Si hablamos de frutas de verano, el mango es imprescindible. Aunque delicioso y nutritivo, no todos son aptos para consumirlo.
Los mangos son deliciosos y buenos para la salud, pero no todos deberían comerlos regularmente (Foto ilustrativa)
Además de su delicioso sabor, los mangos también son apreciados por sus numerosos beneficios para la salud. Comer mangos puede mejorar el sistema inmunitario, la salud digestiva y la visión, prevenir la diabetes y reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Pero, por muy deliciosos y ricos que sean, hay cinco grupos de personas que no son aptas para comer mangos.
1. Personas con enfermedad renal
Comer demasiado mango es perjudicial para los riñones, por lo que las personas con nefritis aguda y crónica e insuficiencia renal no deben consumirlo. El mango es una fruta rica en potasio, por lo que sobrecarga los riñones y empeora la enfermedad, incluso poniendo en peligro la vida si se consume en exceso de una sola vez.
Los mangos son amados por muchas personas porque se pueden comer desde jóvenes hasta completamente maduros (Foto ilustrativa)
Además, los mangos contienen ácidos, aminoácidos y proteínas, sustancias altamente estimulantes que afectan la corteza renal durante el proceso de excreción. En particular, el daño renal aumentará si se consumen mangos con alimentos picantes como ajo, cebollino, chile, jengibre, alcohol, canela, anís estrellado, etc.
2. Pacientes diabéticos
Para las personas con diabetes, si no eligen la fruta con cuidado, algunas variedades demasiado dulces pueden aumentar el nivel de azúcar en la sangre. A largo plazo, esto puede provocar complicaciones peligrosas, incluso mortales.
Mientras tanto, los mangos suelen consumirse directamente, sin cocinar, por lo que conservan altos niveles de vitaminas, azúcar y minerales. Por lo tanto, consumir demasiado mango no es bueno para la salud, especialmente para quienes siguen una dieta, como quienes tienen sobrepeso, obesidad o diabetes.
Los mangos maduros tienen un alto contenido de azúcar, por lo que no son buenos para los diabéticos, especialmente si bebe jugo de mango o batidos (Foto ilustrativa)
Si tiene diabetes, al consumir mango, debe tener en cuenta que debe consumir mango verde en lugar de mango maduro y no más de 200-300 g al día. Esto se debe a que más del 90 % de las calorías del mango provienen de la glucosa y la fructosa. Por lo tanto, quienes consumen mucho mango maduro pueden experimentar niveles elevados de azúcar en sangre, lo que agrava la enfermedad.
3. Personas con diarrea o enfermedades estomacales.
Quienes sufren de diarrea y comen mango empeorarán su condición, ya que el mango contiene mucha fibra, lo que aumenta el riesgo de diarrea. Además, el mango es una fruta picante y rica en nutrientes, difícil de digerir. Quienes sufren de diarrea o la padecen con frecuencia, comer en exceso empeorará su condición, causando fatiga y deterioro físico.
En particular, las personas con problemas estomacales deberían limitar o, mejor aún, evitar el consumo de mangos, especialmente los verdes o demasiado maduros. Debido a su acidez excesiva y a su alto contenido de savia, los mangos verdes pueden tener un efecto negativo en el estómago, causando dolor u otros trastornos. En cuanto a los mangos maduros, su alto contenido en vitamina C provoca eructos, reflujo gástrico, contracciones estomacales e incluso puede provocar hemorragias estomacales extremadamente peligrosas.
4. Personas con asma
La medicina tradicional señala que los mangos son neutros y contienen ingredientes alergénicos. Las personas con asma no deben consumir mangos, ya que pueden causar alergias. No solo irritan la garganta, causando una tos cada vez más intensa, sino que también causan dificultad para respirar e insuficiencia respiratoria.
A largo plazo, puede empeorar la enfermedad rápidamente, o comer demasiado mango de una sola vez puede provocar un brote y poner en peligro la vida. En cambio, los pacientes con asma deberían consumir más verduras de hoja verde, cereales integrales, frijoles negros, tomates, etc.
5. Personas con enfermedades de la piel, alergias.
La medicina tradicional cree que el deterioro de la función del bazo y el estómago causa acné. Los mangos son neutros y fríos, lo que afecta gravemente al bazo y al estómago. Por lo tanto, las personas con acné no deben consumir mangos.
Las personas con erupciones cutáneas, úlceras y heridas purulentas no pueden comer mangos, ya que empeoran la afección. Además, el alto contenido de azúcar en los mangos maduros empeora las afecciones cutáneas, por lo que quienes padecen este grupo de enfermedades deben evitarlos.
Las personas con piel sensible o alergias al urushiol al consumir mangos son muy susceptibles a las alergias. Los síntomas leves pueden causar picazón alrededor de la boca y los labios, ardor en la lengua, sequedad ocular y urticaria. Los síntomas graves pueden causar un shock anafiláctico, potencialmente mortal.
Además, es importante recordar que los mangos maduros o verdes pueden ser ácidos. Por lo tanto, no es recomendable consumirlos en ayunas. Irritan el estómago, aumentan la producción de jugo gástrico y aumentan el riesgo de enfermedades intestinales. Incluso pueden causar mareos, dolor de estómago, intoxicación por mango o intoxicación temporal. Las mujeres embarazadas también pueden consumir mangos, pero solo deben consumir una pequeña cantidad de unos 100 a 200 g al día y no deben consumirlos con regularidad.
PV (síntesis)
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