultad para respirar, fiebre, opresión en el pecho, piel pálida o grisácea.
Para las personas con respiración anormalmente rápida durante el sueño, los médicos pueden tratarla con una máscara respiratoria o un tubo insertado en la nariz para proporcionar suficiente oxígeno. Otra forma es practicar la respiración utilizando más el diafragma, el músculo en forma de cúpula que separa la cavidad torácica de la abdominal. Usar el diafragma ayuda a respirar más profunda y lentamente.
En casos de insuficiencia respiratoria, se puede utilizar una máquina de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP). Este dispositivo puede ayudar a movilizar el aire rico en oxígeno hacia y desde los pulmones con mayor eficiencia.
Además, dependiendo de la causa física o psicológica, los médicos pueden utilizar inhaladores, antihistamínicos o terapia cognitiva conductual para reducir la ansiedad en personas con problemas psicológicos, según Healthline .
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